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- 26/05/2020 00:00
- 26/05/2020 00:00
Al igual que otras industrias de la economía, el sector inmobiliario en sus diferentes renglones no ha escapado de las afectaciones económicas que está dejando a su paso la pandemia del nuevo coronavirus en Panamá.
Y es que según Frank Morrice Arias, presidente de la Asociación de Bienes Raíces (Acobir), para abril de 2020 las ventas en el mercado inmobiliario se redujeron entre un 80% y un 90%.
Expresó que a nivel de los proyectos las obras están paralizadas y que eso va a llevar a un posible “incremento” en los costos asociados a las construcciones, y “es muy probable que los promotores vayan a tener que traspasarlos (los costos) al consumidor”.
“Para darte una idea (solo) de marzo a abril (2020), en la data del Registro Público las transacciones se redujeron como un 90%. Claramente se ve que ese flujo de transacciones, ya sea compraventa o arrendamiento, ha disminuido considerablemente”, afirmó Morrice en una entrevista en el noticiero de Televisora Nacional.
Respecto al inventario de apartamentos, residencias y locales comerciales, destacó que cada renglón es diferente y hay que verlo desde un panorama general y a su vez ver los diferentes nichos.
Destacó que, de acuerdo con el primer informe de mercado Acobir (2020), dentro de todos los proyectos que se están desarrollando en el área centro, este y oeste de Panamá, hay 24 mil unidades en inventario, aproximadamente, disponibles para la venta; y de ese inventario, alrededor del 40% está disponible para ocupación.
Para Morrice el informe demuestra los altos niveles de inventario que hay; y este es un problema de oferta y demanda.
Señaló que lo que ocurrió en los últimos años es que la demanda ha venido bajando considerablemente porque se terminó la expansión del Canal, y a nivel regional muchos países fueron golpeados financieramente; y eso llevó a reducciones de personal laboral en algunas multinacionales.
“Esa reducción de la demanda que se venía viendo desde hace muchos años, lastimosamente, no la acompañó una reducción de la oferta. La oferta siguió creciendo y se siguieron desarrollando edificios, (aun cuando había menor demanda), y eso causó la disminución de los precios. Ahora mismo, con la situación que tenemos en el plano residencial, estimamos aproximadamente 24 mil unidades con una baja demanda”, sostuvo Morrice.
Manifestó que lo anterior va a llevar a que los precios se sigan reduciendo (pese a que ya se venía estabilizando a finales y principios de año), y tomará unos tres o cuatro años, probablemente, para que en el renglón residencial se pueda absorber todo ese inventario, por lo que deberán trazar estrategias para mitigar la situación.
En el caso comercial, en el renglón oficina, dijo que desde hace algunos años se venía viendo un exceso de inventario y probablemente iba a tomar de cinco a siete años absorber todo ese inventario. “La situación actual nos va a lastimosamente desmejorar el escenario que veníamos viendo”, lamentó Morrice.
Con respecto al arrendamiento, comentó que hoy en los edificios es muy “difícil” hacer mudanzas debido a que muchos tienen políticas que no permiten hacerlas, por lo que se requiere modernizar la ley para estimular las inversiones.
Consideró que en este área probablemente va a ser importante el tema de arrendamientos sociales.
Respecto al corretaje, acotó que se tienen que definir estrategias para incorporar más corredores a la industria formalmente, para que los ayude a colocar todo ese inventario que se ha venido acumulando.
Para afrontar la crisis actual, compartió que desde hace varios meses están trabajando con el Gobierno Nacional y en algunas mesas que se establecieron para el sector inmobiliario, donde sugirieron diferentes estrategias, muchas de las cuales van alineadas al exceso de inventario que hay en el mercado.
No obstante, indicó que “también hay que comprender que ese problema no se va a solventar con una demanda local, por lo que hay que seguir promoviendo a Panamá internacionalmente como punto estratégico por su ubicación geográfica, y seguir promoviendo la ley SEM que por muchos años ha dado frutos positivos al permitir que multinacionales establezcan sus operaciones en Panamá. Eso aumenta la demanda de vivienda”.
Añadió que también se están poniendo en el tapete nuevas leyes, entre las cuales han sugerido al Gobierno la posibilidad de incorporar el beneficio del interés preferencial al mercado secundario y no solo al mercado primario o propiedades nuevas.
La última modificación a la ley de interés preferencial, que incluía viviendas de $180 mil, se hizo en septiembre de 2019.