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- 09/02/2021 00:00
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La nota que una agencia calificadora de riesgo asigna a la deuda de un país o empresa es el principal indicador que toman en cuenta los inversionistas para su toma de decisiones. Cada nota va acorde con la capacidad del emisor de honrar sus compromisos.
Panamá hizo historia hace 10 años al ingresar, por primera vez, al exclusivo grupo de países que cuentan con una calificación de grado de inversión. Ahora está a un paso de perder este privilegio si el gobierno no toma las medidas necesarias para fortalecer los pilares que soportan la economía.
La calificadora Fitch Ratings revisó a la baja de BBB a BBB- con perspectiva negativa la calificación de riesgo de Panamá, sustentándose en el impacto de la pandemia de covid-19 sobre la economía nacional y las finanzas públicas.
En noviembre, Standard & Poor's redujo la nota de BBB+ a BBB, pasando la perspectiva a negativa, igual que un mes antes Moody's colocó la calificación en Baa1.
Como es de esperarse, la decisión de Fitch tuvo un inmediato impacto en el rendimiento de los bonos soberanos. La semana pasada el bono 2032 perdió 220 puntos.
Ayer, 8 de febrero, registraba una leve recuperación de 16 puntos básicos. Ello también es consecuencia de que el bono del Tesoro estadounidense a 10 años, instrumento de referencia, experimentó un ajuste en su precio, ubicándose en su nivel más bajo del año, afectando los precios de los instrumentos panameños, de Chile y Perú, por ejemplo.
Independiente del comportamiento de los bonos en los mercados de deuda, que según actores del mercado pueden seguir recuperando terreno, hay coincidencia entre economistas, analistas y especialistas en temas financieros en que es hora de hacer ajustes para mejorar las finanzas públicas.
En 2020, la deuda pública de Panamá creció en $6 mil millones y para el primer mes de este año ya suma otros $2 mil 450 millones.
Este último monto, producto de la última colocación en los mercados financieros de bonos globales con vencimiento para 2032 y 2060, como parte del plan para financiar el presupuesto de la actual vigencia fiscal.
El socio de la firma Elemente y exviceministro de Economía, Domingo Latorraca, considera que la baja en la calificación de riesgo es el resultado del severo deterioro fiscal por el que atraviesa el país, que inició antes de la pandemia, y que se acentúa a propósito de la pandemia.
“Las autoridades deben hacer público un plan de recuperación y un plan de austeridad que impulsen la recuperación, y que demuestre sin duda que en cuanto el gasto funcionamiento –y en especial el de planilla– el gobierno da señales de generar ahorro”, destacó.
Panamá, aún con circunstancias tan complejas, mantiene características que la hacen conservar su atractivo como puerto seguro y en medio de esta tormenta ocasionada por la pandemia sigue teniendo características que favorecen su posición con respecto a otros países. Pero ello no significa que no tengamos retos gigantes que afrontar.
Entre estos retos, Latorraca mencionó: Plan de consolidación fiscal (gasto, ingresos), reformas sustanciales a la Caja de Seguro Social, al sistema educativo, fortalecer la institucionalidad, en especial la justicia, atraer la inversión extranjera directa, entre otros.
Ninguno es fácil, reconoció, pero “con liderazgo fuerte y predicando con el ejemplo se pueden lograr”.
En tanto, el gerente de Tesorería y Mercado de Capitales de Banco Pichincha, Manuel Brea Kavasila, aboga por “un ajuste del cinturón” y replantear la estructura fiscal del país a fin de preservar la esencia del sistema territorial, ampliar la base impositiva sin incrementar las tasas de impuestos, acompañado de un ajuste en los gastos, eliminar exoneraciones y focalizar subsidios.
También destaca que pese a las adversidades, es un país estable en lo político, social y económico. “Los fundamentos se mantienen sólidos, no han variado”, recuerda.
En ello hay acuerdo de criterio con la calificadora Fitch, que en su reciente reporte indica que el grado de inversión de Panamá “se encuentra respaldado por su alto ingreso per cápita, producto de un historial de desempeño macroeconómico sólido y estable que explota una ubicación y un activo estratégico, como lo es el Canal.
Mantener el grado de inversión implica para Panamá un menor costo de financiamiento tanto para el gobierno como para la empresa privada, mayor base de inversionistas que antes no podían invertir en el país por no contar con esta calificación, mayor desarrollo y confianza en el sistema bancario panameño.