Cuba establece un nuevo tipo de cambio a ciertas personas jurídicas para pagar los sueldos

  • 01/04/2025 00:00
Esta nueva tasa es la que rige para el pago de nóminas locales desde este marzo en algunas empresas productivas y con inversión extranjera asentadas en la Zona Especial de Desarrollo Mariel

Cuba empezó a aplicar un nuevo esquema de pago de salarios a ciertas empresas extranjeras y mixtas por el cual las compañías pagan por los sueldos la mitad que hasta ahora, pero esas divisas se cambian a moneda local a una tasa cinco veces mayor, según pudo saber EFE.

La medida, confirmada por tres personas directamente relacionadas con la reforma a cambio de mantener su anonimato, supone emplear en estos casos un cambio de 120 pesos cubanos (CUP) por dólar estadounidense (USD) en lugar del cambio oficial para personas jurídicas, de 24 CUP por USD.

Esta nueva tasa es la que rige para el pago de nóminas locales desde este marzo en algunas empresas productivas y con inversión extranjera asentadas en la Zona Especial de Desarrollo Mariel (ZEDM), un enclave con condiciones económicas especiales a 45 kilómetros al oeste de La Habana.

El esquema empezó a aplicarse tres meses después de que el primer ministro, Manuel Marrero, anunciase ante el parlamento reformas en el mercado monetario oficial —que está artificialmente segmentado, tiene tipos fijados sin lógica económica y compite en desventaja con el informal— y la decisión del Ejecutivo de avanzar hacia una tasa flotante que varíe a diario.

El Gobierno cubano no había anunciado públicamente esta medida. EFE lo ha contactado a este respecto, pero hasta el momento no ha recibido respuesta.

Las autoridades de la ZEDM se han reunido en las últimas semanas con los responsables de una serie de empresas extranjeras y mixtas que operan en este enclave para explicarles el nuevo mecanismo.

Las primeras beneficiadas son las empresas implicadas, que reducen de golpe en un 50 % sus costes laborales sin afectar el volumen de personal, ganando competitividad, a la vez que generan un incentivo para retener talento en un momento de gran emigración.

Muchas empresas extranjeras habían transmitido al Gobierno cubano en los últimos años sus dificultades para operar con el cambio oficial para personas jurídicas, alejado de la realidad económica del país. En comparación, el tipo de cambio informal se sitúa ya por encima de los 350 CUP por USD.

Esta situación, argumentan las empresas internacionales, encarecía enormemente sus operaciones en la isla —que se nutren de divisas del exterior— además de minar su competitividad, eficiencia y rendimientos.

También se benefician de la medida los trabajadores, que ven sus salarios en CUP multiplicados por 2,5 (un repunte del 150 %), y en consecuencia su capacidad de compra. Tras la reforma monetaria de 2021, conocida como Tarea Ordenamiento, los precios del mercado formal cubano se han triplicado, según la Oficina Nacional de Estadística e Información.

Inversión extranjera y producción nacional

El objetivo de esta medida es fomentar la inversión extranjera y, en consecuencia, la entrada de divisas en el país, así como reavivar la producción nacional. Cuba, sumida en una grave crisis desde hace más de cinco años, importa el 80 % de lo que consume, según Naciones Unidas.

En principio parece que esta tasa de cambio no va a extenderse a otras empresas mixtas y extranjeras asentadas en Cuba, lo que también suscita dudas en términos de igualdad de condiciones.

Su generalización, no obstante, podría atizar la inflación y le restaría ingresos significativos al Estado, que percibe una comisión por cada contrato suscrito a través de las agencias empleadoras, intermediarias obligatorias para las empresas extranjeras.

El mercado de divisas es uno de los problemas medulares de la economía cubana, con tasas de cambio paralelas y alejadas de la realidad económica, además de dos monedas nacionales y un creciente proceso de dolarización (auspiciados en parte por el Gobierno).

Esta situación ha favorecido un mercado cambiario informal pujante que, junto con la inflación, ha deteriorado el poder adquisitivo de los cubanos y agravado la falta de liquidez en el sistema bancario nacional (eminentemente estatal).

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