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- 22/06/2017 02:05
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Un grupo de países liderado por México no logró incluir una referencia a la crisis de Venezuela en el proyecto de resolución general sobre derechos humanos que se votaría ayer en la 47ª Asamblea General de la OEA en Cancún, México.
‘Ya se cerró la resolución, la aprobamos y no está incluido', dijo ayer el embajador mexicano en la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Alfonso de Alba, a un grupo de medios en los pasillos del hotel Moon Palace, sede de la Asamblea.
El grupo de países que encabeza México, y en el que están otras grandes potencias de la región como EE.UU. y Brasil, buscaba incluir en la resolución sobre derechos humanos una petición para que el Gobierno de Nicolás Maduro reconsidere la Asamblea Constituyente, entre otras demandas. Para ello, necesitaban 18 votos, según explicaron a EFE varias fuentes de la OEA.
Esta era la fórmula que habían ideado para no irse de la Asamblea de México, que terminó anoche, sin aprobar ningún texto sobre la crisis de Venezuela, el tema que para algunos ‘definiría' el éxito o el fracaso del encuentro.
Esa estrategia era más fácil de llevar a cabo que presentar un proyecto de resolución nuevo en la Asamblea fuera de plazo, lo que requiere 24 votos (dos tercios de los 35 Estados miembros), aunque después para ser aprobado solo se necesitaría una mayoría simple de 18.
De ese modo, tendrían que convencer a al menos cuatro países para que se sumen al grupo de veinte que el lunes apoyó una resolución en la reunión de cancilleres que pedía reconsiderar la Asamblea Constituyente y que no prosperó porque en ese encuentro eran necesarios 23 votos, dos tercios de los Estados representados en este (todos menos Cuba).
Así las cosas, cuando quedaban solo algunas horas de la última jornada de la Asamblea, todo parecía indicar que el encuentro se saldaría sin un texto conjunto sobre Venezuela, indicaron a EFE varias fuentes diplomáticas.
DIEZ RESOLUCIONES
El Gobierno de Venezuela, que rechaza cualquier mediación de la OEA, ya se ha anticipado a celebrar su victoria diplomática, pero no consiguió sacar adelante ninguno de los diez proyectos de resolución que presentó.
Esos documentos, su manera de contraatacar a México y EE.UU., hablaban de temas complejos como el caso de los 43 estudiantes mexicanos desaparecidos en 2014 y el muro que EE.UU. quiere construir en la frontera con este país.
Las propuestas quedaron rechazadas el martes en la Comisión General, que preside México, donde se decide qué propuestas se elevan a la plenaria de la Asamblea, según confirmó ayer a los periodistas el embajador mexicano ante la OEA.
Con esos documentos, el Gobierno de Venezuela presentaba batalla sobre todo a México, el país que lidera la presión de la OEA para exigir a Maduro que cese la Asamblea Constituyente, libere a los políticos presos y fije un calendario electoral, entre otras demandas.
CARACAS DENUNCIA ‘USO POLÍTICO' DE DDHH
Venezuela acusó ayer a los miembros de la OEA de estar obsesionados con su país, de echar ‘gasolina a la candela' en lugar de llamar al diálogo a la paz y de hacer un ‘uso político y selectivo' del tema de DDHH en la Asamblea General.
En el panel ‘Estado de derecho, derechos humanos y democracia', la delegación de Venezuela indicó que hay un ‘doble rasero' en el tema de derechos humanos.
‘Hay una obsesión con Venezuela' y un desconocimiento de la realidad del país, señaló en el marco de la 47 Asamblea General que concluyo ayer en Cancún, en el sureste de México, cuyos trabajos han estado marcados desde el lunes por la crisis en la nación caribeña.
‘Es lamentable que se use un foro de esta naturaleza, para que, en lugar de llamar al diálogo y la paz, (...) se siga alentando y echando gasolina a la candela en Venezuela', aseveró.
Caracas criticó que en la máxima cita anual del organismo multilateral no se diga ‘nada de los miles de migrantes centroamericanos que están sufriendo la vulneración de sus derechos humanos' en EE.UU.. Tampoco de los cientos de periodistas y defensores de los derechos humanos asesinados en el continente.