Empresarios rechazan la inminente cuarentena del Minsa

Actualizado
  • 29/12/2020 00:00
Creado
  • 29/12/2020 00:00
Gremios advierten sobre agravamiento de la situación económica y la falta de ingresos. Los trabajadores exigen un subsidio del gobierno por $500 para resistir el cierre del próximo enero; el Mitradel sale a apagar el fuego, se percibe descoordinación interinstitucional
El Ministerio de Salud decretó cuarentena total del 4 al 14 de enero, sin jornada laboral; solo permitirá actividades esenciales.

El sector empresarial efectuó una reunión virtual con representantes del Ministerio de Trabajo y Desarrollo Laboral (Mitradel) este lunes para ajustar las medidas de reincorporación del personal a las empresas, luego de que el Ministerio de Salud (Minsa) anunciara nuevas restricciones de movilización ciudadana a partir del 4 de enero y el cierre de empresas no esenciales.

El anuncio del Minsa emitido este domingo en conferencia de prensa, además de que cayó como un balde de agua fría para los empresarios, puso a correr al Mitradel a dejar sin efecto el Decreto 229 emitido el 15 de diciembre pasado, que establecía porcentajes de reintegro gradual de los trabajadores, retomando sus funciones en las empresas, de acuerdo con la actividad económica desempeñada.

La falta de coordinación entre los ministerios y de información clave a la ciudadanía exacerbaron la incertidumbre sobre cuáles serán las reglas de juego que regirán a partir de enero. El rechazo de la opinión pública ante la falta de planificación y adopción de estrategias integrales, especialmente en la delicada situación del país. El Minsa no explicó si la cuarentena sería prorrogable, o ante qué condiciones lo considerarían; cuál es la estrategia para vencer al virus esta vez, a diferencia de otras cuarentenas; o qué índices pretenden alcanzar con el cierre de 15 días. Tampoco se informó qué pasará después del cierre temporal, ¿todos volverán a sus actividades laborales al mismo tiempo? De ser así, qué medidas serán distintas para no caer en la espiral de contagios sin control. Lo que se puede resumir en una reducida explicación y participación de los ministerios que deberían emitir concepto ante la situación del país.

A nivel político, hay quienes opinan que ante el camino por el que transita el gobierno se hace necesario un cambio de gabinete e incluir a personas honestas, que sean capaces, no amigos o cercanos o del círculo partidista del mandatario. Además, sugieren que sean más severos en la certeza del castigo con quienes incumplan las normas, y hacer sentir al director de la orquesta como un verdadero coordinador de la estrategia a seguir.

El viceministro del Mitradel, Roger Tejada, tuvo que salir a explicar en un noticiero matutino, que quien no trabaje en la próxima cuarentena no debe cobrar salario, y que la figura de suspensión de contrato puede adoptarse una vez más, como al inicio de la pandemia. También retomó el modelo de teletrabajo como una opción para los trabajadores de empresas no esenciales.

El riesgo que plantean los empresarios es que después de permanecer más de seis meses cerrados no hay liquidez, y la recontratación de personal no ha sido tan exitosa como se esperaba (93,560 reactivados vs 282,088 contratos suspendidos). Prevén que esta cuarentena va a agravar aún más la situación, que ya consideran “insostenible”.

Empresarios rechazan la inminente cuarentena del Minsa

Elisa Suárez, presidenta de la Asociación Panameña de Ejecutivos de Empresa (Apede), achaca al gobierno la falta de preparación ante el inminente rebrote que esperaba el país. A su criterio, la medida del Minsa pinta un panorama “terrible”. “Estás dejando sin trabajo a los que estaban contratados, tampoco puedo contratar más gente y no sabemos si vamos a poder sostener las empresas. El panorama se pinta terrible, porque será difícil sostener los miles de recontratados” hasta el momento, explica la empresaria. Aunado a esto, se suman las empresas que no han logrado abrir, lo que vislumbra un escenario sumamente vulnerable para este sector, la mayoría formada por micro, pequeñas y medianas empresas.

Franklin Martínez, presidente de la Unión de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (Unpime), asegura que una gran parte de los negocios chicos aún no ha tomado su curso, están con números en rojo después de nueve meses cerrados.

“Estábamos caminando con buenas intenciones, pero poco presupuesto, estamos tratando de ponernos al día en cuanto a las deudas de arrastre, nadie tiene números negros, y si además nos dicen que tenemos que cerrar... No sabemos quién va a pagar ese salario”, manifestó Martínez.

Lo más crítico es que los empresarios cuestionan el parámetro científico mediante el cual el Minsa tomó la decisión del cierre, o la estrategia que tendrán con la pandemia. “No explican las cosas, no nos dicen cuáles son las reglas para hacer los cierres”, añade Martínez.

Reclamo de subsidio

Para los trabajadores se hace cada vez más necesario un subsidio del gobierno a los suspendidos y otras actividades. Guillermo García, asesor legal de la Central General de Trabajadores de Panamá, advierte de una afectación grave a la pequeña y mediana empresa, porque el gobierno no le ha dado un auxilio correcto a ese sector que tiene la mayor cantidad de empleados.

Aunado a esto, indica: “el Ejecutivo tenía que haber tomado medidas para este enero en las que contemple un subsidio de $500 para los suspendidos. Eso también es clave para poner a circular el dinero en la economía”, considera el sindicalista.

El Sindicato Único de Trabajadores de la Construcción y Similares rechazó la cuarentena sin salario y amenazó con una huelga; anunció piquetes y con qué resistir la cuarentena dignamente. Solicitó una política más coherente por parte del gobierno.

De acceder a esta petición de otorgar $500 a cada suspendido (282,088), el gobierno tendría que desembolsar $141 millones.

Sobre el reintegro de trabajadores plasmado en el decreto 229 que quedó sin efecto, pero que en algún momento se retomará una ruta para retornar a los puestos de trabajo, dice que lo planteado sobre la reactivación gradual requiere de una hoja de ruta para comenzar. “No obstante, la mayoría de los que reactivarán, lo harán con jornadas reducidas o simplemente los despedirán”, ante la situación económica por la que atraviesa el país y la capacidad de contratación de las empresas.

Nuevamente el país entra en la disyuntiva entre la salud y la economía que se planteó al inicio de la pandemia, con la diferencia de que en estos momentos ambas están en peores condiciones. Los casos han aumentado, la capacidad hospitalaria es limitada, el personal médico está agotado. Por otra parte, hay 61,049 nuevos informales que contribuyeron a mitigar parcialmente el impacto de la pandemia sobre el nivel de desempleo. Hoy, 52,8% de los trabajadores panameños es informal.

René Quevedo, asesor empresarial, tiene los números bien claros sobre el impacto de la pandemia en el sector laboral: “Luego de 30 años de crecimiento económico y generación de empleo, en 2020 Panamá perdió 15% de sus plazas de trabajo. Hoy tenemos 40 mil empleos menos de los que teníamos en 2013”, explicó.

Según Quevedo tomará seis años recuperar las cifras.

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