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Moody’s califica al sistema bancario panameño con Baa3 estable
- 26/03/2024 00:00
- 25/03/2024 19:07
El sistema bancario panameño obtuvo una calificación de riesgo Baa3 estable, por parte de Moody’s, destacando que el sólido desempeño compensará la fuerte caída del crecimiento económico, el ruido político previo a las elecciones presidenciales, así como el debilitamiento de la confianza de consumidores y empresas, señaló la empresa en su último reporte difundido este lunes.
Para la evaluación, la calificadora de riesgo analizó nueve bancos, siete de 41 bancos con licencias generales y dos bancos estatales, que en conjunto representaron alrededor del 72% de los préstamos brutos locales y el 74% de los depósitos locales a diciembre de 2023.
Además, la desaceleración económica afectará la recuperación de la calidad de la cartera, pero el menor apetito de los bancos por el riesgo y la fuerte capitalización ayudarán a contener los riesgos.
Estimó que los ingresos por intereses caerán debido al bajo volumen de negocios esperados para los próximos 12 meses, y las altas tasas mantendrán elevados los costos de financiamiento, lo que perjudicará las ganancias. Los ajustes a las provisiones para pérdidas crediticias en una economía debilitada también afectarán los resultados finales en 2024.
Y proyectó que los depósitos seguirán representando la fuente principal de fondeo y la desaceleración en el origen de préstamos limitará la dependencia de fondos del mercado de mayor costo.
Pese a que la banca se mantiene estable, Moody’s considera que seguirá con una dinámica operativa más débil, lo cual perjudicará la rentabilidad de los bancos. “El entorno operativo de los bancos se deteriorará. El producto interno bruto (PIB) real de Panamá probablemente crecerá un 2,5% en 2024, lo que constituye una fuerte desaceleración con respecto al 7,3% de 2023 que afectará la perspectiva de negocios de los bancos”, afirmó la calificadora en su reporte.
En la evaluación, la calificadora indicó que “la economía de Panamá enfrenta desafíos fiscales en medio de la creciente rigidez del gasto y una mayor carga de intereses en 2024 en adelante. El cierre de la mina Cobre Panamá afectará la actividad económica en 2024 y debilitará la confianza de empresas y consumidores. Además, las elecciones presidenciales de mayo y la sequía que afecta el Canal de Panamá aumentan la incertidumbre, lo que se traduce en menores volúmenes de negocios para los bancos. Por lo tanto, las tasas de interés aún elevadas, la desaceleración del crecimiento económico y las dificultades a futuro afectarán la perspectiva de crecimiento de los bancos”.
Asimismo, Moody’s espera que la cartera de préstamos crezca moderadamente en un 5% en 2024-2025, con tendencias divergentes entre los bancos. Sin embargo, los riesgos causados por los desequilibrios externos están contenidos en la economía panameña, por lo que no existe un riesgo cambiario derivado de su compromiso de larga data con la dolarización”.
El riesgo de activos se mantendrá elevado. La calidad crediticia seguirá bajo estrés por la débil perspectiva económica y la caída de la confianza de empresas y consumidores. No obstante, el buen nivel de reservas y garantías de los bancos, así como el crecimiento moderado de la cartera en 2023 y 2024, limitarán un mayor deterioro del riesgo de activos.
El capital se mantendrá sólido —una fortaleza crediticia para los bancos panameños— durante los próximos 12 a 18 meses, gracias al débil crecimiento de la cartera y a una capitalización de ganancias todavía alta, a pesar de la desaceleración esperada.
La rentabilidad se debilitará con respecto al récord de 2023. Los resultados finales de los bancos se beneficiaron de costos de provisión bajos y tasas de interés altas, lo que impulsó los ingresos netos por intereses.
La solidez del fondeo y liquidez de los bancos compensará la presión de los mercados sobre la exposición soberana y el financiamiento externo.
