El fenómeno de las 'startup' de origen latinoamericano

Actualizado
  • 20/11/2021 00:00
Creado
  • 20/11/2021 00:00
Hace menos de 20 años, la vida era muy diferente a como hoy la concebimos y los 'smartphones' aún no se habían inventado, Facebook daba apenas sus primeros pasos y las compañías petroleras como ExxonMobil lideraban el 'ranking' de las empresas más valiosas
Las tecnologías digitales han crecido exponencialmente y su uso se ha globalizado. La conectividad llega a gran parte de la humanidad gracias a la masificación del uso de los teléfonos inteligentes.

Producto de su dinamismo, durante los últimos meses las startup se convirtieron en el motor de la transformación digital en la región. Hoy vemos cómo de manera recursiva los nuevos emprendimientos se inspiran en los problemas que tienen las personas en su cotidianidad para ofrecer una alternativa a estos desafíos.

El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) informó que las compañías basadas en la tecnología en Latinoamérica multiplicaron por cinco su valor entre los años de 2017 y 2020. El organismo resaltó que, además, actualmente existen más 1,005 de estas empresas en la región por un valor total de $221 billones.

Mauricio Claver-Carone, presidente del BID, destacó durante su alocución en el marco del Miami LAC 2021 que: “El talento que hay en América Latina es insuperable. Vimos a muchas startup volverse grandes compañías, como es el caso de Mercado Libre, Rappi, Globant, Ualá, entre otros casos. Más allá de la pandemia, la región alcanzó un récord de $16,000 millones en inversión de capital de riesgo, y en lo que va del presente año tuvimos un incremento del 5% en acuerdos con fondos privados y del 16% en acuerdos con fondos de capital de riesgo”.

Carone concluyó que los países de Latinoamérica que más se beneficiarán de la inyección de capital dirigido a desarrollar este tipo de empresas, serán aquellos que incorporen marcos regulatorios y legales que sean transparentes, y puedan ofrecer incentivos para hacer atractiva la inversión y favorecer el desarrollo de los emprendimientos en las diferentes ciudades del continente.

El informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos sobre las Perspectivas Económicas para América Latina y el Caribe1, resaltó que la transformación digital será el principal motor para la recuperación económica.

Por su parte, el informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) sobre las 'Perspectivas Económicas para América Latina y el Caribe', resaltó que la transformación digital será el principal motor para la recuperación económica tras la crisis generada por la covid-19.

Estructura de negocio para una nueva realidad

Una startup es una empresa nueva o de edad temprana que ofrece grandes posibilidades de crecimiento y comercializa productos y servicios a través del uso de las tecnologías de la información y la comunicación. Las pymes convencionales salen al mercado tras haber invertido una cierta cantidad de dinero y deben esperar un tiempo para comenzar a disfrutar de beneficios; en cambio, este tipo de compañías procuran salir rápidamente, para lograr el crecimiento y financiación necesarios a través de la transformación digital. Sus cuatro principales características son:

• Tecnológicas: Este tipo de negocios se basan en la formulación de ideas innovadoras para satisfacer una nueva necesidad en el mercado.

Los emprendedores se apoyan en las tecnologías digitales para evolucionar. Además, gracias al mundo digital interconectado, cuentan con diferentes alternativas para poder desarrollar su idea original.

• Escalables: El atributo común en las startup es la velocidad y la capacidad con la que pueden crecer y generar ingresos de una forma rápida. Asimismo, son capaces de incrementar su producción y ventas sin necesidad de aumentar los gastos. Por esto, su producción y margen de ganancia crece de forma exponencial. Así, a pesar de su pequeño tamaño, son capaces de generar ingresos muy altos.

• Jóvenes: Por regla general son proyectos modernos y creativos que al poco tiempo de nacer intentan conseguir alternativas para su financiación, para así evolucionar o incluso vender la idea o el proyecto a otra empresa que ya esté consolidada y que cuente con el músculo financiero suficiente para ejecutarla.

