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- 29/09/2008 02:00
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PANAMÁ. Hablar de la competitividad de un país es un tema complejo. La competencia se mide tomando en cuenta muchos factores y aunque Panamá ha mejorado en algunos aspectos, aún hay otros que amenazan la posición que mantenemos hoy día.
El país ocupa el lugar 59 en el informe de competitividad del Foro Económico Mundial 2007-2008, de una lista de 131 países. Nada mal, si tomamos en cuenta que somos el cuarto país de América Latina con más competitividad solo por debajo de Chile, Puerto Rico y México.
Con el presupuesto anual más alto de la región (más de 7 mil millones de dólares), deberíamos apuntar a ser más competitivos, aunque la realidad nos podría empujar a perder posición en el ranking si no se toman medidas urgentes dentro de los doce pilares que miden la competitividad de los países, que incluyen infraestructura, estabilidad macroeconómica, tecnología, innovación, educación e institucionalidad.
Nicolás Ardito Barletta, director del Centro Nacional de Competitividad (CNC) reconoce que la competitividad es un concepto dinámico y permanente “por eso aunque avancemos, hay que tomar en cuenta que todos los países lo están haciendo también”.
Según Barletta, Panamá tiene seis limitantes en los que hay que trabajar: capacitación, infraestructura, institucionalidad, servicios públicos, pobreza y gobernabilidad. El entendido reconoce que no es una tarea fácil y requiere del apoyo del gobierno y la empresa privada.
Dentro del ranking el país se mueve entre posiciones muy buenas y muy malas.
Por ejemplo, una buena posición la tenemos en infraestructuras portuarias (15). Pero, en la calidad de la educación estamos grave.
Estamos mal en calidad de matemáticas y ciencias (111), calidad del sistema educativo (106), escuela secundaria (93), calidad en la administración de las escuelas (82) y acceso a internet en las escuelas (66).
“Se están haciendo algunos esfuerzos privados y del Estado, para mejorar la educación, pero aún falta más”, dice Barletta.
En cuanto al sector industrial, el presidente del Sindicato de Industriales de Panamá (SIP), Valerio de Santics asegura que las empresas panameñas se mantienen constantemente en competencia e invirtiendo para no perder mercado. Sin embargo, advierte que es importante que este concepto penetre tanto en las infraestructuras (energía), como en la productividad de los colaboradores.
De Santics recalca que es precisamente en la productividad de las empresas donde influyen temas como educación, transporte, salud y seguridad.
Barletta menciona que los motores del país siguen siendo las exportaciones y los servicios, “en eso somos eficientes”.
En los últimos años tanto el gobierno como el sector privado han implementado proyectos para empujar la competitividad, pero todos los sectores reconocen que aún falta mucho por hacer.
De las próximas evaluaciones dependerá la llegada de nuevas inversiones que en lo que va de 2008 superan los mil 500 millones de dólares.