Objetivos con cuotas de realismo

Actualizado
  • 03/01/2015 01:00
Creado
  • 03/01/2015 01:00
La llegada del Año Nuevo mueve a plantearse metas, pero estas deben poder concretarse

Desde el primer lunes de enero empiezo dieta, empiezo gimnasio, empiezo a leer, haré mejor uso del crédito, etc., etc. ¿Les suena familiar? Y más para estas fechas de fin de año, ¿cierto? ¡Y es que los objetivos de inicio de año, en general son loables, son en serio, ahora sí, borrón y cuenta nueva! Pero también conocemos su general desenlace, se empieza con gran entusiasmo y decrece rápidamente en el tiempo hasta desaparecer.

Debemos preguntarnos, ¿dieta para qué? ¿Para bajar de peso? ¿Para mantener el peso? ¿Para subir de peso?. Declarar que empiezo una nueva dieta por sí solo no tiene sentido. Si tu objetivo es bajar de peso, una forma de lograrlo es hacer dieta, que implique consumir menos calorías, de manera que la ingesta calórica diaria sea menor que el gasto calórico diario.

Otra forma de bajar de peso, diferente de hacer dieta, puede ser ir al gimnasio y realizar una rutina de ejercicios cardiovascular sin cambiar mi dieta actual. De esta forma también tu cuenta de ahorro calórica estaría también disminuyendo, pero de manera distinta, ya no por disminuir lo que comes, sino por gastar más energía en la realización de ejercicios cardiovasculares.

El objetivo propuesto debe ser planteado de una forma precisa, con un horizonte temporal, alcanzable, observable, medible. Por ejemplo, quiero bajar de peso 30 libras en seis meses a partir de mañana. Sería irreal y posiblemente no saludable plantearte bajar de peso 30 libras en un mes.

Los objetivos deben tener su cuota de realismo, si nunca has hecho ejercicios físicos y tienes más de 30 años, no tiene sentido declarar que tu objetivo es ir a Rio de Janeiro el próximo año a ganar la medalla de oro en los 100 metros planos. Al poco tiempo de empezar a entrenar te frustraras y abandonaras la misión.

Una vez precisado el objetivo, te planteas metas medibles que apunten al logro del objetivo. Aquí vale recordar la frase de Albert Einstein que señala que locura es hacer lo mismo una y otra vez y esperar resultados diferentes. Si el año pasado realizaste acciones y las mismas no fueron suficientes para cumplir el objetivo propuesto, y este año te planteas el mismo objetivo, recuerda realizar algo distinto para intentar lograrlo. Planifícate, y disfruta de los pequeños logros obtenidos en el proceso de lograr tus objetivos.

Los objetivos tampoco se deben plantear por tener algo que hacer, por seguir una moda o tradición, debes identificar que es lo que te mueve, te ilusiona, que te hace feliz. De esta forma disfrutarás el proceso de cumplimiento de las metas requeridas para lograr tus objetivos.

Desde aquí te invito a reflexionar sobre tus resoluciones de inicio de año, intenta diseñarlas y formularlas según lo aquí descrito, y verás como las mismas no caerán en saco roto. Recibe mis sinceros deseos de salud, prosperidad, felicidad y sabiduría en este año 2015.

ADMINISTRADOR DE LA ACODECO

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