La reunión de este miércoles 13 de noviembre en la Casa Blanca entre el presidente saliente de Estados Unidos, Joe Biden, y el mandatario electo, Donald...
Venezuela está siendo sacudida por una vertiginosa y creciente ola de sentimientos negativos, que se nos presenta como preludio de gravísimos sucesos futuros.
Y ello acontece cuando eran mayores las perspectivas de paz y progreso. Ahora, sencillamente, se ha producido un cambio de escenarios y actores, porque la trama del drama así lo exige, aunque se esgriman argumentos secundarios, disparidades políticas, religiosas, enconos ancestrales, etc. Siempre se encontrará un motivo, un pretexto, para justificar las explosiones que generan sentimientos negativos.
En esa onda participan sociedades que han tomado conciencia de su capacidad, de esa savia que circula por venas y arterias, convencidas de que el tesoro mayor de la humanidad, y en nuestro caso, en Venezuela, es vivir con amor y paz, caminando hacia adelante como deber esencial de los valientes, valorando a los seres humanos con nobleza y con una actitud tan pura de la vida, que le permita divisar nuevos horizontes, manteniendo la esperanza en alto como la bandera de una fortaleza, flameando vigorosamente “con una fuerza que nos hará más recios en la batalla y más felices en la victoria”.
En esta lucha por alcanzar el pueblo venezolano sus aspiraciones para una vida plena, contamos con el apoyo de la importante Federación de Cámaras (Fedecámaras), integrada por hombres de calidad, probidad y certeza de juicio, quienes día a día desde su fundación han venido alertando al país sobre la inminente caída de una potente ola, que arrastraría a la nación hacia el caos, y que han existido las fórmulas para evitarla si se tomaban medidas capaces de redimensionar la estructura y el funcionamiento del Estado, frenando el dispendio fiscal, el derroche general, la disciplina del país en su funcionamiento. Las ovaciones a Fedecámaras no se han hecho esperar. Quienes conocemos la entrega de los empresarios reunidos en Fedecámaras, nos hemos dado cuenta de la gravedad, en todos los tiempos desde su fundación, de sus admoniciones, solo que el olvido y las palabras del gremio empresarial, han venido siendo devorados por la desidia y la indiferencia. La gente pensante ha hecho caso omiso a argumentaciones sólidas y contundentes que significaban el hecho de que Venezuela estaba marchando aceleradamente para encontrar la “autopista del Cono Sur”, que nos conduciría a la debacle financiera y a la hiperinflación.
Hoy está al frente del gremio empresarial Carlos Fernández Gallardo, joven empresario zuliano, inteligente, con amplios deseos de lograr un pleno entendimiento y una mayor comprensión del sector oficial, del sector privado y público, ante la certeza de sus planteamientos, con la oportunidad, de protagonizar su propia historia, asumiendo la dirección del gremio tras una secuencia de hechos acaecidos en largo tiempo y a gran velocidad, con organización y coherencia histórica, apegado al espíritu y texto de las leyes, procediendo conforme a las normas y principios de legalidad. Su perfil humano, amplio y convincente nos hará esperar que en sus dos años al frente de este sector empresarial que tendrá, sabrá hacerlo con mesura, perspicacia y realismo histórico ¡
El futuro está abierto, el futuro se inicia ¡ya! Hacemos votos por la gestión de Carlos Fernández, por su horizonte, al cual dirigirá su corazón y sus pasos.