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Una oenegé denuncia que grupos paramilitares controlan el acceso a la ayuda en Haití
- 20/08/2021 00:00
- 20/08/2021 00:00
El presidente para Europa de la fundación Nuestros Pequeños Hermanos (NPH), el español Xavier Adsara, denunció este jueves que grupos paramilitares conocidos como gangs controlan el acceso a zonas de Haití a las que llega la ayuda internacional por el terremoto sufrido en el país caribeño el pasado sábado.
La fundación, que tutela a unos 3,000 niños en todo el mundo, posee el hospital pediátrico St. Damien, el único exclusivamente para niños que hay en Haití.
“Contamos con profesionales haitianos que conocen muy bien el terreno y se saben mover en estas circunstancias”, dijo Adsara a EFE, y explicó que es clave contar con personal local para relacionarse con estos grupos paramilitares, que controlan zonas como Puerto Príncipe, y lograr que la ayuda humanitaria pueda llegar allí donde es necesaria.
Además, las carreteras del país han quedado en muy mal estado y circular por ellas “es muy difícil”, por lo que la ayuda de los locales se hace indispensable, añadió.
El terremoto, de magnitud 7,2, registrado el pasado sábado en el suroeste de Haití causó al menos 2,189 muertos y 12,268 heridos, según el último balance oficial.
Esta cifra, según Adsara, irá aumentando con el paso de las horas y desde la fundación calculan en un millón y medio las personas damnificadas. “Faltan medicinas y médicos”, denunció el portavoz de NPH, aunque aclaró que ellos disponen de un equipo profesional médico y de trabajadores sociales que “conocen muy bien el país”.
“Hemos desplazado a 13 equipos locales a la zona y ya estamos atendiendo desde los hospitales y a pie de calle”, indicó.
A pesar del elevado número de fallecidos y de los importantes daños materiales, Adsara cree que el desastre no alcanzará las magnitudes del terremoto que devastó el país en 2010: “En esa ocasión sucedió en Puerto Príncipe, con una población de 3 millones de habitantes”.
“Ahora el daño será menor porque ha tocado zonas que no están tan superpobladas”, dijo. La mayoría de las viviendas y edificaciones del país son muy precarias y muchas no soportan ni siquiera las tormentas tropicales que azotan el territorio cada año. De hecho, cuando aún se están recuperando del terremoto del pasado sába do, se están preparando para la llegada de la tormenta tropical Grace, que ya está dejando las primeras lluvias y complicando la búsqueda de supervivientes.
Los objetivos a corto plazo de NPH en el país son asistir a la población malherida y acompañar psicológicamente a aquellos que han perdido familiares.
Todo ello además de proporcionar “comida y techo” a quienes lo han perdido todo a causa del terremoto: “Necesitamos refugios y desplazar a estas personas para que se sientan seguras”, indicó Adsara.
La Federación Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja (IFRC, por sus siglas en inglés) envió este jueves desde Panamá 37 toneladas de ayuda humanitaria a Haití, desolado por el terremoto de magnitud 7,2 del sábado pasado, que dejó casi 2,000 muertos y miles de damnificados.
El avión con los artículos de emergencia del Centro Humanitario de la Federación Internacional, con base en Panamá, partió alrededor de las 7:30 hora local (13:30 GMT) de este jueves desde el Aeropuerto Internacional de Tocumen, el principal del país y un importante centro regional de conexiones.
El cargamento consiste en 500 kits de higiene; 950 juegos de herramientas para albergues; 2,000 lonas impermeables; 1,500 cubos; 2,000 bidones; 1,000 juegos de cocina; 1,500 mantas; 2,500 kits de equipos de protección personal para prevenir la covid-19 (mascarilla, guantes y gafas), y 2,000 mosquiteros, de acuerdo con la información oficial.
El avión aterrizará en Puerto Príncipe en la mañana del jueves y luego se dirigirá a Santo Domingo, República Dominicana, para cargar más artículos humanitarios que serán enviados a Haití como parte del corredor humanitario entre los dos países, dijo la IFRC.
El gerente de Operaciones de la Cruz Roja, Felipe Del Cid, explicó a EFE que el corredor humanitario es un concepto creado “hace varios años en la región por la Cruz Roja en coordinación con el Programa Mundial de Alimentos y con el apoyo financiero de ECO, del Gobierno de Bélgica y en colaboración entre sociedades nacionales de la Cruz Rojas haitiana y dominicana para asistir a personas o familias que se vean afectadas por desastres en ambos países”.
“Es un concepto que permite tener artículos de emergencia localizados y hoy, por primera vez, se está movilizando el 100% de los artículos que estaban allí, lo que da el mensaje de que la estrategia funciona y va a satisfacer las necesidades de miles de familias en Haití”, agregó Del Cid.
La IFRC informó de que el miércoles ya envió 15 toneladas de bienes de primera necesidad a Haití a través de la fragata Germinal de la Armada Francesa, gracias al apoyo de la Plataforma de Respuesta Regional de las Américas y el Caribe de la Cruz Roja Francesa (Pirac) en respuesta al terremoto del 14 de agosto.
Asimismo, el Gobierno de Panamá envió el martes 14 toneladas de ayuda humanitaria, entre ella medicinas, agua, alimentos secos, frazadas, equipos de bioseguridad, en un avión que Chile puso a disposición para apoyar al afectado país caribeño. Panamá alberga el Centro Logístico Regional de Asistencia Humanitaria, el primero de esta naturaleza en el continente americano y que tiene una capacidad de almacenamiento de 12,000 metros cuadrados.
Los otros centros de distribución humanitaria global se encuentran en Dubai (Emiratos Árabes Unidos), Canarias (España), Brindisi (Italia) y Kuala Lumpur (Malasia). El centro en Panamá, diseñado para asistir catástrofes humanitarias en la región, es gestionado por dos agencias internacionales: el Depósito de Respuesta Humanitaria de las Naciones Unidas (Unhrd) y la Federación Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja.
Los gritos desgarradores de dos mujeres resonaban este miércoles en la entrada al hospital general de Les Cayes, en el sur de Haití, saturado de personas heridas en el terremoto, que también ha llevado a las funerarias de la ciudad al límite. Camas con pacientes agonizando, heridos tumbados en colchonetas tiradas por el suelo, intensos lamentos de dolor, llegada de nuevos afectados, trasiego de personal médico que no tiene un minuto de respiro entre paciente y paciente.
Las funerarias de Les Cayes no dejan de acumular cadáveres, al menos eso señaló a EFE Jeantile Prosper, director de uno de estos negocios, que afirma que ya no puede recibir más fallecidos