Opositores creen que Ortega allana el camino para ofrecer a China proyecto del canal

Actualizado
  • 09/05/2024 09:26
Creado
  • 09/05/2024 09:24
La concesión fue anulada a través de una reforma a la Ley del Régimen Jurídico de El Gran Canal Interoceánico de Nicaragua

Opositores nicaragüenses en el exilio considerarán este miércoles que el Gobierno que preside Daniel Ortega ofrecerá a la República Popular China la concesión para construir y administrar el proyecto del canal interoceánico en el país centroamericano, luego de que los diputados, a petición del Ejecutivo, se la retirarán a la empresa del inversionista chino Wang Jing.

La legendaria guerrillera sandinista disidente Dora María Téllez dijo en un mensaje en la red social X que al estar oficialmente “muerta” la concesión canalera otorgada por Ortega a Hong Kong Nicaragua Canal Development (HKND), el Ejecutivo nicaragüense ha allanado el camino para otorgársela a su nuevo aliado: China.

“Ahora viene la nueva etapa: el endoso de todas las concesiones al Gobierno chino. Entregar Nicaragua a precio de guate (maíz) mojado. La vendepatria de los Ortega Murillo”, comentó Téllez, quien formó parte del primer gobierno sandinista (1979-1990) y fue excarcelada y desnacionalizada hace 15 meses.

El pasado 20 de diciembre, el presidente Ortega tildó como “el mejor regalo navideño” y “una gran noticia” el acuerdo entre China y el país centroamericano de elevar sus relaciones diplomáticas, que fueron restablecidas el 10 de diciembre de 2021, al nivel de “asociación estratégica”.

La decisión de elevar las relaciones diplomáticas al nivel de “asociación estratégica” se oficializó después de que el presidente chino, Xi Jinping, mantuviera una conversación telefónica con Ortega, la noche del 19 de diciembre.

¿Ortega ya tiene otro socio para el canal?

Por su lado, el dirigente opositor nicaragüense desnacionalizado Juan Sebastián Chamorro indicó en un audio divulgado en X que Ortega retiró la concesión al inversionista Wang Jing “porque seguramente ya tiene a quien sacar otra tajada (dinero)” y no descartó que sea al gigante asiático .

Para el también dirigente opositor desnacionalizado Félix Maradiaga, “el régimen va a seguir buscando otros socios” para mantener vivo el proyecto, que calificó de “vendepatria”, con el fin de “apropiarse de tierras de propiedad privada en la franja del canal hipotético” , que, a su juicio, es lo que está detrás de esa mega obra.

“El megaproyecto del canal era simplemente la punta de lanza de ese esquema de depredación de robo de tierras” y eso aún se mantiene, señaló Maradiaga, para quien la anulación de la concesión al inversionista chino no debe ser motivo de celebración porque la amenaza de expropiar propiedades se mantiene.

El dirigente campesino desnacionalizado Medardo Mairena afirmó, por su lado, que la lucha de los campesinos no finalizará hasta que se derogue toda legislación sobre el proyecto del canal interoceánico por Nicaragua.

Mairena advirtió que el proyecto sigue vigente, aunque pareció que será “difícil que alguien serio se quiera asociar con un régimen ilegítimo, criminal y mafioso” en el proyecto de un canal interoceánico.

Reforma fue aprobada con carácter urgente

El Parlamento de Nicaragua, controlado por los sandinistas, retiró la concesión del canal a la empresa HKND Group, del inversionista chino Wang Jing, presentado en su momento como uno de los hombres más ricos de China y entre los 200 más acaudalados del mundo.

La concesión fue anulada a través de una reforma a la Ley del Régimen Jurídico de El Gran Canal Interoceánico de Nicaragua y de Creación de La Autoridad de El Gran Canal Interoceánico de Nicaragua, que fue aprobada con carácter urgente y de forma unánime por los diputados, a petición del presidente Ortega.

El canal, que uniría el mar Caribe con el océano Pacífico, atravesaría el sur del país de este a oeste, con una vía húmeda de 278 kilómetros de longitud, 230 a 520 metros de ancho, 30 metros de profundidad.

HKND recibió la concesión de administración por 50 años, más otros 50 prorrogables, si así lo deseaba, un cambio de un pago de diez millones de dólares cada año durante la primera década, y el derecho al uno por ciento del patrimonio de los 'subproyectos’ que se elevaría hasta el 99% al finalizar la concesión.

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