La RSE como innovación social

Día a día vemos grandes crisis en el mundo y como crecen y se complejizan los problemas económicos, sociales y ambientales, desafiándonos todo el tiempo a estar alertas y poder dar algún tipo de respuestas y soluciones concretas a corto y mediano plazo. Hoy en día esto sólo puede ser posible con el trabajo mancomunado de los gobiernos, organizaciones de la sociedad civil, organismos internacionales y las empresas mediante alianzas estratégicas que propongan una sinergia ante escenarios claves y con objetivos claros.

Las empresas en ese sentido van mejorando año a año sus buenas prácticas hacia adentro y hacia afuera de la compañía y mejorando la cadena de valores, ampliando cada vez más sus impactos positivos. Se ve en los indicadores que reflejan en sus reportes anuales pero también sobresale cada vez más seguido en las propuestas de soluciones concretas donde muchas iniciativas son un ejemplo de innovación social.

La innovación no sólo está en ofrecer productos y servicios nuevos sino en proponer un consumo y un uso responsable junto con nuevos programas, proyectos y contenidos que beneficien tanto al consumidor como a los grupos más vulnerables y la sociedad en su conjunto. Traducido en activaciones de programas de RSE relacionados con salud, educación, seguridad y ambiente, entre otros temas.

El papel de la innovación social, en el marco de la responsabilidad social empresarial, es vital hoy en día sin lugar a dudas. Son dos escenarios que se retroalimentan, ya que uno necesita del otro para dar respuestas eficaces y eficientes. Mientras que el otro encuentra la posibilidad de poner en práctica desarrollos únicos, originales, creativos, novedosos, pero sobre todo sostenibles en el tiempo.

La innovación social es la creatividad orientada a resultados concretos que mejoran el nivel de calidad de vida de la gente.

La capacidad de innovar es clave en RSE sobre todo por como se presentan los nuevos desafíos. Sin duda es un valor agregado tanto para el resultado final esperado como para la empresa y la sociedad en su conjunto.

Debemos alentar en las empresas no solo una mayor creatividad sino también pro-actividad, colaboración, trabajo en equipo, compartir conocimientos y promover una actitud al equipo de constante aprendizaje y mejora de procesos para optimizar resultados.

La responsabilidad social y la innovación social les permite a las empresas tener una verdadera relación dinámica donde ambas se benefician:

1- La empresa al tener capacidad de respuesta que generan las innovaciones.

2- La sociedad y el medio ambiente por las características de los nuevos contenidos, procesos, productos y servicios.

3- La innovación social como práctica, al inspirar con nuevas respuestas y soluciones sobre necesidades especificas.

4- Los diferentes grupos de interés que ven los cambios positivos concretos.

La innovación social hoy en día no en una opción más sino en una herramienta vital para las empresas más allá del ámbito de la RSE. Estamos viendo como muchas empresas desde el área de RSE y sus programas de Voluntariado Corporativo, se generan nuevos cambios culturales, formas no tradicionales de hacer las cosas, nuevos enfoques, otras dinámicas de trabajo, procesos disruptivos, entre otros donde la innovación social juega un rol clave, no solo por aportar propuestas originales y programas de RSE eficientes, sino también por aportar a los procesos, servicios y productos. De esta manera promueve entornos de innovación y emprendimiento en el resto de las áreas y aporta múltiples beneficios a la empresa y la comunidad.

La innovación social es nuestra capacidad de pensar y actuar desde un enfoque diferente para poder ser todos más responsables en el desarrollo sostenible e impactar positivamente en lo económico, social y ambiental. La RSE nos invita a dar ese paso juntos.

EXPERTO INTERNACIONAL Y CONSULTOR ASOCIADO DE STRATEGO