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- 11/08/2022 00:00
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La intención de emigrar en Honduras ha aumentado en 16 puntos porcentuales desde 2018, y el 54 % de sus ciudadanos "expresan el deseo de irse a vivir o trabajar al extranjero", según un estudio del Barómetro de las Américas correspondiente a 2021 difundido este miércoles en Tegucigalpa.
"A las personas que reportaron tener intenciones de irse a vivir o trabajar al extranjero se les preguntó dónde pensaban ir y EE.UU. es la opción más clara para la mayoría", subraya el informe.
Añade que más de tres cuartas partes de los hondureños con intenciones de emigrar esperan llegar a EE.UU. y que, entre los principales impulsores para las intenciones de irse en 2021, figuran falta de oportunidades económicas (55 %), falta de oportunidades educativas (15 %), reunificación familiar (4 %), inseguridad y violencia (4 %), corrupción (1 %) y otras razones (21 %).
"Además, estos hallazgos apuntan a la inseguridad alimentaria como un impulsor más fuerte de la emigración en 2021. En el caso de hondureños con mayor probabilidad de emigrar, se identificaron quienes sufren de inseguridad alimentaria, jóvenes (entre 18 y 25 años) y hombres", según el Barómetro de las Américas.
El estudio indica que América Latina y el Caribe han experimentado una disminución en el apoyo ciudadano a la democracia como la mejor forma de gobierno, y que en el caso de Honduras solo 3 de cada 10 personas estaban satisfechos con el funcionamiento de la democracia en 2021.
"El nivel de satisfacción con la democracia de los hondureños es el más bajo desde que comenzó a realizarse la encuesta en 2004 y solo 22 % de hondureños percibe que sus derechos básicos están bien protegidos por el sistema político", agrega.
Los resultados de la muestra fueron presentados por la Federación de Organizaciones No Gubernamentales para el Desarrollo de Honduras (Foprideh), en colaboración con la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo (Usaid), LAPOP Lab y la Universidad de Vanderbilt.
La encuesta, anual, recoge la opinión de ciudadanos de la región desde 2004 y destaca que "el apoyo a la democracia no ha recuperado los niveles registrados hace una década".
También señala que si bien es menos probable que los ciudadanos toleren una toma del poder por parte de los militares que hace una década, es mucho más probable que consientan un Poder Ejecutivo que gobierne sin el Poder Legislativo en situaciones de crisis.
La proporción de adultos en cada país de la región que expresan su apoyo a la democracia varía de 46 % en Haití hasta 80 % en Uruguay, y según el sondeo, en todos los países, con la excepción de cuatro (incluyendo Honduras), la mayoría expresa su apoyo a la democracia en lo abstracto.
Menos de la mitad de los hondureños (49 %) estuvo de acuerdo con la proposición de que, a pesar de sus problemas, la democracia es la mejor forma de gobierno, muy por debajo de la media regional de 61 %, según el Barómetro de las Américas.
Lo más preocupante es que casi 45 % de los hondureños consultados "están dispuestos a apoyar un golpe militar en condiciones de alta corrupción, mientras el promedio regional es de 40 %".
Además, el porcentaje de hondureños que apoyan un golpe de Estado en condiciones de alta corrupción ha disminuido un 10 % desde que alcanzó su nivel más alto en 2008, un año antes del golpe de 2009 (a Manuel Zelaya), cuando esta cifra se situaba en 55 %. Sin embargo, "solo 20 % apoya a un líder fuerte que no cumpla con las reglas para conseguir resultados", revela el mismo estudio.
DESCONFIANZA EN LOS POLÍTICOS
Subraya además que el 26 % de los hondureños está dispuesto a justificar el cierre del Parlamento por parte del presidente si el país enfrenta "tiempos difíciles", lo que representa un aumento del 17 % desde 2010.
"En general, los ciudadanos de la región están dispuestos a sacrificar las elecciones en favor de un sistema que garantice ingresos y servicios básicos, pero están menos dispuestos a sacrificar la libertad de expresión", y "solo 22 % de los hondureños cree que el sistema político protege los derechos básicos, ubicando al país entre los tres con menor porcentaje", expresa el estudio.
Indica que una mayoría de hondureños (53 %) prefiere un gobierno que garantice un ingreso y servicios básicos, aunque no se pueda elegir a las autoridades, y que, no obstante, solo 34 % prefiere sacrificar el derecho de expresión libre a cambio de ingreso y servicios básicos.
"La voluntad de sacrificar elecciones por servicios básicos se refleja también en el bajo nivel de confianza que expresan los hondureños por las elecciones" y "solo 23 % dice tener confianza en las elecciones, un porcentaje que se ha mantenido bastante estable desde 2004, con la excepción de 2014 y 2016, cuando 35 % y 34 %, respectivamente, expresaban confianza en las elecciones, destaca el estudio entre otras cosas.