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Palestina, entre la resistencia anticolonial y la catástrofe humanitaria
- 25/10/2023 12:19
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A finales de los años 70's, luego de décadas de control de Estados Unidos, los panameños lograron sentar a la potencia militar más poderosa del mundo a negociar la devolución de la Zona del Canal. Esa lucha se tradujo en la firma de los tratados Torrijos-Carter el 7 de septiembre de 1977. Ese fue el inicio del fin de la presidencia colonial estadounidense en el territorio nacional.
Eran años convulsos en el mundo, y Panamá, no era la única nación que luchaba contra el colonialismo. En África, Asia y el Medio Oriente, se alzaban pueblos contra los regímenes viejos coloniales heredados tras siglos de expolio de las metrópolis europeas. Entre aquellas naciones que exigían libertad, también estaba Palestina.
Luego de los horrores de la Segunda Guerra Mundial y los crímenes cometidos contra muchos pueblos, incluidos los judíos europeos, la comunidad internacional decidió establecer en 1948 dos Estados en el antiguo Mandato Británico de Palestina: , uno palestino y otro israelí, solo el segundo prevaleció por la fuerza. Desde entonces, miles de palestinos han sido expulsados de sus tierras, mientras la región vive constantes espirales de una violencia que no parece tener fin.
Aunque la cuestión palestina parece una historia lejana de un pueblo dejado a su suerte, Panamá y Palestina compartieron un destino común. Así lo recordó la comunidad palestina-panameña el pasado 19 de octubre en una manifestación en la Ciudad de Panamá por la paz en la Franja de Gaza y Cisjordania.
“Para mí, existe una cercanía con el pueblo palestino porque nos une una historia de resistencia, de lucha contra el opresor y colonizador”, contó el abogado Gilberto Solís a La Estrella de Panamá aquel día, en el cual exigieron un cese al fuego y detener la espiral de muerto tras el escalamiento militar –por enésima vez- del conflicto con Israel.
“Nuestro problema no es con el judaísmo”, aclaró Gassan Salama, panameño de origen palestino quien también dio unas palabras a la multitud presente. “La guerra la hizo Israel con un pueblo que no tiene ejército y eso se llama genocidio. Desde aquí, la población del Chorrillo sintió las bombas (estadounidenses) que cayeron indiscriminadamente. Estas son las mismas bombas que caen día tras día en Gaza y sobre el área de Cisjordania”.
En 1976, Palestina y Panamá ingresaron al Movimiento de países No Alineados. Un bloque de Estados – del sur del mundo- que buscaban una postura centrada durante la Guerra Fría entre EEUU y la Unión Soviética. Muchos enfrentaban luchas anticoloniales: los panameños frente a EEUU y Palestina ante Israel
“Palestina fue un país que siempre apoyó la lucha por la soberanía del pueblo panameño”, remarcó el abogado Solís
Los panameños consiguieron recuperar su territorio el 31 de diciembre de 1999. ¿Por qué Panamá si pudo obtener la soberanía que tanto anhelaba y Palestina no? ¿Qué impide a Palestina ser una tierra libre y tener un Estado reconocido?
“Esto no es un conflicto de una semana, un mes, o un año. Es un conflicto de 75 años”, cuenta Khaled Salama, otro joven panameño originario de Palestina.
“Hacemos un llamado al gobierno nacional a que condene los actos terroristas de Israel contra la población civil de Palestina. Que considere que existen panameños en los Territorios Palestinos que no quieren salir por miedo a perder su tierra, pero exigen la seguridad de sus vidas”, comunicó Gassan Salama.
“Todos tenemos derecho a Palestina. Todos somos hermanos. Quienes nunca serán hermanos nuestros serán los sionistas”, zanjó el joven. ¿Qué es el sionismo y por qué es relevante?
La mayoría de los historiadores ubican el surgimiento del sionismo moderno a finales del Siglo XIX, al calor del colonialismo europeo que se repartía África, pocos años después de la Conferencia de Berlín de 1884. Básicamente es la anhelada idea de los europeos judíos por ubicar una tierra a su pueblo, históricamente desplazado. Contemplaron varios lugares, incluidos Madagascar y hasta Argentina; pero finalmente optaron por Palestina. Años después, el movimiento sionista que pretendía crear un Estado judío, lo consiguió el 29 de noviembre de 1947 bajo al amparo de Naciones Unidas en la resolución 181 con 33 votos a favor, 13 en contra y 10 abstenciones.
