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Panamá como centro de las cadenas regionales de valor, ¿cómo potencializarlo?
- 04/02/2022 17:33
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“Panamá ofrece una propuesta de valor única como principal centro logístico de América Latina. Su conectividad es excepcional gracias a su posición geográfica, el Canal de Panamá, y a los activos logísticos como la mejor conectividad aérea y marítima de América Latina y el Caribe con puertos en las costas de dos océanos, una vía férrea transcontinental, aeropuertos, parques logísticos, zonas económicas especiales y zonas francas”. Con estas palabras el presidente Laurentino Cortizo, arrancó su ponencia en el primer foro del 2022: “Panamá: El Centro de América y su rol en el fortalecimiento de las cadenas regionales de valor”, organizado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en conjunto con el Gobierno Nacional.
“Nuestra amplia gama de servicios incluye una oferta marítima que une 180 rutas y 1,920 puertos en 170 países, lo cual contribuye a ser de nuestro país uno de los centros de comercio y logística más importantes a nivel mundial”, continuó describiendo el gobernante panameño al destacar el papel clave que juega Panamá en el comercio mundial.
El ministro de comercio e Industrias de Panamá, Ramón Martínez de la Guardia, destacó que históricamente nuestro país ha contado con una economía que gira en torno a sus ventajosa ubicación geográfica.
Y al estar entre dos hemisferios y dos grandes océanos nos ha moldeado como un área natural de tránsito de carga y pasajeros, estimulando el desarrollo de actividades conexas al transporte internacional tanto marítimo aéreo y terrestre, lo cual demuestra nuestra vocación principalmente orientada hacia la exportación de servicios, agregó.
Indicó que actualmente una serie de nuevas tendencias están reconfigurando las cadenas globales de valor, acortando las cadenas de suministro en la búsqueda de menores costos, menor riesgo, mayor agilidad y menor cola en los mercados. De igual forma, las empresas tienen un mayor interés en garantizar el suministro de sus productos estratégicos, así como minimizar los impactos ambientales, reduciendo su huella de carbono. Las consideraciones geopolíticas, intenciones comerciales entre países, así como los impactos disruptivos generados por la pandemia han acentuado todavía más esas tendencias, y las han hecho más inminentes, agregó.
De acuerdo con Martínez, este reacomodamiento genera oportunidades para Latinoamérica, con miras a tener una mayor inserción y participación en los flujos globales de bienes y servicios; y Panamá como parte de ese bloque está haciendo lo propio.
“América Latina tiene una gran oportunidad por delante y Panamá dentro de la región está tomando acciones concretas, propiciando un constante diálogo multilateral y multisectorial, para posicionarse como un destino de inversiones en el aseguramiento de cadenas de suministro, de industrias estratégicas, y como aliado de las naciones del hemisferio que buscan avanzar las prosperidad y seguridad colectiva”, expresó el titular del Mici
Por todo lo anterior, expresó que “Panamá está en evolución. La pandemia nos hizo un giro del timón y aprendimos la urgencia un cambio eminente para construir un país más diversificado, industrializado y a la vanguardia de implementar nuevas tecnologías que apuntan a posicionar a Panamá al inicio de la cadena de suministros”.
En otras palabras, precisó que están enfocados en potenciar los procesos de producción, comprometidos en este enfoque y estrategia, para la atracción de nuevas líneas de producción y avanzar en lo antes descrito; también se creó la ley para la promoción del establecimiento de servicios de manufactura para empresas multinacionales EMMA, una alternativa atractiva para la promoción del nearshoring, una ley que ya empieza a generar resultados y que esperan que tenga el mismo efecto que tuvo el marco regulatorio para la promoción del establecimiento de Sede de Empresas Multinacionales (SEM), que hoy cuenta ya con más de 175 multinacionales establecidas en Panamá.
Para el ministro de Comercio e Industrias de Panamá, es un hecho de que para dar esos firmes necesitan socios estratégicos como el BID, el cual les ha brindado un estudio diagnóstico a través del cual pueden reafirmar su propuesta de valor, de tal manera que hacen parte de una estrategia de regionalización de las cadenas globales de valor.
Reveló que en el estudio del BID se identificaron ciertos sectores y productos que cuentan con el mayor potencial para desarrollar proyectos de exportación y/o inversión extranjera asociadas al aprovechamiento de nuevas tendencias globales regionales.
Como parte de los resultados del estudio mencionó las principales oportunidades a corto plazo se concentran en servicios logísticos, productos de aseguramiento de carga, manufactura ligera de última vía, adecuación de autos, servicios informáticos, servicios de bodegas, derivados de café, productos de acero, reciclaje de equipos electrónicos y productos de cobre.
Expresó que más allá de estos atributos y considerando las oportunidades que brinda la coyuntura actual, consideró que el país tiene todo lo necesario para reforzar aún más su posicionamiento comercial, captar nuevas inversiones, generar mayor empleo y potenciar la participación del país en algunas cadenas de valor en las que ya está presente e incursionar en otras en las que todavía no participa.
“Sin duda, estamos dando pasos firmes asegurando un futuro más provechoso no solo para Panamá, sino para todos nuestros países vecinos”, afirmó Martínez.
Por su parte, el presidente del BID, Mauricio Claver-Carone, habló sobre las oportunidades para impulsar la inversión extranjera directa en la región (IED) mediante el fortalecimiento de las cadenas regionales de valor, reafirmando su confianza en el país.
