Ciclistas, atletas, patinadores y paseantes de la capital colombiana tienen una cita infaltable desde hace 50 años: la ciclovía de los domingos y festivos,...
Timochenko pide a Duque salvar a Colombia del "precipicio" y cumplir acuerdos
- 03/02/2020 00:00
- 03/02/2020 00:00
El jefe del partido FARC, Rodrigo Londoño, conocido como "Timochenko" en su época de guerrillero, pidió al presidente de Colombia, Iván Duque, salvar al país del "precipicio al que lo están conduciendo", en una carta en la que denuncia el asesinato de desmovilizados y critica el incumplimiento del acuerdo de paz.
"A veces he pensado que usted no es completamente consciente de la dirección que quieren imprimirle al país los sectores que rabian con la paz y la democracia. Señor presidente, repare por lo más sagrado que tenga, en el estado actual de Colombia, en el precipicio al que la están conduciendo. Aún es tiempo", dice Timochenko en la carta divulgada este domingo.
El líder del partido FARC, en el que se convirtió la guerrilla tras su desmovilización, se refirió así a la situación de inseguridad de los excombatientes tras asegurar que la semana que pasó estuvo "cargada de acontecimientos significativos, que dicen mucho del rumbo del país y el futuro que se le avecina".
PERSECUCIÓN DE EXCOMBATIENTES
La semana pasada más de 60 excombatientes tomaron la decisión de abandonar la zona de Santa Lucía del municipio de Ituango, en el departamento de Antioquia (noroeste), donde llevan a cabo su proceso de reincorporación a la sociedad, por falta de garantías de seguridad tras el asesinato del exguerrillero Darío Herrera.
Además, el Gobierno colombiano confirmó que las autoridades respondieron a una "alerta" por un supuesto plan para atentar en la misma zona contra el ex jefe guerrillero "Pastor Alape", delegado de FARC en el Consejo Nacional de Reincorporación (CNR).
Ante estos hechos, el partido FARC denunció un "plan de exterminio" contra exguerrilleros en Ituango, donde operan el Clan del Golfo, la mayor banda de origen paramilitar del país, y disidentes de las FARC que no se acogieron al acuerdo de paz firmado en noviembre de 2016 con el Gobierno.
A los desmovilizados "casi que les gritan que no tienen derecho a quejarse, que quienes los están matando son las disidencias, sus antiguos compañeros", aseguró hoy Timochenko al afirmar que esto pone "de manifiesto el carácter intolerable de la persecución" que viven "padeciendo los firmantes del Acuerdo Final de Paz".
Para el líder de FARC, las amenazas han llevado a los desmovilizados a convertirse en "desplazados forzados. Dejaron sus armas, son campesinos comunes y corrientes, que simplemente corren la misma suerte de sus pares del Chocó, Nariño, Cauca, Putumayo o el Catatumbo".
Esto, dice Timochenko, obliga a meditar "profundamente en lo que ocurre, no solo en Ituango o Antioquia, donde suman ya 25 los reincorporados víctimas de homicidios a mansalva, sino en gran parte del territorio nacional".
Además de Herrera, este mes han sido asesinados los exguerrilleros Jhon Fredy Vargas Rojas, en Pitalito (Huila); Hober Arias Giraldo, en Dabeiba (Antioquia); y Benjamín Banguera Rosales, en el convulso departamento del Cauca (suroeste).
Esas muertes se suman a las 77 de 2019, el año más violento para los exguerrilleros que se acogieron al acuerdo de paz, según la Misión de Observación de Naciones Unidas.
INCUMPLIENTO DE ACUERDOS
Nuevamente el líder de FARC volvió a criticar la implementación de los acuerdos de paz, firmados en noviembre de 2016 por el Gobierno de Juan Manuel Santos (2010-2018), y denunció el riesgo para los que se acogieron al desarme y al proceso de reincorporación.
"En los Acuerdos de La Habana el Estado colombiano se comprometió a rodear de numerosas garantías a los reincorporados. Y a los líderes sociales y dirigentes de la oposición. A todo el que ejerza la política. Es absolutamente claro que nada de eso se está cumpliendo", sostuvo, al criticar que la ahora exministra del Interior Nancy Patricia Gutiérrez calificara de "semifallido" el proceso de paz.
Para la ONU, que supervisa la implementación de los acuerdos entre el Gobierno y las FARC, los repetidos ataques contra excombatientes y líderes sociales siguen siendo la principal amenaza para la consolidación de la paz en el país.