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- 14/10/2019 09:09
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El Nobel de Economía reconoció este lunes el trabajo de Esther Duflot, Michael Kremer y Abhijit Banerjee, tres expertos en el campo del desarrollo que han transformado los estudios sobre pobreza con un enfoque experimental y que han tenido influencia directa en las políticas en ese área.
El indio Banerjee, el estadounidense Kremer y la francesa Duflot han jugado un rol "decisivo" en reformular la investigación en economía de desarrollo en las últimas dos décadas, señaló en su fallo la Real Academia de las Ciencias sueca.
Sus estudios han tenido resultados concretos en áreas como salud y educación, han "ayudado" a aliviar la pobreza global y tienen un gran potencial en mejorar más las vidas de las capas más pobres de la sociedad.
Banerjee, Kremer y Duflot mostraron cómo se puede encarar la pobreza global descomponiéndola en cuestiones más precisas a nivel individual o de grupo, respondidas luego usando experimentos de campo especialmente diseñados.
La productividad presenta grandes diferencias, no solo entre países ricos y pobres, sino también dentro de los propios países pobres, como señalaron Banerjee y Duflo en varios estudios.
A mediados de la década de 1990, Kremer trasladó parte de su investigación del noreste de Estados Unidos a la Kenia rural, donde realizó varios ensayos de campo con una ONG local.
Así, escogieron escuelas que necesitaban apoyo y las dividieron al azar en grupos diferentes: todas recibieron recursos adicionales, pero de forma diferente y en momentos distintos.
Los experimentos mostraron que ni la disponibilidad de más libros de texto ni la introducción de más comidas gratuitas en las escuelas tenían influencia en los resultados de aprendizaje.
Estudios posteriores de los galardonados revelaron que el problema principal en muchos países pobres no es la falta de recursos, sino que la enseñanza no está lo suficientemente adaptada a las necesidades de los alumnos.
Banerjee y Duflo probaron en otra investigación posterior en dos ciudades indias que ayudas concretas a los alumnos más débiles eran una medida efectiva a corto y medio plazo.
A los trabajos de campo en Kenia e India siguieron muchos similares en otros países, centrados también en aspectos como la salud, el acceso al crédito y la adopción de nueva tecnología.
Los premiados han estado a la cabeza de la investigación de la validez externa y el desarrollo de nuevos métodos que consideren los efectos excluyentes e indirectos de los trabajos de campo. Ello, unido al hecho de vincularlos con la teoría económica, ha permitido que se generalicen resultados a otros contextos parecidos.
Los trabajos de Banerjee, Kremer y Duflot sobre tutorías de apoyo han influido por ejemplo en la adopción de programas de ese tipo en India, que afectan a 5 millones de escolares.
Y sus estudios sobre antiparasitarios han sido determinantes en las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para distribuir medicina de forma gratuita a más de 800 millones de escolares en áreas donde más del 20 % padece de un tipo específico de infecciones por lombrices parasitarias.
Los tres investigadores suceden en la nómina del Nobel de Economía a los estadounidenses Willian Nordhaus y Paul Romer, premiados por revelar las interacciones de la economía de mercado con la naturaleza y el conocimiento.
Duflo, que ganó en 2015 el Princesa de Asturias de Ciencias Sociales, es además la segunda mujer en ganar el Nobel de Economía, después de que la estadounidense Elinor Ostrom lo hiciese en 2009.
El Nobel de Economía, cuyo nombre real es Premio de Ciencias Económicas en memoria de Alfred Nobel, es el único de los seis galardones no creado en su día por el magnate sueco sino que fue instituido en 1968 a partir de una donación a la Fundación Nobel del Banco Nacional de Suecia con motivo de su 300 aniversario.
Con el de Economía se cierra la ronda de ganadores de este año de los Nobel, en una edición atípica en la que por primera vez en casi seis décadas se repartieron dos galardones en Literatura, ya que la Academia Sueca aplazó el premio el año pasado por la crisis histórica originada por un escándalo sexual y de filtraciones.
Los Nobel se entregarán el próximo 10 de diciembre en una doble ceremonia en Oslo, para el de la Paz, y en Estocolmo, para el resto.