• Costos bajos: Al principio, uno de sus objetivos principales es mantener los costes bajos de producción para crecer más rápidamente. Por ejemplo, en sus inicios suelen desarrollar su actividad empresarial en espacios de coworking, sin necesidad de tener una sede oficial de la empresa.

Un impacto que trasciende

Las tecnologías digitales han crecido exponencialmente y su uso se ha globalizado. La conectividad llega a gran parte de la humanidad gracias a la masificación del uso de los teléfonos inteligentes y, por consiguiente, también la democratización en el acceso a la información. La revolución tecnológica cambió las estrategias de los emprendimientos, que ahora, al adoptar el uso de herramientas digitales, anudan sus esfuerzos a soluciones con este ADN.

La digitalización produce grandes beneficios para los emprendedores y para los usuarios, como es la reducción de costos operativos, la transparencia en el proceso y la creación de un ecosistema que hace posible presentar productos, servicios y soluciones que se ajusten a las necesidades de las personas.

El impulso de los mercados de capital

Pasamos por un estado de efervescencia para la creación de emprendimientos basados en tecnología y Latinoamérica es un mercado atractivo y con grandes proyecciones.

Sin embargo, uno de los mayores desafíos a los que se enfrentan las startup en la región es la falta de músculo financiero al momento de escalar su crecimiento.

Esto ha motivado el mercado de capitales, particularmente en lo que se conoce como inversiones de capital privado y capital de riesgo (venture capital). Según anunció la Asociación Latinoamericana de Capital de Riesgo & Capital Privado (Lavca), solamente en el primer semestre de 2021 se invirtieron más de $6,200 millones en las empresas emergentes de la región.

Latinoamérica cuenta en la actualidad con más de 20 compañías que han levantado más de $1 millón en venture capital; 10 compañías que tienen más de $1 millón en ingresos y 14 compañías que entraron al fondo de inversión más importante de Silicon Valley: Y Combinator, en un claro ejemplo de que la región es un jugador importante en la carrera de la innovación tecnológica.

Algunos casos de éxito

Un ejemplo que podemos considerar como simbólico y que nos servirá para comprender mejor el alcance del ecosistema startup en la región es el de Mercado Libre, un emprendimiento que nació en Argentina hace 21 años, que ahora cotiza en bolsa y su acción se ha valorado 1,000% en los últimos cinco años, en un modelo que transformó el comercio electrónico en la región y que reportó que para el segundo trimestre del año, se vendieron 244,6 millones de artículos, lo que implicó un crecimiento interanual del 37%.

Otros casos representativos ocurridos en el último período corresponden a operaciones logradas por empresas que ya estaban en proceso de expansión como: C6 Bank, Nubank y Kavak. Aun así, la mayoría de los fondos (casi el 70% en la primera mitad de 2021) estuvieron destinados a emprendimientos en fases tempranas de desarrollo.

La búsqueda de innovación constituye una oportunidad para los emprendedores que consigan aprovechar el uso de las nuevas tecnologías para construir su negocio. Esto quedó en evidencia con el protagonismo que han logrado grandes firmas que dominan hoy el mercado como Facebook y Amazon, que nacieron siendo pequeños emprendimientos. Es por esto que no es de extrañar que cada vez haya más interés por el fenómeno de las startup.

Hace menos de 20 años, la vida era muy diferente a como hoy la concebimos, los smartphones aún no se habían inventado, Facebook daba apenas sus primeros pasos, y compañías petroleras como ExxonMobil lideraban el ranking de las empresas más valiosas en el mundo. Pero más de una década después, el ascenso de los gigantes tecnológicos cambió radicalmente el panorama; y ahora las denominadas big tech (Apple, Microsoft, Amazon, Alphabet y Meta) son las que puntean este escalafón, en donde además, la compañía creada por Steve Jobs en 1976, superó el año pasado el umbral de los dos billones de dólares en capitalización bursátil, un hito histórico que solo había conseguido Aramco, el gigante Saudí, dedicado al petróleo, el gas y a los productos petroquímicos.

El autor es CEO y cofundador de Trust Corporate.
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