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- 01/03/2014 01:00
- 01/03/2014 01:00
MADRID. El Estado español empezó ayer la privatización de Bankia como muestra del retorno de la confianza de los inversores hacia la entidad, cuyo rescate hace dos años precipitó una ayuda europea de 41,300 millones de euros (57,013 millones de dólares) al sector bancario del país.
El fondo público de ayuda a los bancos (Frob) vendió ayer el 7.5% del capital de Bankia, el cuarto banco español por capitalización, por 1,300 millones de euros (1,794 millones de dólares), anunció el grupo BFA-Bankia.
Con esta operación, el Estado español reduce su participación en el grupo al 60.89% del capital y lanza el proceso de privatización de la entidad, casi dos años después haber inyectado 20,000 millones de euros (27,609 millones de dólares) públicos para salvar al banco de la quiebra.
A mediados de febrero, el presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, avanzó que la privatización de Bankia se llevaría a cabo por fases en dos o tres años. La Unión Europea había fijado en 2017 la fecha límite para que España privatizara de nuevo la entidad.
‘Los primeros (paquetes a privatizar) serán más pequeños que los siguientes’, precisó Goirigolzarri. El título de Bankia, suspendido ayer por la mañana en la Bolsa de Madrid, retomó su cotización sobre las 09H00 GMT con una caída de más del 4% hasta los 1.51 euros, ajustándose al precio de venta unitario fijado para el paquete de 863,799,641 acciones vendido.
La plusvalía neta de la operación alcanza los 301 millones de euros (415 millones de dólares) y la mayoría de la oferta procedió de ‘inversores institucionales extranjeros’, indicó el grupo.
PUNTO DE GIRO
Esta colocación marca un nuevo giro en la caótica historia de Bankia, nacida en 2010 de la fusión de siete cajas de ahorros españolas, algunas de ellas ya en dificultades.
En julio de 2011, el nuevo banco entró en bolsa lo que fue celebrado por su entonces presidente, Rodrigo Rato, conocido por haber sido ministro de Economía y director gerente del Fondo Monetario Internacional. Pero ni siquiera un año después, el banco, muy afectado por el estallido de la burbuja inmobiliaria en 2008, se hundió registrando unas pérdidas históricas de 19,000 millones de euros en 2012.