Esto proclamó que Palestina, entonces bajo control británico, quedaría dividida en dos partes: Israel tomaría el 54% del territorio, Palestina el 45% y el 1% restante que comprendía Jerusalén y Belén, pasaría a administración internacional. Un año más tarde, en 1948 se crea el Estado de Israel lo que desató la desavenencia de los países árabes, que rechazaban la partición y empujó a la región grandes guerras por las décadas siguientes: la Guerra de Sinaí (1956), la Guerra de los Seis Días (1967), y Guerra de Yom Kipur (1973), fueron algunas. Todos esos conflicto, terminaron un saldo negativo para los palestinos, cuyo territorio –acordado en Naciones Unidas- terminó ocupado ilegalmente, y es la raíz del problemas hasta nuestros días. De aquelllas tierras de 1948, Palestina fue despojada del 92%.
Desde 2004 el grupo Hamás gobierna en la Franja de Gaza tras una elección que Israel no reconoció. El grupo islamista gobernaría la franja, mientras que Fatah –una de las principales fuerzas palestinas que dirige la Autoridad Nacional Palestina- se encargaría de Cisjordanía. En junio de 2007, Israel impuso un bloqueo terrestre, aéreo y naval a la Franja de Gaza, acusando a Hamás de terrorismo.
Este conflicto representó un durísimo castigo para los gazatíes, que por más de 15 años, han sufrido un aislamiento impuesto por Israel, con severas restricciones al movimiento de bienes y personas.
La oenegé Human Rights Watch, ha calificado el territorio de “prisión al aire libre”: los habitantes de Gaza tienen acceso limitado a la atención sanitaria, la educación y las oportunidades económicas. El 80% de su población vive en extrema pobreza.
"Durante al menos la última década y media, la situación socioeconómica en Gaza ha estado en constante deterioro", dijo la UNRWA en agosto.
“Más allá de las cifras, los profesionales de la salud mental en Gaza describen una crisis que pasa desapercibida”, dijo Tania Hary, directora ejecutiva de Gisha, una organización israelí de derechos humanos que se centra en la libertad de movimiento de los palestinos.
Las condiciones han empeorado exponencialmente desde que Israel declaró un “asedio completo”, reteniendo suministros esenciales de alimentos, combustible y agua.
El portal web de la Amnistía Internacional redactó en 2022 sobre la situación que hasta la actualidad sigue siendo una realidad para los 2.3 millones de habitantes que se encuentran en Gaza a manos del gobierno israelí.
“El continuo sistema opresivo y discriminatorio de Israel para gobernar a los palestinos constituyó un sistema de apartheid, y los funcionarios israelíes cometieron el crimen de apartheid según el derecho internacional”, redactó.
En sus informes, Amnistía Internacional también ha denunciado crímenes cometidos por el gobierno israelí contra los palestinos, como la represión contra la libertad, el bloqueo de recursos y alimentos, las torturas a ciudadanos detenidos sin procesos judiciales, además de traslados forzosos y restricciones al derecho a trabajar o recibir asilo.
La situación en Cisjordania no es mejor. “Las autoridades israelíes demolieron 952 estructuras palestinas en toda Cisjordania, incluida Jerusalén Oriental, desplazando a 1.031 palestinos y afectando los medios de vida de miles de personas más”, señala la oenegé.
El pasado 7 de octubre del presente año Israel se declaró en estado de guerra tras la ejecución de un ataque sorpresa por parte de las milicias de Hamas, un ataque condenado por una parte importante de la comunidad internacional. El diario catarí Al Jazeera informó en su portal web que hasta el momento han muerto 1.400 israelís y 5.087 palestinos. Del lado palestino, al menos más de 2 mil son niños según reportes de la organización Save The Children.
Francesca Albanese, experta en derechos humanos de la ONU advirtió el pasado 14 de octubre que los palestinos corren grave peligro de sufrir una “limpieza étnica masiva” y pidió a la comunidad internacional mediar urgentemente para lograr un alto el fuego entre Hamás y las fuerzas de ocupación israelíes en guerra.
“Existe un grave peligro de que lo que estamos presenciando pueda ser una repetición de la Nakba de 1948 y de la Naksa de 1967, aunque a mayor escala”, señaló Albanese sobre el periodo en el que más de 750.000 palestinos fueron expulsados de sus hogares en el tiempo que se establecía el Estado de Israel en 1948 y nuevamente en 1967 cuando fueron 350.000 desplazados.
"Israel ya ha llevado a cabo una limpieza étnica masiva de palestinos bajo la niebla de la guerra", afirmó el experto. “Una vez más, en nombre de la autodefensa, Israel intenta justificar lo que equivaldría a una limpieza étnica”, continuó.
“Cualquier operación militar continuada por parte de Israel ha ido mucho más allá de los límites del derecho internacional. La comunidad internacional debe poner fin a estas atroces violaciones del derecho internacional ahora, antes de que se repita la trágica historia. El tiempo es la esencia. Tanto los palestinos como los israelíes merecen vivir en paz, igualdad de derechos, dignidad y libertad”, concluyó.