La corrupción ha sido identificada como el mayor obstáculo para el desarrollo económico y social del país por la ciudadanía y por organizaciones internacionales,...
- 01/09/2012 02:00
MADRID. El gobierno español aprobó ayer una nueva reforma bancaria para sanear de una vez por todas los bancos del país, en contrapartida a un préstamo acordado en junio por la eurozona para ayudar a un sector financiero debilitado tras el estallido de la burbuja inmobiliaria.
‘Se ha aprobado una norma de gran importancia en el proceso de reformas (...), el real decreto ley de reestructuración de entidades de crédito’, anunció la ministra portavoz del gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, en rueda de prensa al término del consejo de ministros.
‘Estamos poniendo las bases para que no se reproduzcan crisis como la que hemos vivido’, afirmó por su parte el ministro de Economía, Luis de Guindos. Se trata de ‘garantizar que tenemos un sistema financiero saneado’, agregó.
Esta reforma, la quinta del sector bancario español en tres años, destinada a mejorar la supervisión del sector, debía haber sido aprobada el pasado viernes, pero la Comisión Europea había pedido a Madrid un plazo de una semana para analizar el texto.
Entre sus grandes líneas destaca un nuevo aumento de la solvencia exigida a los bancos —el nivel de fondos propios duros pasa del 8% al 9%— y una más fácil intervención de las entidades cuya solvencia se considere insuficiente.
Incluye también la creación de un ‘‘banco malo’’ o ‘sociedad de gestión de activos’ a la que serán transferidos los activos inmobiliarios considerados tóxicos, inmuebles y terrenos confiscados en un mercado muy devaluado, y destinados a ser vendidos.
‘Tiene como objetivo conseguir dinamizar el mercado inmobiliario (...) para sacar a la venta y a precios razonables este stock de viviendas’, estimado en un millón de unidades, que acumula el país desde el estallido de la burbuja inmobiliaria en 2008.
El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), creado en 2009 para ayudar a los bancos en dificultades, verá su poder reforzado, estará controlado exclusivamente por el gobierno —sin contar como hasta ahora con el Banco de España— y su capacidad de endeudamiento aumentará de 99,000 millones de euros a 120,000 millones.
‘Esta norma tiene como objetivo fundamental culminar el proceso de saneamiento’ del sector bancario español ‘para recuperar el crédito’ a las empresas y los particulares sin que ‘cueste un euro al contribuyente’, subrayó Sáenz de Santamaría.
Con esta reforma los accionistas y propietarios de deuda subordinada de los bancos serán los primeros en asumir las eventuales pérdidas ligadas a la reestructuración.
Por último, la reforma limita una vez más —a 500,000 euros por año en lugar de 600,000— las remuneraciones de los dirigentes de los bancos que hayan recibido un rescate público.
‘Con esta norma cumplimos además nuestros compromisos europeos’, recordó la ministra y vicepresidenta del gobierno sobre una reforma que figuraba en las exigencias de la eurozona cuando ésta prometió en junio a España un crédito de hasta 100,000 millones de euros para sanear su banca.
Además de esta ayuda puntual, la presión sigue aumentando sobre el país, la cuarta economía de la eurozona, para que solicite un rescate financiero más amplio a medida que se acerca la importante cita de octubre, cuando debe hacer frente a importantes vencimientos de deuda en un momento de extrema tensión en los mercados.