Panamá se estanca en su proceso de transición energética; sigue siendo el octavo de la región

Actualizado
  • 20/06/2024 00:00
Creado
  • 19/06/2024 19:20
La clasificación del Foro Económico Mundial coloca al país centroamericano en la posición 51 de 120 naciones del mundo estudiadas.

Panamá se ubica en el puesto 51 de 120 en la lista de países con mejor proceso de transición energética en el mundo, por segundo año consecutivo, según la clasificación del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), publicada el pasado 19 de junio.

El país se ubica en el puesto ocho, en América Latina y el Caribe (ALC), superando a México (puesto 57), Bolivia (66), Ecuador (74), Argentina (82), Guatemala (94), Venezuela (95), República Dominicana (97), Trinidad y Tobago (99), Honduras (106) y Nicaragua (114).

Los países de la zona que más destacaron fueron: Brasil (12), Costa Rica (30), Uruguay (33), Colombia (35), Paraguay (42), El Salvador (46) y Perú (47).

En el caso brasileño, su plan a largo plazo para la aplicación de hidroeléctricas, la implementación de los biocombustibles y la fundación de instituciones especializadas, ha sido clave para atraer inversiones grandes.

En general, el crecimiento de ALC en el índice de transición energética ha sido lento, ya que solo ha aumentado un 3%, en la última década. Un gran contraste si se considera que es uno de los líderes globales en materia de sostenibilidad.

Aunque la zona muestra gran dependencia de la energía hidroeléctrica, tiene expansiones en materia solar y eólica, durante los últimos 10 años ha disminuido en un 70% su inversión en renovables.

Otro elemento que llama la atención, es que la educación del capital humano y la innovación en materia de combate contra el cambio climático se contrajeron 5% y un 9%, durante el mismo período.

El estudio, que abarca todas las regiones del mundo, muestra que 107 países han mostrado avances en la materia, con el paso de las décadas. Tan solo en 2023, la inversión en energía limpia creció un 17%, situándose en $1,8 billones, al finalizar ese año.

Se trata de una inversión que está siendo liderada por China, la cual destinó $676.000 millones al rubro, lo que representa el 38% del total de las inversiones globales.

La cifra total supone un récord anual de inversión y demuestra que el sector de las energías renovables puede permanecer sólido aun cuando se enfrenta a un escenario de tensiones geopolíticas, altas tasas de interés y una inflación generalizada.

Desde el WEF comentaron que, desde el 2020, el mundo se vio obligado a incrementar en un 45% su eficiencia energética, como resultado de las perturbaciones que generó la pandemia, el conflicto entre Rusia y Ucrania, las dificultades en Oriente Medio y el adverso clima económico.

Roberto Bocca, miembro del Comité Ejecutivo del WEF, indicó en el escrito que “los patrones comerciales en el sector energético han cambiado significativamente a medida que los gobiernos se centran en mejorar la resiliencia de la cadena de suministro y fortalecimiento de la seguridad energética”.

Es por eso que Boca destacó el buen desempeño de los países enlistados, los cuales han alcanzado niveles de puntuación “récord”, aunque el progreso se ha ralentizado. “La clasificación proporciona a los responsables de la toma de decisiones una evaluación integral de la situación mundial de sistemas energéticos y tendencias a lo largo del tiempo”.

“Estos datos permiten a los tomadores de decisiones considerar dimensiones específicas de cada país, como el nivel de ingresos, los recursos energéticos locales y región, para maximizar el impacto y avanzar la transición energética”, agregó.

Los sectores que más inversión recibieron en 2023 fueron: el transporte eléctrico, las energías renovables y las redes eléctricas.

La inversión en un transporte más sustentable alcanzó los $634.000 millones, lo que implica un crecimiento del 36%, en un año. Una cifra que incluye la compra de vehículos eléctricos de todo tipo y la inversión en sus respectivas infraestructuras de carga.

En materia de energías renovables, se reportó un aumento del 8%, hasta llegar a la cifra de $623.000 millones, en la producción de energía eólica, solar, geotérmica, plantas de producción de biocombustibles y otras.

Sobre las inversiones en redes eléctricas, el WEF informó que se destinaron $310,000 millones. Las redes representan un elemento crítico en la transición energética y se debe aumentar el nivel de inversión en los próximos años.

Otro aspecto destacable es que la inversión en las cadenas de suministros de energías renovables llegó a los $135.000 millones, en todo el planeta y se estima que podría aumentar hasta los $259.000 millones, para 2025.

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