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'Panamá está cumpliendo con todo para que la UE le retire la tarjeta amarilla', asegura la ARAP
- 15/05/2023 00:00
- 15/05/2023 00:00
Tras concluir una primera auditoría en el terreno, a mediados de abril de 2023, la Dirección General de Asuntos Marítimos y de Pesca de la Unión Europea (DGMare) volvió advertir a Panamá con una tarjeta amarilla, el código que aplica a los países no colaboradores en la lucha contra la pesca ilegal.
“La UE vino a Panamá y dijo que como Autoridad se han hecho grandes cambios, pero faltan ciertos ajustes. Nos mantuvieron la tarjeta amarilla” , afirmó a La Estrella de Panamá, Bernardo Melo, director General de Fomento y Gestión Empresarial y Asistencia Técnica, de los Recursos Acuáticos de Panamá (ARAP).
En específico, la Comisión dijo que Panamá debía reforzar las sanciones para que sean más disuasivas, mejorar la trazabilidad y los controles en los trasbordos de los buques en los puertos, con el objetivo de prevenir que productos ilegales lleguen al mercado, es decir que vele por el cumplimiento del “Acuerdo sobre medidas del Estado rector del puerto”. De no seguir las sugerencias podría recibir una tarjeta roja.
El Acuerdo sobre Medidas del Estado Rector del Puerto (AMERP) es el primer acuerdo internacional jurídicamente vinculante que tiene como objetivo prevenir, desalentar y eliminar la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (INDNR). La UE mantiene a Panamá desde 2019 con una tarjeta amarilla.
“Hoy en día, en esta gestión, se están cumpliendo con todos esos parámetros y con la trazabilidad del producto. Están entrando también otras instituciones del Gobierno como la Autoridad Nacional de Aduanas, el Ministerio de Salud (Minsa) y el Ministerio de Comercio e Industrias (Mici). Estamos cumpliendo con esa trazabilidad porque eso le da seguridad a la empresa que nos va a comprar y al momento de poder exportar”, expresó Melo.
Europa es el mayor importador mundial de productos de la pesca (34 % del comercio mundial total medido con arreglo a su valor), por lo que las autoridades panameñas adelantan a contrarreloj una serie de medidas para que la actividad cumpla con los estándares nacionales e internacionales y los empresarios locales puedan seguir exportando el recurso pesquero hacia los 27 países del mercado europeo.
En abril pasado, la Comisión dijo que Panamá mejoró el equipo de fiscalización, sin embargo, estos problemas ponen en tela de juicio la capacidad del país para cumplir con sus obligaciones en virtud del Derecho internacional como Estado de abanderamiento, costero, rector del puerto y de mercado.
La próxima visita de la Comisión será en noviembre próximo, fecha en que, según Melo, se espera que se hayan hecho los cambios sugeridos para que se levante esa tarjeta amarilla y se le otorgue la verde que permitirá exportar a Bruselas de manera directa.
Según explicó Melo, la tarjeta amarilla significa que el país puede exportar al mercado europeo de manera intermitente y no de manera expedita. “Nos están viendo con lupa en Europa, cada vez que sale un producto de acá de Panamá”, afirmó Melo.
Mientras que la tarjeta roja implicaría que el pescado capturado no puede se comercializado en ese mercado. Sin embargo, la ventaja de obtener una tarjeta verde es que el país puede exportar de manera directa sin tanto pre-requisito, porque está cumpliendo con toda la documentación y todo lo que pide la UE.
Al preguntarle sobre por qué la UE ve con lupa las exportaciones panameñas, precisó que lo hacen porque “anteriormente el país estuvo haciendo las pesquerías de una manera incorrecta, en la que se podía pescar o capturar algunas especies que no estaban permitidas y no había trazabilidad del producto a la hora de poder exportar”.
Melo detalló que hay especies que están en la lista de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Flora y Fauna Silvestres (Cites), tales como la raya (mantarraya) y el tiburón, del cual el cazón no se está exportando tampoco, entre otras especies más que están en esta lista que maneja el Ministerio de Ambiente y la ARAP.
“Ya se están cumpliendo con todas esas especies y estamos exportando los productos que nos están pidiendo y están requiriendo en el mercado europeo. Se está ayudando a las empresas privadas para el tema de la trazabilidad para que cumplan con todo”, aseguró.
Melo reiteró que espera que para finales de noviembre, principios de diciembre, Panamá ya salga de esa tarjeta amarilla como lo hizo Ecuador y pueda tener una tarjeta verde para poder exportar productos frescos y de calidad a Bruselas.
A finales de mayo 2023, Ecuador enviará un reporte a la DGMare, que se espera sea el último, con la intención de que el bloque europeo levante al país la tarjeta amarilla. Ecuador recibió la tarjeta amarilla de parte de la Unión Europea en el 2019, por la incapacidad de anteriores autoridades de documentar y mostrar lo que el país hace para controlar la pesca ilegal y el cuidado del medio ambiente, según una publicación del portal https://www.expreso.ec/
“El Ejecutivo le inyectó presupuesto a la autoridad de allá en Ecuador y hoy en día ellos salieron de esa tarjeta amarilla y están exportando al mercado europeo. Esa es la visión que tiene Panamá como gobierno”, apuntó Melo.
Con respecto a la pesca ilegal, dijo que no es un tema que ve de lleno, porque eso lo compete a la Dirección de Inspección y Vigilancia, pero lo sí pudo decir es que Panamá está contratando nuevos inspectores, aumentando el sistema de monitoreo satelital, poniendo GPS en las embarcaciones para que se no se salgan de su zona de pesca y comprando nuevas lanchas para que le estén dando seguimiento a todos los puertos de desembarque del lado del Pacífico.
“El objetivo es que en conjunto con el Servicio Nacional Aeronaval (Senan) y la Autoridad Marítima de Panamá (AMP) le demos esa seguridad al pescador de que haga las cosas de manera correcta y que no haga esa pesca ilegal como lo venía haciendo en años anteriores”, concluyó el entrevistado.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) estima que en torno al 94 % de las poblaciones mundiales de peces se encuentran plenamente explotadas o sobre explotadas.
“La pesca ilegal, no declarada y no reglamentada agota las poblaciones de peces, representa una de las mayores amenazas para los ecosistemas marinos, socava los esfuerzos encaminados a una ordenación sostenible de la pesca y sitúa a algunas explotaciones pesqueras al borde del colapso”, advirtió la FAO.
La lucha contra la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada, además, se inscribe dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible establecidos por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2015. El objetivo de desarrollo sostenible 14, La UE se comprometió a alcanzar la meta de poner fin a la pesca ilegal para 2020, pero “no se ha alcanzado: la pesca insostenible persiste y todavía se corre el riesgo de que los productos derivados de la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada se vendan en el mercado de la UE”.
De acuerdo con las estadísticas, las faenas en la pesca ilegal a nivel global representan unos 26 millones de toneladas, el 28% de las capturas totales registradas, con un valor de $23 mil millones.