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- 29/11/2018 01:00
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Las sanciones contra Venezuela tienen como objetivo impedir la compra de alimentos, medicinas y de bienes esenciales, con el propósito de asfixiar el país y provocar la implosión del orden político que culmine en un golpe de Estado acompañado de una intervención terciarizada de fuerzas extranjeras.
Similar a lo que ocurre con el bloqueo a Cuba, la obligada triangulación como mecanismo de comercialización, impacta en los costos de las importaciones de los bienes para la salud y la alimentación de la población.
Las autoridades venezolanas han autorizado el desembolso de dólares preferenciales a niveles muy superiores para la adquisición de medicamentos, muy por encima del volumen físico ingresado al país, de empresas estadounidenses.
En alimentos se desembolsaron 167% más de divisas para su importación; sin embargo solo ingresó el 13% adicional de este rubro desde EE.UU. A ello se suma el dominio de EE.UU. de las rutas comerciales por parte de esta sus principales navieras, lo que le ha permitido obstaculizar el suministro de los bienes esenciales para la población venezolana. No sólo de los que se originan en EE.UU., sino de cualquier otro país proveedor.
El Citi Bank se negó a recibir fondos venezolanos para la importación de 300 mil dosis de insulina (julio de 2017). En octubre de ese año, las sanciones de EE.UU. impiden a Venezuela el depositar en el banco suizo, UBS, fondos para la compra de inyecciones y medicamentos lo que provoca un retraso de cuatro meses para la adquisición de vacunas, perjudicándose el programa de vacunación de la población.
El Citibank se negó a recibir fondos venezolanos para la importación de 300 mil dosis de insulina. En octubre de ese año, las sanciones de EE.UU. impiden a Venezuela el depositar en el banco suizo, UBS, fondos para la compra de inyecciones y medicamentos
Ese año 2017, se interrumpió el desembarco de 18 millones de cajas CLAP (alimentos y productos esenciales) a Venezuela debido a las trabas impuestas por el sistema financiero estadounidense; el laboratorio colombiano BSN Medical impidió la llegada de un cargamento de primaquina (medicina usada para tratar la malaria); 23 operaciones en el sistema financiero internacional fueron devueltas (39 millones de dólares para alimentos, insumos básicos y medicamentos). Finalmente en noviembre del año pasado, 1,650 millones de dólares de Venezuela destinados a la compra de alimentos y medicinas fueron secuestrados por parte de la empresa de servicios financieros Euroclear. Las farmacéuticas Pfizer y Abbott boicotean la compra por Venezuela de medicinas para el cáncer.
El abastecimiento de medicamentos a Venezuela responde en un 80% de las 10 más grandes empresas farmacéuticas transnacionales. Estas firmas responsables de la producción, importación y distribución de estos productos no han sufrido una destrucción de sus capacidades producto de un desastre natural o de una acción bélica. La mayoría registran ganancias operativas en sus estados financieros.
¿Dónde está la crisis humanitaria, si Venezuela tiene el dinero para comprarlo? Se le impide al Gobierno hacer estas compras. Lo esencial del recrudecimiento de las sanciones y operaciones de bloqueo financiero es promover la migración masiva de venezolanos, como pieza clave de la matriz de una crisis humanitaria. Se trata de una crisis provocada.
EBALLESTEROS@EBALLESTEROS.ORG
EX EMBAJADOR Y DOCENTE UNIVERSITARIO