La reunión de este miércoles 13 de noviembre en la Casa Blanca entre el presidente saliente de Estados Unidos, Joe Biden, y el mandatario electo, Donald...
- 29/04/2016 02:00
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Posterior a la culminación de la segunda Guerra mundial, y el devenir de la guerra fría entre Estados Unidos como mayor representante del modelo capitalista o de libre mercado, y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (Hoy Rusia) como representante del modelo socialista o de control estatal, el mundo entro en una dinámica de polarización por cinco décadas, donde se mantenía la discusión de cual modelo era mejor, cual daba mayor satisfacción además de cual otorgaba mayor prosperidad, el desenlace quedo en manos de Mijaíl Gorbachov cuando en 1989 puso fin a la URRSS (Unión Soviética), por medio de la llamada perestroika, dándole la victoria aparente al sistema capitalista o de libre mercado y dejando a Estados Unidos como el actor principal del ajedrez mundial.
El mundo entero entra en un proceso de cambio sin retorno, donde las fronteras se hacen efímeras y las soberanía solo son parte de los discursos nacionalistas apropiados para encender masas o cabildeos electorales, pero desfasados en el concierto de naciones, donde la interpendencía de los países se convierte en la nueva temática, además que nuevos actores de poder, esta vez no estatales sino comerciales dejan de ser invisibles y se transforman en entes dinámicos de las economías, rompiendo con el esquema clásico del Estado, dado que los grandes consorcios y capitales no tienen nacionalidad se van amalgamando unos a otros dependiendo sus intereses.
La Globalización a mediados de los años 90 deja de ser solo un fenómeno económico y con el devenir de las nuevas tecnologías se transforma en un fenómeno social, donde la interacción en tiempo real, y la capacidad del ciudadano común o de los medios de comunicación se potencializa a niveles hoy en día incontrolables e impredecibles.
Las empresas han logrado encontrar puntos de interconexión pasando de ser nacionales a constituirse en consorcios internacionales que influyen en los mercados globales, pero en este fenómeno no solo han entrado las empresas sino los partidos políticos, las organizaciones sociales , las universidades, las mafias o grupos criminales, logrando por medio de la tecnología o de las nuevas herramientas expandir mercados, compartir conocimientos, unificar ideas, y lograr alianzas en otros lugares del mundo.
La interdependencia es tal que países que como China y Estados Unidos que en la década del 60 mantenían grandes diferencias hoy día sean dependientes uno del capital y el otro de los productos, unidos por un cordón umbilical que los obliga a mantenerse juntos aun cuando mantengan diferencias doctrinales.
Pero lo peligroso de la globalización es que los Estados han perdido control, hoy día los grandes capitales son las que establecen el ritmo económico, político, normativo y social, muestra de esto se puede apreciar en las intervenciones del Banco Mundial o el Banco Europeo, cuando deciden por encima de la voluntad de los países y de los ciudadanos cuales deben ser las nuevas políticas, sociales, laborales o económicas supeditadas a la inyección de fondos por medio de ayudas o préstamos a estos países, algo que se evidencio en los rescates de Grecia, Portugal y España, donde los representantes de estos países, pasaban a ser meros receptores de un mandato y debía firmar una carta en blanco aceptando las medidas impuestas.
El Fondo Monetario Internacional (FMI), de la mano de Chistine Lagarde, se ha centrado en buscar la simetría de los mercados intentando crear mecanismo de homologación normativo, advirtiendo sobre el riesgo que plantean las economías emergentes frente a las grandes economías, que en el anacronismo las primeras han flexibilizado sus regulaciones en materia fiscal, haciéndolas más competitivas frente a las economías tradicionales que han aumentado sus regulaciones convirtiéndolas en mercados menos atractivos, parte esencial que ha propiciado la búsqueda de controles globales más allá de la mera cooperación usando la coerción para obligar a la firma de convenios y tratados de doble tributación, lo que frena el crecimiento de los mercados emergentes además otro de los puntos en que sea focalizado la discusión global ha sido en poner controles a los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Suráfrica) con respecto a la explotación de los recursos naturales, generadores de materia prima usados en la manufactura, teniendo como elemento el impacto del cambio climático, y obligando a reducir la huella ambiental, a cambio de inyección de fondos que compensen la no generación de divisas.
Al final de todo los Gobiernos como representantes de los Estados en el escenario mundial ya no representan los intereses de las colectividades, sino de los grandes capitales que controlan la economía mundial por medio del Banco Mundial, el FMI, y demás Instituciones Financieras Internacionales, lo que ha propiciado la globalización de la desigualdad e inequidad, por medio del control de las economías y de los mercados, planteando la discusión doctrinal de la soberanía como elemento esencial del Estado, al demostrarse la carencia de soberanía económica por parte de muchos países, lo que nos deja una pregunta ¿Quién nos gobierna?...
ABOGADO