Y, finalmente, Moody’s indicó que los supuestos apoyos al gobierno no han cambiado. Las presiones fiscales afectarán la capacidad del Gobierno panameño de apoyar el sistema bancario. Sin embargo, la calificadora dijo “que asumen el pleno apoyo a las entidades estatales Banco Nacional de Panamá (Baa3/Baa3 estable, baa3) y Caja de Ahorros S.A. (Baa3 estable, ba2), en caso de ser necesario, dado que sus obligaciones cuentan con garantía explícita” debido a que no hay apoyo del gobierno que suponga un beneficio de calificación para los bancos de propiedad privada.
La calificación de Moody’s va acorde con la proyección que recientemente hizo la Superintendencia de Bancos de Panamá (SBP), el pasado 7 de marzo.
El titular de la SBP, Amauri Castillo, indicó a La Estrella de Panamá que “el reporte de Moody’s coincide en gran medida con nuestras previsiones para 2024. En aquella ocasión indicamos que 2024 se presentaba muy desafiante y retador para la industria bancaria, y son precisamente los mismos aspectos señalados por la SBP los que pondrían presión al sistema bancario en 2024”.
Igualmente, dijo, “vemos como positivo que se reconozca la solidez de la banca ponderando las medidas prudenciales adoptadas para fortalecer el capital de los bancos, lo que los coloca en mejor posición para afrontar un crecimiento menor de la economía y por ende un menor desempeño del sistema bancario panameño ante un escenario retador”.
En tanto, Carlos Alfredo Berguido, presidente ejecutivo de la Asociación Bancaria de Panamá (ABP), opina que pese al escenario, la banca operará bien este año.
“Los bancos se han recuperado muy bien de los problemas relacionados con la pandemia, eso debe permitirles operar bien, mantener indicadores de solvencia y liquidez en niveles óptimos, aun en un ambiente macroeconómico complejo”, comentó.
Y ante el cuestionamiento de operar en un entorno “deteriorado y de riesgos altos”, el representante de la ABP indicó que de “seguro será un año retador, difícil, pero el Centro Bancario Internacional tiene muy buenos indicadores que deben permitirle aguantar y superar las dificultades”.
Para el economista Víctor Cruz, toda calificación de riesgo sobre el país influye en todos los sectores en mayor o menor medida.
A Cruz no le sorprendió que la perspectiva se mantenga estable, ya que las otras calificadoras vienen señalando que la situación de Panamá ha venido bajando; no obstante, tomando el componente de una próxima elección presidencial y el resto de los cargos públicos, eso genera una situación o un ruido en cualquier examen que le haga una empresa que analice el riesgo de determinado país.
“El mismo informe de Moody’s si bien mantiene una perspectiva aceptable da a entender el carácter responsable y prudente de un crecimiento bajo... La calificación estable no es mala, simplemente hay que entender que el momento que se vive por el componente político es lo que mantiene a inversionistas, locales y extranjeros a la expectativa de qué va a pasar, ya que hay mucha incertidumbre por una serie de situaciones que involucran al Ministerio Público, la Corte Suprema de Justicia y al Tribunal Electoral”, dijo Cruz.
El reporte de la SBP, dado a conocer recientemente, destaca que 2023 fue testigo de una dinámica financiera notablemente positiva, prueba de ello es que la cartera de crédito neta del CBI registró un saldo total de $87.202 millones, lo que refleja un crecimiento de 4,6%, a diciembre, o de $3.861 millones adicionales con respecto a igual período del año anterior, cuando sumó $83.341 millones.
El año pasado, los depósitos bancarios del CBI totalizaron $105.117 millones, es decir, un incremento de 6,85% o $6.737 millones adicionales, con respecto al saldo registrado el año anterior, cuando sumó $98.380 millones.
El superintendente Castillo, en su presentación, destacó que “es importante resaltar que el desempeño del CBI en 2023 evidencia que las entidades bancarias cumplen con los parámetros establecidos en las normativas regulatorias vigentes, manteniendo una posición adecuada en términos de capitalización con 15,34%, lo que no solo supera el umbral regulatorio de 8%, sino que, refleja una positiva resiliencia financiera frente a posibles escenarios adversos, además de una liquidez de 57,8% que se atribuye al incremento de los depósitos, evidenciando una gestión activa y eficiente del balance bancario, lo que les permitirá fortalecer la capacidad de respuesta para enfrentar posibles riesgos”.