OMC: El repunte del crecimiento del comercio global podría darse en 2024

El crecimiento del comercio global debería repuntar en el 2024 con un aumento lento, pero estable del producto interno bruto (PIB). Para ese periodo, los sectores más sensibles a los ciclos económicos ya deberían estabilizarse y reactivarse a medida que se reduce la inflación y comienzan a caer los tipos de interés.

La Organización Mundial de Comercio (OMC), en su actualización de sus perspectivas económicas, hasta octubre de 2023, detalló que el crecimiento del 3,3% proyectado para 2024 permanece casi sin cambios con respecto a la estimación anterior.

Si los pronósticos se cumplen, adelantó que el crecimiento positivo del volumen de exportaciones e importaciones debería reanudarse en 2024 en todas las regiones, especialmente en Asia, que dominaría las exportaciones como las importaciones.

Sin embargo, advirtió que los signos de fragmentación que se están viendo en las cadenas de suministro actualmente podrían amenazar las perspectivas relativamente positivas para 2024.

Por ejemplo, indicó que la participación de los bienes intermedios en el comercio mundial, un indicador de la actividad de las cadenas de suministro mundiales, descendió al 48,5% en el primer semestre de 2023, frente a un promedio del 51,0% en los tres años anteriores.

Además, la participación de los interlocutores bilaterales asiáticos en el comercio de los Estados Unidos en el sector de insumos intermedios descendió al 38% en el primer semestre de 2023, mientras que en el mismo período de 2022 había sido del 43%.

Para 2023, los economistas de la OMC redujeron su previsión de crecimiento por el contexto de desaceleración del sector manufacturero mundial. Ahora se espera que el volumen del comercio mundial solo crezca 0,8% este año, por debajo del 1,7% establecido en abril.

Además, previeron que el producto interno bruto (PIB real) mundial crezca un 2,6% a tipos de cambio del mercado en 2023, y un 2,5% en 2024.

Las cifras podrían estar relacionadas por la proporción relativamente grande de inversiones sensibles al ciclo económico y bienes duraderos en el comercio en comparación con el PIB. Todo esto porque la desaceleración del comercio parece ser de base amplia e involucra a un gran número de países y una amplia gama de productos, como las manufacturas, hierro y acero, equipos de oficina y de telecomunicaciones, textiles y prendas de vestir. Una excepción notable son los vehículos de pasajeros, cuyas ventas aumentaron en 2023.

Los economistas explicaron que el comercio y la producción mundial se desaceleraron bruscamente en el cuarto trimestre de 2022, ya que los efectos de la inflación persistentes y las políticas monetarias estrictas se hicieron sentir en los Estados Unidos, la Unión Europea y otras economías, debido a que un debilitado mercado de propiedades en China impidió que se consolidará una mayor recuperación tras la pandemia de la covid-19.

A esto, dijeron, se sumaron las consecuencias de la guerra en Ucrania, que han ensombrecido las perspectivas del comercio. No obstante, rescataron que la desaceleración del comercio global parece ser generalizada, ya que afecta a un gran número de países y una amplia gama de mercancías.

La directora general de la OMC, Ngozi Okonjo-Iweala, comentó en un comunicado que la desaceleración del comercio prevista para 2023 es preocupante, ya que tiene efectos desfavorables para el nivel de vida de la población de todo el mundo.

Advirtió que la fragmentación de la economía mundial simplemente agravaría estos problemas, y por lo tanto los miembros de la OMC deben aprovechar la oportunidad de fortalecer el entorno comercial mundial evitando el proteccionismo y fomentando una economía mundial más resiliente e inclusiva. “La economía mundial y en particular los países pobres, tendrán dificultades para recuperarse sin un sistema multilateral de comercio estable, abierto, previsible, basado en normas y equitativo”, indicó Okonjo-Iweala.

Mientras que el economista jefe de la OMC, Ralph Ossa, señaló que ven algunas señales que muestran que los datos de la fragmentación del comercio están relacionados con las tensiones geopolíticas.

Afortunadamente, manifestó que aún no hemos llegado a un alto grado de desglobalización porque los datos indican que las mercancías se siguen produciendo mediante cadenas de suministro complejas, pero que la amplitud de esas cadenas puede haber alcanzado su nivel máximo, al menos en el corto plazo. “El crecimiento positivo del volumen de las exportaciones y las importaciones debería reanudarse en 2024, pero debemos permanecer alerta”, expresó Ossa.

La OMC aclaró que el comercio mundial de servicios comerciales no está abarcado por los pronósticos. Sin embargo, constató que los datos preliminares muestran que el crecimiento de ese sector podría estar ralentizándose después de la fuerte reactivación del transporte y los viajes del 2022, ya que aumentó un 9% interanual en el primer trimestre de 2023, frente a un aumento interanual del 19% en el segundo trimestre de 2022.

Los economistas también se refirieron al índice de rendimiento de contenedores, que analiza a 92 puertos que representan el 64% del comercio mundial de mercancías.

Mencionaron que el rendimiento sigue muy de cerca el volumen del comercio de mercancías. Si bien el tráfico se ha estancado a nivel mundial, sostuvieron que los puertos chinos siguieron creciendo mientras que los envíos, a través de puertos europeos disminuyeron.

Esto sugiere que el estancamiento en Europa puede representar un riesgo mayor para las perspectivas comerciales que la desaceleración económica de China. Aclararon que el índice no muestra los puertos de Estados Unidos por separado, pero los datos del puerto de Los Ángeles sugirieron una caída en el rendimiento de 48% entre julio de 2022 y febrero de 2023, luego aumentó un 71% hasta junio. Los resultados demuestran que el comercio de Estados Unidos con Asia se está recuperando.