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Martínez-Acha: ‘Por favor, no abandonemos a Venezuela’
- 01/08/2024 08:25
- 31/07/2024 20:45
Un pequeño párrafo causó la discordia entre los embajadores que asistieron al Consejo Extraordinario Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA), que analizó este miércoles la situación de las elecciones en Venezuela el pasado 28 de julio, cuando el Consejo Nacional Electoral (CNE) dio el triunfo a Nicolás Maduro con el 51% de los votos sobre un 44% para su rival político, Edmundo González Urrutia.
El motivo de controversia fue una frase que buscaba que de forma independiente se permitiese una auditoría de las actas que contienen los resultados de la votación.
Desde que el CNE otorgó el triunfo a Maduro para ejercer un tercer periodo presidencial (2025-2031), la atención se ha centrado en la publicación de las actas electorales. Las dudas sobre la transparencia del conteo de los votos, tanto de la comunidad internacional y de la oposición liderada por María Corina Machado y González, ha desatado serios cuestionamientos sobre la legitimidad del proceso electoral.
Este miércoles la oposición publicó el contenido del 73% de las actas recuperadas por su equipo de trabajo, las cuales favorecen a su candidato con 6.2 millones de votos, mientras que Maduro obtuvo 2.7 millones de votos, lo que hace una relación de tres a uno a favor de la oposición. Un claro desafío al oficialismo para que muestre las evidencias que dan como vencedor a Maduro.
En la sede de la OEA el movimiento en los pasillos no cesaba. A pesar de los esfuerzos de negociación de los cancilleres en la redacción de una resolución, la misma no logró consenso lo que obligó a someter el borrador a votación. No pasó. Con la ausencia de cinco países, la votación no logró mayoría: se obtuvieron 17 votos a favor y once abstenciones, la mayoría países del Caribe e islas. De esta manera, se desvanece la posibilidad de realizar un reconteo de las actas por solicitud de la OEA con presencia de independientes.
El texto urgía al gobierno de Maduro publicar inmediatamente los resultados de la votación de las votaciones presidenciales que radican en las actas y conducir una verificación comprensible integral de los resultados frente en presencia de observadores internacionales para acreditar la legitimidad de los resultados. Además, solicitaba garantizar el derecho a la protesta pacífica, a preservar el equipo electrónico empleado durante las elecciones, y expresar su solidaridad ante el pueblo de Venezuela. Entre otros puntos solicitó que el gobierno garantice la seguridad de las sedes diplomáticas, como la de Argentina, donde se asilan seis opositores desde marzo. Maduro envió una nota a la embajada de ese país en Venezuela en la que ordenó al personal diplomático por las “injerencistas acciones y declaraciones de su gobierno de desconocer los resultados electorales”.
El representante de Barbados fue fuertemente cuestionado por su homólogo de Perú, José Luis Sardón Taboada por solicitar que se omitiera el parágrafo 2B de la resolución, que sugería el reconteo. Hecho que para el peruano, entraba en una clara contradicción con el reporte publicado por el secretario general de la OEA, Luis Almagro sobre el proceso electoral venezolano: “Este informe contiene un relato de ilegalidades, vicios y malas prácticas que se presentaron en el proceso electoral que son reiterados en el proceso venezolano, demuestran un intento del régimen en desconocer la expresión de las urnas. Ha traicionado al pueblo venezolano. En conclusión, dado que no hay sustento público anunciado por el CNE, pero sí existen fuentes públicas que los contradicen, los resultados oficiales no debieran ser reconocidos”, terminó la lectura.
“¿Qué más se necesita cuando todas las actas están publicadas en la web?”, cuestionó Taboada al presidente de la sesión y sus colegas. “Porque a final de cuentas le estamos dando la razón a nuestros jóvenes que no nos creen, nos repudian porque no somos coherentes”, exclamó el peruano. Y añadió: “Decimos una cosa en petit comité y venimos acá y nos abstenemos o votamos en contra de que las actas sean verificadas. ¿Qué es lo que va a pasar mañana? Se va aumentar la presión en la calle, habrá más muertos, se va a interpretar como una victoria para el régimen, y de esos muertos nosotros no somos responsables, que cada uno en su conciencia asuma sus responsabilidades”. Ronald Sanders, presidente del consejo le respondió que el resultado de las votaciones es producto de una expresión colectiva que cada país tiene derecho a emitir su criterio de forma independiente.
Por su parte, el canciller panameño Javier Martínez Acha solicitó que se ponga fin “a la burla del 28 de julio y hechos posteriores”. “Es una pena que no se pudo lograr ese gran consenso en beneficio de la democracia de Venezuela y de todo nuestro continente”, manifestó Martínez Acha. Enseguida pronunció: “En nombre de mi gobierno pregunto, ¿cuáles serían las consecuencias en caso de que la comunidad internacional admita el precedente que inició el 28 de julio en Caracas a última hora de la jornada electoral?. Y se respondió: “Serán desastrosas.”
