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Gusano barrenador del ganado, más que una amenaza para el sector ganadero
- 02/10/2024 00:00
- 01/10/2024 19:45
Desde que se dio el rebrote del gusano barrenador en 2022 y hasta lo que va de 2024, el número de casos positivos ha ido en aumento, causando un impacto importante. La proliferación de la plaga no solo ha rebasado la barrera biológica en Panamá Este, sino también las fronteras de países como Costa Rica, Nicaragua y Honduras.
Al 21 de septiembre de 2024, en Panamá había 17.968 casos positivos de GBG. Los rebrotes ocurren luego de más de 16 años de que se erradicó la plaga, con el apoyo conjunto entre Panamá y Estados Unidos, que decidieron mantener la operatividad de la planta de producción de moscas estériles del gusano barrenador del ganado en Panamá Este. La distribución de casos acumulados en el país, por semana epidemiológica, entre 2022-2024, supera los 26.000. Ver gráfica.
Mientras que, a nivel regional, solo Costa Rica acumula un total de 6.874 casos desde la declaración del brote (julio 2023); en Nicaragua suman 3.307 casos (marzo 2024), y en Honduras van 8 casos hasta la fecha, por incursiones desde Nicaragua, según datos de la Comisión Panamá – Estados Unidos para la Erradicación y Prevención del Gusano Barrenador del Ganado (Copeg).
“El tema del gusano barrenador es muy relevante e importante en estos últimos dos años [...]”, ya que “por diferentes factores se dieron rebrotes, reaparecimientos de la enfermedad no solo en nuestro país, sino que ya ha avanzado a Costa rica, Nicaragua y Honduras”, afirmó a este medio Carlos Moreno, investigador de Copeg, durante un conversatorio con periodistas este martes.
Destacó que la responsabilidad principal de Copeg es la producción del insecto estéril, donde actualmente se están produciendo 94.306.784 millones de pupas, más del triple de lo que se producía en años anteriores (alrededor de 25.000.000 millones), pero también colabora con estrategias para la erradicación del GBG con diferentes organismos internacionales y gobiernos de otros países afectados. “Una vez los países son reinfectados, nos toca hacer diversas actividades de educación, de divulgación y comunicación, y recordarles al productor y a la población en general de qué se trata la plaga, cómo actuar, cómo manejarla y hacer los reportes oportunos y las acciones inmediatas para que esos casos no se sigan multiplicando y poder obtener un nivel de control”, apuntó.
El GBG puede afectar a todos los animales de sangre caliente, ganado, gallinas, cerdos, mascotas, animales silvestres e incluso a los seres humanos. La miasis (gusanera) causada por el GBG se alimenta del tejido vivo de los animales y puede ser mortal si no se trata de manera rápida y adecuada.
El doctor Reinaldo Viveros, director nacional de Salud Animal del Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA), reconoció el impacto que está causando el gusano barrenador en el sector productor del país, por el incremento en el uso de productos de curación y de prevención.
La mayor cantidad de casos en bovinos, agregó, se reportan en Chiriquí, Darién y Veraguas, que son las provincias que tienen también el mayor volumen de censo de bovino a nivel nacional, detalló.
Con respecto al sacrificio de ganado vacuno y porcino, aseguró que no ha habido un impacto sustancial porque el GBG no es un limitante para el comercio de la carne. Pero si un animal que llega enfermo a una planta de sacrificio es rechazado, ocasiona más pérdida para ese productor, advirtió. No obstante, explicó que el impacto sí se está dando en el comercio de animales vivos (en pie), aunque no precisó cifras. “Un animal que es identificado con gusano en un puesto de control también es devuelto a su origen, causando más gastos. Por eso es importante que el productor esté consciente de que solo debe movilizar animales sanos para evitar gastos adicionales”, subrayó Viveros, detallando que actualmente Panamá exporta animales en pie a Nicaragua y Honduras.
Según Viveros, hasta el momento, como parte del programa de Copeg para el control y erradicación del gusano barrenador del ganado (que hasta hace algunos años estaba controlado en la frontera con Colombia), se han invertido más de $100 millones en infraestructura, equipos e instalaciones a nivel de Centroamérica.
“No tengo un número exacto, pero fácilmente son arriba de los $100 millones, que inicialmente sé que pueden estarse aportando al sector, no solo en Panamá, sino a nivel de todo Centroamérica para el control del gusano barrenador”, puntualizó.