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- 07/09/2023 00:00
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La simulación clínica se ha convertido en una estrategia de enseñanza-aprendizaje cada vez más popular en las universidades, debido a la recreación de situaciones reales que permite a los estudiantes interactuar y poner en práctica habilidades en un ambiente controlado, seguro y aprendiendo de sus errores sin consecuencias para los pacientes.
Según Portilla (2020), la simulación estimula el pensamiento crítico analítico y genera escenarios para los estudiantes, que ayudan a fortalecer las competencias, autoconfianza y generar mayor seguridad al momento de hacer procedimientos clínicos.
La simulación clínica es una enriquecedora estrategia educativa que engloba diversos enfoques, desde el uso de maniquíes para la práctica de procedimientos médicos hasta la simulación virtual de situaciones médicas reales. Además, se destaca el papel de la inteligencia artificial, cuyo potencial educativo se está aprovechando ampliamente en la formación superior. Unas de las aplicaciones más utilizadas incluyen la realidad aumentada para la enseñanza de anatomía, fisiología y otras ciencias; atención médica a través de avatares como pacientes simulados, entre otros. Hoy existen otras herramientas que abarcan simuladores de entrevistas, resolución de problemas para situaciones educativas, así como programas para entrenar habilidades pedagógicas y estrategias de enseñanza como Google Earth. microLAB, Exler entre otros.
La integración exitosa de estas herramientas en los planes de estudio es fundamental, al igual que la implementación de criterios claros para su evaluación; los estudiantes deben comprender que a pesar de la naturaleza segura de la simulación, es vital abordarla con seriedad y desarrollar las habilidades necesarias para su futura práctica profesional. Por lo tanto, las instituciones universitarias deben estar preparadas para adoptar esta modalidad de enseñanza y proporcionar los recursos necesarios para su efectiva implementación, lo que implica anticipación y adaptación por parte de la comunidad universitaria, estableciendo criterios claros, proporcionando recursos adecuados y capacitando a sus docentes para asegurar una educación de calidad y bien preparada en campos como la salud y la educación.
La Udelas, antes, durante y después de la pandemia ha impulsado la integración de la simulación clínica como complemento a las prácticas universitarias. Esta iniciativa puede tomar tiempo por el nivel de planificación y preparación cuidadosa que conlleva esta estrategia de enseñanza, sin embargo, se ha dado un crecimiento significativo en la creación y fortalecimiento de laboratorios de simulación equipados con simuladores de mediana y alta fidelidad, tecnología de simulación avanzada, diferentes escenarios pedagógicos, investigaciones de fondo concursable enfocadas a la formación de instructores, entre otras estrategias que cada día garantizan las competencias de nuestros futuros profesionales en esta casa de estudios superiores y nos impulsa a no bajar la guardia ante adversidades que se transformarán en oportunidades para aquellas personas que lo necesitan en nuestro país.