La reunión de este miércoles 13 de noviembre en la Casa Blanca entre el presidente saliente de Estados Unidos, Joe Biden, y el mandatario electo, Donald...
Actualizado
- 02/11/2022 00:00
Creado
- 02/11/2022 00:00
Cuatro años después de su “entierro” político, como él mismo lo definió la víspera, Lula resucitó este domingo al ser elegido con el 50,9% de los votos, cerca de 2 puntos porcentuales más que su rival, aupado, en parte, por el "antibolsonarismo"
El presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha elegido para esta tarea al vicepresidente electo, Geraldo Alckmin, para que empiece con la transición en Brasil, pese a la rabieta del presidente derrotado Jair Balsonaro.
Sin embargo, el presidente Bolsonaro ha defendido los bloqueos de carreteras de sus partidarios, aduciendo que “son el resultado de la indignación y un sentimiento de injusticia por la forma en que se llevó a cabo el proceso electoral”. Pero Bolsonaro, pese a su enojo, asegura que cumplirá los mandatos de la Constitución.
Tras más de 24 horas de silencio, Bolsonaro dio un corto discurso, de cerca de dos minutos, agradeciendo el voto a los ciudadanos brasileños, sin nombrar su derrota, y hablando solo de “seguir la Constitución” en el marco del traspaso de poderes.
El ministro de la Casa Civil, Ciro Nogueira, ha sido autorizado por Bolsonaro para liderar el traspaso de poderes a su sucesor, a quien ha llamado “presidente Lula”.
Los reñidos comicios y la rabieta de Bolsonaro que demoró más de 24 horas en dar la cara tras los resultados que no le favorecieron, forman parte de toda una campaña teñida de epítetos y acusaciones como los rumores de que emisarios del Partido Demócrata de Estados Unidos estaban coordinando la agenda política de la sede de la campaña de Lula y que fueron financiados y publicados a través de la prensa controlada por “izquierdistas”. No obstante, se trató de investigaciones falsificadas (fake news) de ciertos grupos neonazis de Brasil que sembraban esto en la reñida campaña. Brasil vive momentos de gran incertidumbre, aunque todo parece indicar que Lula sí asumirá el cargo en enero y que Bolsonaro entregará el poder.
Lo Nuevo
