Carlos III se somete a su operación programada de próstata en clínica londinense

Actualizado
  • 26/01/2024 15:58
Creado
  • 26/01/2024 15:58
Se dispararon las visitas a la página dedicada a esta dolencia en el sitio del NHS, el servicio público de salud británica.

El rey Carlos III fue operado el viernes de la próstata, en el mismo hospital en que su nuera Catalina se recupera de una cirugía abdominal, informaron medios británicos, que añadieron que el monarca “está bien”, citando fuente anónimas.

La reina Camila, esposa del Carlos III, sonriente y sin hacer declaraciones, dejó a media tarde la London Clinic, donde el soberano de 75 años había ingresado para esta intervención quirúrgica “programada” de una hipertrofia “benigna” de la próstata.

Tras su ingreso en el centro a primera hora de la jornada, el Palacio de Buckingham había anunciado que “el rey ingresó en un hospital de Londres esta mañana para recibir el tratamiento programado”.

Según el diario The Times, el soberano permanecerá dos días en el hospital.

“Su Majestad quiere dar las gracias a todos los que le enviaron buenos deseos durante la semana pasada y le encanta saber que su diagnóstico está teniendo un impacto positivo en la concienciación sobre la salud pública”, añadió el comunicado oficial.

El hospital privado London Clinic de la capital británica alberga en este momento a dos miembros de la realeza, ya que la princesa Catalina de Gales, esposa del heredero de la corona, Guillermo, primogénito de Carlos III, lleva ingresada once días en el centro.

La princesa se recupera en dicho centro de una cirugía abdominal a la que se sometió “con éxito” la semana pasada y que la que debe mantener ingresada unas dos semanas.

Según informaciones, el rey visitó a Catalina justo antes de ingresar para su operación.

El Palacio de Buckingham había anunciado el 18 de enero que el monarca se iba a someter a un “procedimiento correctivo” en la próstata.

Las precisiones sobre la dolencia “benigna” del rey se hicieron públicas para animar a los ciudadanos varones a hacerse pruebas, puesto que la monarquía no suele dar muchos detalles de estos temas.

Y la iniciativa de la casa real tuvo éxito, ya que se dispararon las visitas a la página dedicada a esta dolencia en el sitio del NHS, el servicio público de salud británica.

En los 48 horas posteriores al anuncio del problema de próstata del rey, se registraron 26.000 visitas a la página, frente a una media de 1.400 diarias en fechas precedentes.

La organización benéfica Prostate Cancer UK informó también que había observado un aumento de más del 100% en el número de personas que utilizaban su verificador de riesgos en línea al día siguiente del anuncio.

La hiperplasia o hipertrofia de próstata se diagnostica cuando existe un crecimiento benigno de la glándula prostática en el varón.

Esta hipertrofia o agrandamiento de la próstata provoca síntomas urinarios en el varón adulto y es un proceso que se correlaciona con la edad del paciente.

Ian Eardley, cirujano urológico y director del NHS England, afirmó que la afección era “hasta cierto punto, algo inevitable del envejecimiento para casi todos los hombres”.

“Pero este anuncio hará que más hombres busquen ayuda. Eso es algo bueno”, añadió.

Los problemas de salud de dos miembros de la realeza, Carlos y Catalina, dejan a la monarquía estos días sin tres figuras importantes, ya que Guillermo también ha decidido suspender su presencia en actos públicos para estar junto a su mujer.

La reina Camila será por tanto casi el único miembro de la primera línea real en activo en las próximas fechas.

Camila, de 76 años, había afirmado el jueves, en Escocia, que su esposo está “bien” y que tiene “prisa por volver al trabajo”.

A esos dos problemas de salud en la realeza se unió el anuncio el domingo de que la duquesa Sarah Ferguson, antigua esposa del príncipe Andrés, hermano de Carlos III, padece un “melanoma maligno”, un cáncer de piel.

La transparencia con los detalles de salud del rey supone una clara ruptura con el pasado.

La causa anunciada de la muerte de Isabel II en septiembre de 2022, con 96 años, fue la vejez, aunque un biógrafo real había afirmado que tenía cáncer de médula ósea.

Al padre de Isabel II, el rey Jorge VI, gran fumador, le extirparon un pulmón en septiembre de 1951, sin hacerse público.

Nunca se recuperó, murió en febrero de 1952 y con el tiempo se reveló que tenía cáncer de pulmón.

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