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- 30/05/2024 00:00
- 29/05/2024 16:58
Tengo siete años casada y desde que lo estoy, pienso que la vida en pareja hace que nuestra cotidianidad sea más sencilla, si se entiende el matrimonio como un equipo que rema en la misma dirección. Cuando nos casamos nos gusta el hecho de sabernos amadas y deseadas, y en ese sentido, el matrimonio puede satisfacer ampliamente nuestras necesidades sexoafectivas.
Pero también sabemos que con el pasar del tiempo, la rutina, la cotidianidad, puede hacer que el sexo pase a un segundo plano, y puede pasar a un segundo plano porque valoramos más otras cosas, pero no desaparecer, porque el sexo en la única cosa que diferencia a una pareja de una relación de amistad. Pero, ¿cómo mantener la llama en el tiempo? No hay un manual para eso, pero haré algunas consideraciones que quizás a mis amigas lectoras les funcione.
Si en el noviazgo hay tiempo para todo, en el matrimonio no tanto, especialmente si la familia crece. Se requiere de planificación para propiciar el encuentro sexual, así como cuando anotas en la agenda el café con las amigas, de la misma forma hay que buscar que la magia suceda. Lo segundo y seguro les suena familiar, es que hay que buscar formas de romper las rutinas. Cambiar de espacios, usar lenceria, aceite corporal, incluir juguetes sexuales, establecer un ambiente que ayude a conectar y potencial tu sexualidad, es muy importante.
Se sabe que los hombres consumen continuamente publicidad y contenido que los mantiene sexualizados. En ese sentido, las mujeres no tenemos porque quedarnos atrás y podemos leer una novela erótica, fantasear con Chris Hemsworth o algo tan sencillo como recordar encuentros sexuales placenteros o tocar nuestro cuerpo desnudo a placer, puede ayudar a estar conectadas con nuestra sexualidad y nuestro cuerpo.
Otra forma de mantener la llama encendida, es compartir fantasías sexuales con nuestras parejas, ya que ayuda a vivir a través del verbo y la mente otras experiencias. De acuerdo a Justin Lehmiller, un investigador sexual del Instituto Kinsey, el trío es la fantasía sexual más común entre los estadounidenses. Sabemos que este tipo de actos sexuales es realizada por un porcentaje muy bajo de parejas por divesas razones, pero con palabras, juegos, cambios de roles, nos permitimos abrir un pequeño portal en el que nos acercamos a esas experiencias sin los riesgos que pueden implicar en la practica hacerlas. Ya saben, mantener la llama encendida es un trabajo que comienza con planificación y acaba por estimular el cerebro.