Mindfulness para niños: Un camino hacia el bienestar

Mindfulness también es conocido como Atención Plena o Conciencia Plena. Los ejercicios invitan a estar atento al momento presente. La atención se enfoca en lo que hay, sin cuestionarlo ni juzgarlo. Es una práctica basada en la meditación Vipassana y se ha popularizado como una herramienta para potenciar el bienestar integral.

El estilo de vida de los más pequeños ha cambiado mucho. Sus días transcurren en interiores, con muchos estímulos digitales, agendas cambiantes y cargadas. Pero, su cerebro sigue siendo un órgano en desarrollo que siente el impacto del estrés cotidiano. Algunos investigadores afirman que la práctica de Mindfulness puede ayudar con esto.

Un estudio hecho en el Massachusetts Institute of Technology, entre 2020 y 2021, evalúo a 279 niños entre 8 y 10 años. Los participantes usaron un app para sus prácticas en casa. Niños y padres reportaron mejoras en varios aspectos de su salud mental, por ejemplo, menos estrés y reducción del afecto negativo.

Otra investigación realizada por la Universidad de Cambridge encontró que los programas de Mindfulness en escuelas primarias mejoraron el bienestar emocional de los estudiantes, reduciendo síntomas de ansiedad y depresión. Además, se observó una mejora en la atención y la capacidad de autorregulación.

Las prácticas para niños suelen iniciar con ejercicios simples de respiración. Hay juegos de atención plena o incluso cuentos que estimulan la reflexión y la concentración. A través de los ejercicios se promueve la conciencia plena: se busca una mayor comprensión y aceptación de los pensamientos, emociones y sensaciones corporales.

Un error común es creer que el Mindfulness es una práctica demasiado avanzada para los niños. Sin embargo, ellos pueden aprender técnicas adaptadas a su edad y nivel de desarrollo. Tampoco es necesario que permanezcan inmóviles durante largos períodos. Las actividades están ideadas para captar su interés.

El apoyo de los padres es decisivo para el éxito de la práctica. Al practicar junto a sus hijos, los padres crean un ambiente de apoyo y tranquilidad. Mantener una actitud abierta y comprensiva es importante, animando a los niños a compartir sus experiencias y sentimientos sin juzgarlos.

Integrar Mindfulness en la rutina diaria puede ser una herramienta poderosa para el bienestar de toda la familia, estimulando un ambiente de armonía y comprensión mutua.