“Yo confío en Panamá, apuesto por Panamá y creo que todos ustedes deberían hacerlo”, sostuvo. Claver-Carone dijo que “aquí hay países en los que tiene que estar con el equipo financiero (del BID) viendo como mitigar riesgos, etc, pero el país con el que no tengo que ver eso es con Panamá. Es un lujo en ese sentido, porque tiene todas las oportunidades y todas la ventajas”.
Recordó que en su visita a Panamá en agosto pasado expresó las grandes oportunidades para la inversión privada en el país, el compromiso del BID para apoyar los esfuerzos del presidente Cortizo, a fin de diseñar lo que estamos viendo en el futuro de esa agenda; y este foro de inversiones demuestra la capacidad del BID y del gobierno de poder colaborar juntos para producir resultados concretos.
“Desde el BID creemos que las posibilidades son infinitas para Panamá”, reafirmó.
Resaltó que este país no solamente es un “tesoro” por su belleza o por su biodiversidad sino que también es un eje del hemisferio del mundo para ser un hub de logístico y de transporte, y ser francamente, la puerta entre el Pacífico y el Atlántico, entre Norteamérica y Suramérica, “a través de lo que todos conocemos: su majestuoso Canal”.
“Hoy creo que estamos en un periodo de la historia mundial marcado por profundos cambios en la manera en que vivimos, que trabajamos, el posicionamiento único que tiene Panamá en este sentido es una ventaja, se ha convertido en una ventaja aún más potente de lo que era", expresó Claver-Carone.
En esa línea destacó que las empresas internacionales buscan que sus cadenas de suministros sean cada vez más resilientes a los shocks tanto naturales como geopolíticos, y eso ya lo hemos vivido, ya es una oportunidad no es una teoría es un hecho.
“La convulsión mundial que vimos por la covid-19 , ha sumado una urgencia histórica a esta situación, a la necesidad de acercar y ser más eficientes en nuestras cadenas de logísticas de valor. Y como presidente del BID mi trabajo es ser el socio preferido para el desarrollo de América Latina y el Caribe, identificar y alentar las áreas con potencial crecimiento socioeconómico sostenible; y esa labor también ha adoptado un nuevo nivel de urgencia debido a las terribles consecuencias de la pandemia en nuestra región”, acotó Claver-Carone.
Agregó que este foro de inversiones demuestra la capacidad del BID y del Gobierno de poder colaborar juntos para producir resultados concretos, señalando que si el país pudiese captar solo el 1% de las importaciones que Estados Unidos realiza desde fuera de las Américas -de productos que Panamá y exporta- podría generar $$1.9 mil millones de exportaciones adicionales.
“Desde el BID creemos que las posibilidades son infinitas para Panamá, este país no solo es un tesoro global por su belleza y biodiversidad, sino que también es un eje del hemisferio y del mundo para ser un hub de logística y de transporte. La puerta entre el pacífico y el atlántico”, acotó. Enfatizó en que en “hay una extraordinaria oportunidad para que la región y en especial Panamá pueda atraer más y mejores inversiones, tener más participación en el comercio internacional”; y “esta oportunidad está asociada con el proceso que hemos visto de la configuración de las cadenas globales de valor”.
Respecto al fenómeno del nearshoring dijo que a través de ello las empresas multinacionales se ubican para establecer sus operaciones en lugares más cercanos a su mercado, producto de la necesidad de diversificación de mayor seguridad. “Estamos viendo que los países desde EE.UU, hasta Europa están identificando formas de proteger las cadenas de suministro de los riesgos y de las debilidades; y para nuestra región y para Panamá eso significa una oportunidad generacional, única, y hay que aprovecharla; y creo que podemos impulsar también debido a esa oportunidad la recuperación del crecimiento por pandemia”, afirmó.
Dijo que a nivel macro los países con mayor participación en las cadenas globales de valor son los productivos, los más prósperos. Con un aumento del 10% en el nivel de participación de un país, esas cadenas conducen a un aumento del 14% del PIB per cápita. “Hoy a nivel macro las empresas que importan y a su vez exportan dentro de estas cadenas globales de valor son notablemente más productivas. De hecho son hasta 75% más que las empresas que no comercian internacionalmente, así que agregan a la competitividad. Sin embargo, como todos sabemos, nuestra región se encuentra rezagada en su participación de las cadenas globales de valor, es una realidad”, dijo.
Ahondó en que el porcentaje del valor extranjero agregado a las exportaciones de un país promedio en América Latina y el Caribe entre el 2017 y 2019 fue de 15% más o menos, en Asia fue de más del 30%, en Estados Unidos fue más del 40%. Así que ahora es el momento de cambiar estas cifras y si nuestra región pudiera captar solamente el 10% de ese comercio, serían $70 mil millones adicionales por año en exportaciones para América Latina y el Caribe.
“Sería extraordinario, cambiaría el panorama, es la oportunidad, hay que materializarla, porque no se va hacer por sí sola. Los países de América Latina y el Caribe tienen que redoblar los esfuerzos para reducir los costos del comercio, generar un ambiente propicio de negocio, avanzar en su agenda pendiente de integración regional, que va a fortalecer las capacidades para la atracción de la inversión extranjera directa y mejorar la infraestructura, que es importante para el comercio: la calidad, conectividad, competitividad”, acotó.
El representante del BID reiteró que Panamá goza de ventajas competitivas en la región, además de la ubicación geográfica estratégica, Panamá cuenta con 23 tratados de libre comercio con más de 60 países, lo cual le otorga un trato preferencial para alcanzar más de 1,300 millones de consumidores, más de 50 bancos internacionales operan en Panamá, es uno de los países más seguros y estables de la región y 5% del comercio internacional ya atraviesa este territorio