Nuestra manera de hacer las cosas

Actualizado
  • 13/12/2014 01:00
Creado
  • 13/12/2014 01:00
En Panamá, antes, era muy común conocer de personas que eran avasalladas por agentes económicos

La oportunidad es propicia para informar sobre el trabajo que desempeña la Autoridad de Protección al Consumidor y Defensa de la Competencia (Acodeco) y los resultados logrados en su gestión durante estos últimos años. El 1 de mayo de 2006 llegamos a desempeñar el cargo de administrador con el compromiso y la obligación de promover la competencia y de implantar un ambiente de respeto y protección a los consumidores.

En Panamá, antes, era muy común conocer de personas que eran avasalladas por agentes económicos que utilizaban su poder económico para aprovecharse de las necesidades básicas de los consumidores. Afortunadamente, ahora, las reglas han cambiado. Existe una Acodeco más beligerante y una Ley 45 más fuerte, que define muy bien las obligaciones de los comerciantes y los deberes de los consumidores. Y en ese sentido nuestra posición como administrador ha sido vertical.

De una manera imparcial, nuestros funcionarios salen a las calles para asegurar que no hay productos vencidos, productos sin información relevante sobre precios y calidad, contratos firmados en blanco, productos sin garantías, desajustes en balanzas y abusos por parte de mueblerías. Lo que hemos hecho en este tiempo es tratar de establecer el equilibrio en la ecuación proveedor– consumidor, inyectar información clara y veraz al mercado y devolverle al consumidor el poder de decidir.

La Acodeco está comprometida con el consumidor, pero también con el libre mercado y la competencia. Nuestra misión es velar por aumentar el bienestar de todos los panameños mediante el fortalecimiento de una cultura económica basada en la equidad, honestidad y transparencia. Este trinomio de valores ha permitido que nazca una cultura de protección al consumidor y defensa de la competencia, cultura que nació desde las mismas ondas expansivas que se originaron con la promulgación de las reformas económicas hace más de veinte años pero que permitió que Panamá se adentrara en los caminos de la modernidad.

Somos de la opinión que la Acodeco es un himno al esfuerzo y al éxito. Nuestro código de conducta nos hace reflexionar diariamente de que somos la sal para condimentar el banquete de la honestidad, que alimentamos de esperanza a los más vulnerables y desamparados, que representamos una institución que ha resultado ser poderosa y confiable, que somos una montaña de luz y ejemplo para las demás instituciones del país y que simbolizamos la piedra angular por la que deben pasar todos aquéllos que quieran convertirse en timbre de orgullo para los consumidores.

Ésta es la mirada interna de la Acodeco. De aquí es donde brota nuestra fuerza, valor, coraje y sobre todo, alegría. Y por eso, no tenemos miedo. Siempre hemos dicho que por la forma en que hacemos nuestro trabajo, ni con la punta de una lanza podrán tocar nuestra alma institucional. Nuestra posición está asegurada en el corazón de los panameños y en el espíritu de la patria, porque todos saben que hemos trabajado a conciencia.

ADMINISTRADOR GENERAL DE LA ACODECO

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