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- 28/09/2023 00:00
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Entre emociones encontradas nos preguntamos, ¿es nuestra especialidad más visible ahora que nunca? Ya han pasado muchos años trabajando arduamente por la prevención, la reeducación y la inserción de una población vulnerada, sin embargo, se le ha dado la espalda sintiéndose excluida de esta sociedad.
Decimos esto porque la Ley 222, recién aprobada el 8 de junio 2021, reconoce el ejercicio de las profesiones de licenciado y técnico en inadaptados sociales e infractores, no obstante, aún no ha sido reglamentada, por lo que nos mantendremos vigilantes hasta que se logre dicha reglamentación.
Podemos decir que hemos tenido avances incalculables, ya que actualmente somos miembros del Consejo Nacional de la Política Criminológica en la República de Panamá, destacando que este consejo es precedido por el Ministerio de Seguridad Pública, tal como establece la Ley N° 328 del 10 de octubre de 2022, y que entre sus objetivos principales está: “adoptar los lineamientos generales de una política criminológica, procurando el abordaje institucional desde un enfoque técnico, multidisciplinario, multidimensional, integral y científico del fenómeno de la criminalidad y seguridad ciudadana en el país”.
Es preocupante observar el rumbo que han tomado muchos coterráneos y algunos extranjeros que viven en nuestro suelo, que, aunque nos duela, no podemos hacernos de oídos sordos y viendo que no es el mundo que anhelábamos, alterando las buenas costumbres y por ende, la cultura de paz. Es por ello que cada día nuestra profesión se hace más necesaria para que, junto con otros profesionales, podamos minimizar el fenómeno de la delincuencia.
Este fenómeno que nos obliga a replantearnos si realmente se comprende la magnitud de lo que estamos viviendo y cómo lo estamos viviendo, además de las obligaciones que trae consigo para cada uno de nosotros, que, aunque suene gastado (o trillado) este discurso, tenemos que enfocarnos en la raíz principal del mismo, llamar la atención del papel que está desempeñando la familia, la educación, la sociedad y enfatizar en los valores, el civismo, en el modelo que estamos dejando especialmente en los niños y juventud, es decir en el desarrollo integral desde la prevención.
Retomando la frase de un colega, “ahora nuestra necesidad de servicio está como en una vitrina” podemos decir que así sentimos que esta nuestra profesión, ya que ante esos obstáculos, varios compañeros han dicho presente representándonos como especialista en inadaptados sociales e infractores, en el plan piloto en algunas escuelas de San Miguelito y la Academia Internado Encontrando el Camino Correcto, como parte de las estrategias de prevención que lleva a cabo la Secretaría Ejecutiva de la Política Criminológica del Ministerio de Seguridad.
En este sentido reivindicamos mayor visibilización al celebrarse, el 24 de septiembre, un año más del Día del Especialista en Inadaptados Sociales e Infractores, muchos de nuestros colegas estarán festejando con un sinnúmero de actividades con los grupos que requieren de nuestros servicios, con el compromiso, vocación de servicio, amor y entusiasmo con el que siempre esta profesión nos convida hacerlo, quizá por su propia característica.
Con complacencia y orgullo vemos cada logro de los compañeros, quienes siempre brindan esa milla de más, los que creen en lo que hacen, que sin importar cuanto le cueste, trabajan incesantemente desde su espacio, desde su esquina buscando la ambicionada armónica convivencia para todos. Ha llegado el tiempo de ser visibilizados, de obtener el derecho que nos concede la ley, que seamos recompensados por todos los esfuerzos que cada especialista de esta hermosa profesión realiza humildemente, con pasión, tolerancia y paciencia.
Que el Todopoderoso siga guiando, previendo de sabiduría y respeto a cada uno de quienes ejercemos esta noble profesión.