Precio de la energía en ALC se dispara casi 4% en abril

El precio de la energía en los países de América Latina y el Caribe (ALC) subió de manera importante en abril, la tasa más alta en lo que va del año 2024, según el Indicador de Inflación Energética para América Latina y el Caribe (IE-LAC) de la la Organización Latinoamericana de Energía (Olade), publicado este jueves, 20 de junio.

El informe, elaborado a partir de la información publicada en los Institutos de Estadística y Censos y Bancos Centrales de los países miembros, ofrece un análisis detallado de las tendencias energéticas en la región lo que es crucial para entender el comportamiento de los mercados de energía y su impacto en la economía y la sostenibilidad de los países de América Latina y el Caribe.

De acuerdo con los datos del reporte, la inflación energética mensual tuvo un incremento en 9 de los 16 países analizados con lo que se mantiene la tendencia al alza observada desde inicios del presente año. Solo en el mes de abril del 2024, la inflación energética regional alcanzó un valor de 0,89%. Por su parte, la inflación energética anual de ALC, en abril de 2024 (respecto a abril de 2023) fue de 3,95%.

Según Olade, el repunte en la tasa del precio energético a abril supera la inflación total (3,54%) anual. En enero, el precio de la energía subió 0,71%, en febrero se elevó 1,82%, en marzo 2,94% y en abril 3,95%.

La Olade señaló que el alza reportada en abril es una situación que “no se había registrado desde octubre de 2022, debido al incremento del precio internacional del petróleo que afecta directamente a los combustibles de uso doméstico”.

Por otro lado, añadió que en lo países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico​(Ocde) , la inflación energética anual aumentó considerablemente, alcanzando el 1,2% en abril, tras el 0,6% de marzo. Esto se explica, especialmente, por el aumento de los precios energéticos en los países del G7 (Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Reino Unido y Estados Unidos).

Según datos de la Olade, la electricidad representa cerca de un 20% del consumo final de energía en la región y más del 60% de este consumo corresponde a fuentes de energía de origen fósil, por lo que es “prioritario” invertir mayores esfuerzos en la descarbonización de los sectores de consumo final, sobre todo en los más intensivos en el uso de energía como son el transporte y la industria.