Antes de ingresar en la sesión, se veía al embajador Bryan Nichols, subsecretario para Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado de Estados Unidos caminar en el pasillo de un lado a otro, seguido de algunos cancilleres. Cuando aún no iniciaba el Consejo, el presidente panameño José Raúl Mulino daba señales de lo que venía: “Panamá no avalará en la OEA hoy ninguna resolución que no sea integralmente útil para llegar a una real y pronta solución a esta grave situación provocada por el régimen de Maduro. Vzla y su pueblo no merece transacciones en temas que son de caros principios”, publicó en su cuenta de X.
El embajador colombiano Luis Ernesto Vargas defendió su posición de abstención, ante la ausencia de Venezuela en la discusión. “El pueblo colombiano sabe de la gravedad de la polarización construida por el sectarismo político”, leyó el colombiano el mensaje de su presidente Gustavo Petro. “Colombia no ha dado reconocimiento de la reelección de Maduro hasta tanto se demuestre el conteo de actas con la presencia de la oposición”, zanjó Vargas.
Venezuela no es parte, ya que en 2019 su presidente Nicolás Maduro formalizó su salida cuando una parte de la comunidad internacional reconoció al gobierno de Juan Guaidó y otra conservó el reconocimiento para Maduro. La reunión, no obstante, se celebró con la ausencia de varios países como México, Islas Granadinas y Venezuela. El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador (AMLO) no envió a su representado por no estar “de acuerdo con la actitud de parcialidad de la OEA”. En este sentido, AMLO lamentó que el secretario del organismo, Luis Almagro, haya adelantado su inclinación por el candidato de la oposición Edmundo González.
Cuba fue excluido de la OEA y Nicaragua anunció su retiro en 2021, luego de acusar la injerencia de la entidad en las elecciones de su país.
Previo al Consejo, y después de 72 horas de haber celebrado las elecciones, el régimen de Nicolás Maduro solicitó al Tribunal Supremo de Justicia que investigue los resultados de los comicios, ante el peso del reclamo de países aliados, como Colombia, Brasil, organizaciones políticas de corte socialista y los propios invitados de Maduro como veedores del proceso electoral, incluido el Centro Cárter.
En Caracas también se anunció un pronunciamiento del CNE, pero en vez, Maduro ofreció una larga conferencia de prensa desde el Palacio de Miraflores, en la que volvió a fustigar a la oposición. La acusó de planear un supuesto fraude, boicotear las elecciones, que tenía como estrategia dejar al país sin luz y asaltar el Palacio de Miraflores. “Imagínense si eso hubiera ocurrido en la noche, todo un país en vela (sic), en vilo”. “Metieron un ejército de criminales bien pagado y todo esto lo hizo Estados Unidos con la ayuda del narcotráfico”, exclamó Maduro. “Lo que sí lograron fue atacar el sistema cibernético de las votaciones”, acusó Maduro, vestido de traje azul oscuro. Como prueba mostró a la prensa varios vídeos de los enfrentamientos entre la población y las fuerzas aliadas al régimen, otro más en el que se mostraban supuestos ataques al CNE, grabaciones que para Maduro justifican las órdenes de captura contra los líderes de la oposición, incluidos Edmundo González y María Corina Machado: “Los quiero a todos presos, tienen que estar tras las rejas”, “esta vez no habrá perdón”, sentenció Maduro.
Maduro no mostró actas, a pesar de presumir de que Venezuela cuenta con uno de los mejores sistemas electorales del mundo. Justificó que el sistema informático fue atacado por la oposición y ahora se recupera la información. Dejó en manos del Tribunal Electoral la última decisión. Pero insistió en que el “Partido Socialista de Venezuela está listo para entregar todas las actas del 100% de mesas a la sala electoral cuando lo requiera el contencioso electoral que se introdujo el día de hoy por mi persona”. También llamó ‘metiche’ a la Unión Europea. Señaló al Centro Cárter, organismo que él invitó como observador de las elecciones, de haber preparado el informe de las elecciones de forma anticipada.
Sobre el régimen de Maduro crece una gran presión interna e internacional. En este último escenario Colombia se pronunció este miércoles a través de su presidente de Colombia Gustavo Petro quien emitió un mensaje en las redes sociales en el que advierte sobre las “graves dudas que se establecen alrededor del proceso electoral venezolano pueden llevar a su pueblo a una profunda polarización violenta con graves consecuencias de división permanente de una nación que ha sabido unirse muchas veces en su historia”. Propuso de igual forma un acuerdo entre oposición y gobierno y las Naciones Unidas como garante.
A Estados Unidos “se le está agotando la paciencia de esperar que las autoridades electorales venezolanas sean sinceras y publiquen los datos completos y detallados sobre las elecciones para que todos puedan ver los resultados”, exhortó el portavoz del Departamento de Estado, Vedant Patel en conferencia de prensa.