El crimen organizado le cuesta a la región más del 3 % del PIB

Actualizado
  • 11/12/2024 00:00
Creado
  • 10/12/2024 18:09
A esta conclusión llegaron el FMI y el BID en una investigación conjunta, que revela que la inestabilidad económica de los países también impulsa tasas más altas de criminalidad. Sin embargo, aseguran que se pueden tomar medidas para romper este ciclo vicioso

El crimen violento y la inseguridad tienen un impacto desproporcionado en América Latina y el Caribe (ALC), con graves consecuencias para el desarrollo socioeconómico.

A pesar de representar solo el 8 % de la población mundial, la región concentra casi un tercio de los homicidios globales. A esta conclusión llegó una investigación conjunta entre el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), que plantea la urgente necesidad de estrategias integrales para abordar los efectos de gran alcance del crimen y la violencia.

En el documento se destaca cómo el crimen, la inseguridad y el bajo crecimiento se alimentan mutuamente en un ciclo vicioso que frena la inversión, reduce el turismo y acelera la emigración en la región.

También se plantea que la inestabilidad macroeconómica —recesiones, picos de inflación y creciente desigualdad— está asociada con el aumento de la violencia.

Sostiene que la fácil disponibilidad de armas de fuego y el crimen organizado amplifican estos efectos, debilitando las instituciones y el Estado de derecho.

El BID cuantificó las pérdidas directas, y estima que el crimen y la violencia cuestan a la región 3,4 % del producto interno bruto (PIB) anual.

Estos costos surgen de la pérdida de productividad causada por vidas perdidas, lesiones y encarcelamientos; del gasto del sector privado en seguridad, y del gasto público en servicios policiales, judiciales y penitenciarios.

Según el BID, esto equivale al 80 % de los presupuestos públicos de educación de la región y al doble de los gastos en asistencia social.

Mientras que el FMI reveló que el crimen desacelera la innovación y reduce la productividad empresarial, agravando el estancamiento económico con el tiempo.

El estudio recalca que reducir a la mitad las tasas de homicidios en municipios violentos podría aumentar su producción económica hasta en 30 %.

A nivel regional, reducir las tasas de homicidio al promedio global podría aumentar el crecimiento anual del PIB de América Latina y el Caribe en 0,5 %.

Por otro lado, ambos organismos internacionales mencionan que la inestabilidad macroeconómica a menudo alimenta picos de violencia.

Señalan que una recesión en ALC está asociada con un aumento del 6 % en los homicidios al año siguiente, mientras que picos de inflación por encima del 10 % están vinculados a un aumento del 10 % en los homicidios el año posterior.

Advierten que un aumento de la desigualdad exacerba aún más el vínculo entre estancamiento económico y crimen.

Tanto el BID como el FMI mencionan que romper este círculo vicioso requiere una comprensión más profunda de sus causas e impactos.

Para ello, apuestan a una investigación rigurosa y mejores datos esenciales para diseñar políticas públicas que reduzcan eficazmente el crimen, a un punto de generar evidencia, monitorear las dinámicas del crimen, asesorar a los países miembros y facilitar debates.

El BID y el FMI indican que enfrentar el crimen únicamente a nivel nacional no es suficiente, ya que los grupos criminales operan más allá de las fronteras, haciendo que las respuestas aisladas sean ineficaces y fragmentadas.

Para abordar este desafío compartido, dijeron, los países deben colaborar más estrechamente para desarrollar soluciones más sólidas y coordinadas.

Aseguran que una colaboración regional es crucial para desmantelar las redes sofisticadas e interconectadas del crimen organizado que socava el Estado de derecho y la estabilidad económica.

El BID y el FMI sostienen que, con vidas en juego, el impacto real de estos esfuerzos debe sentirse en el terreno: creando calles más seguras, restaurando la esperanza en las comunidades y ofreciendo a las personas una oportunidad real de prosperar económicamente en un futuro libre de violencia.

Lo Nuevo
Suscribirte a las notificaciones