La mayor ciudad de la frontera sur de México, Tapachula, emplea a migrantes que quedaron varados por las restricciones del presidente de Estados Unidos,...
Kathia Acosta: ‘Como mujeres tenemos el poder y la capacidad de elegir cómo queremos ser vistas’
- 30/01/2025 00:00
- 22/01/2025 11:11
Kathia Acosta es energía y humildad pura. Se maneja entre chistes, anécdotas y rostros que desea nunca olvidar. La periodista chiricana recuerda y menciona cada nombre de las personas que la ayudaron a ser quién es ya lograr lo que es hoy día.
Sin embargo, su gran esfuerzo es mérito propio. Supo tomar las oportunidades y no desperdiciarlas. “Yo nunca trabajo”, aseguró. “Creo en la frase de que si haces lo que te gusta, nunca trabajarás un día de tu vida”.
Además de trabajar frente a las cámaras, Acosta ha logrado tomar su pasión por el deporte, específicamente el ciclismo, y convertirlo en una idea generadora de ingresos e historias de inspiración. Su misión, más allá de hablar del deporte como tal, es promover a la mujer como atleta y no como una figura para el agrado masculino.
Segura, enérgica y con un humor único, Acosta le contó a revista MÍA como se inició en el periodismo, las lecciones que ha ganado a lo largo del camino y cómo el ciclismo le ha dado no solo una pasión más, sino una razón para cuidarse. de forma mental y física.
Muchísimos, la verdad, pero los más valiosos fueron jugando en la plaza del pueblo en Dos Ríos, Dolega (Chiriquí) con mis amigos. Algo que siempre he amado es el trapiche con mi abuelo en la molienda de los domingos. Mi trabajo consistía en atrasar los bueyes para hacer la producción de la panela o la caña de azúcar.
De mi madre tengo el carácter. Tengo su fortaleza y resiliencia para superar cualquier obstáculo y seguir adelante sin importar qué dificultades encuentre en el camino. De mi padre tengo la paciencia y la inteligencia emocional para evitar conflictos.
Cuando estaba en quinto año de secundaria, mi tía me preguntaba qué iba a estudiar y yo le contestaba que todavía no sabía y que faltaba mucho tiempo. Al graduarme no sabía qué iba a hacer, así que fui a la universidad a hacer las pruebas para saber qué carrera elegir y mis resultados arrojaron tres opciones que van muy de la mano con mi perfil y esencia: periodismo, relaciones públicas y psicología.
Escogí periodismo y no me equivoqué. Es la carrera que sigo ejerciendo hoy día, pero a la vez el camino profesional me ha obligado, de alguna manera, a trabajar en relaciones públicas, porque en las comunicaciones siempre debes saber de PR.
Por otro lado, también introdujo en mi vida la psicología, porque me gusta estudiar al ser humano y su forma de buscar conocimiento. Siempre trabajo en autoconocerme.
Inició de forma maravillosa e inesperada. Estaba en mi segundo año de la carrera en la Universidad Autónoma de Chiriquí y me llamó mi compañero Luis René Ábrego para decirme que estaban buscando un rostro femenino para llevar un noticiero. Viajé a Panamá a hacer el ‘casting’ y fui elegida para llevar dicho programa en televisión.
Fueron llenos de crecimiento. Lo agradezco porque viajé a Panamá y me preparé durante dos o tres meses con un equipo de profesionales que admiraba, que eran ese modelo a seguir y con los cuales todavía mantengo una relación.
Para empezar, mi gran amiga, Maritza Muñoz. Admiro su talento como profesional del periodismo. Trabajé también con Judy Meana, Julio Miller y una cantidad de periodistas que hasta la fecha se mantienen vigentes en la televisión panameña.
Fue una escuela que marcó mis inicios en el periodismo. Tuve esas primeras experiencias en la pantalla chica leyendo noticias, comencé mis primeros reportajes de investigación y mucho más.
Toda la vida he hecho deporte. Alrededor del 2010 se realizó el primer Ironman en nuestro país y vino un ciclista muy destacado en ese entonces: Lance Armstrong. Me inspiró mucho ver a tantos extranjeros en el país que solo querían participar del triatlón y me propuse ingresar en dicho deporte.
Un amigo me regaló mi primera bicicleta de ruta y de aluminio, y el resto es historia. Desde que me subí a esa bicicleta, me encantó. El ciclismo es un deporte muy exigente y de sacrificio. Hay una frase que dice: “Mientras más lindo sea el paisaje, más dura es la subida”, y es así.
En 2009, trabajaba como periodista digital y colaboraba con medios en el exterior. Aprendí mucho de las herramientas tecnológicas, y para el 2020, que comienza el confinamiento a raíz del COVID-19, pude seguir trabajando porque brindaba mis servicios de ‘marketing’ digital y ‘social media’.
Un día de esos, en mi apartamento, se me viene la idea de utilizar todos mis conocimientos para promover el ciclismo en la población femenina. Mi objetivo no era vender a la mujer por su cuerpo, sino como una atleta de verdad.
Las mujeres somos más que un cuerpo bonito y yo quería darnos a conocer como atletas. Comencé a entrevistar a aquellas que se han dedicado al ciclismo y no solo me quedé con una cuenta de Instagram, sino que comencé un canal de YouTube y una página web.
Para empezar, la constancia. Si no somos constantes en el ciclismo, como en la vida, no tendremos un buen resultado. Si quiero ser una atleta que sufra menos en las subidas, debo ser constante en el entrenamiento. Si en mi vida quiero lograr un objetivo, debo ser constante.
Además de eso, aprendió sobre disciplina. Si quiero buenos resultados, pero no entreno de forma disciplinada, ¿cómo espero cumplir las metas que me propongo? Y por último, aprendí sobre resiliencia y cómo levantarme cada vez que me caigo. El ciclismo exige aprender a caerse y levantarse y estar dispuesto a tomar riesgos, al igual que la vida.
Como buena chiricana, empezaré por mi provincia. Tenemos las Tierras Altas y desde la casa de mi madre tengo el privilegio de ver el volcán Barú. Poder salir en bicicleta desde su residencia hasta Potrerillos, Boquete, Cordillera y Cochea es increíble.
Tenemos Cerro Punta para los que aman el ciclismo de ruta, que es muy exigente, pero hay mucho más. Taboga tiene lugares espectaculares llenos de montañas para un ciclismo distinto. También destacaría Colón y sus playas. Recorrer la costa arriba y costa abajo en bicicleta es increíble, sobre todo dentro de sus junglas.
Resalto también Cambutal, que no solo permite el ciclismo, sino el surf. Pedasí y playa Venao cuentan con paisajes y rutas donde montar bicicleta. Pero no necesitamos irnos tan lejos. Si nos dirigimos a Chepo encontraremos la selva tropical de Panamá o también podemos ir al Camino de Cruces que enseña sobre la historia de nuestro país.
Como mujeres tenemos el potencial, el poder y la capacidad de elegir cómo queremos ser vistas. Primero, depende de nosotras qué valor nos damos. En la medida en la que nos vemos en un espejo y nos damos cuenta de lo valiosos que somos, vamos a ir al mundo a mostrar eso y vendernos.por el potencial, la belleza, el intelecto y el talento que tenemos.