Los cien estudios que respaldan la ampliación

Actualizado
  • 08/06/2016 02:00
Creado
  • 08/06/2016 02:00
Se enfocaron en una amplia variedad de temas, desde la demanda del mercado, hasta aspectos financieros y de impacto social

Durante cinco años, unos 300 profesionales panameños realizaron una serie de rigurosos estudios que respaldaron la viabilidad del proyecto de ampliación del Canal de Panamá, próximo a convertirse en realidad.

Estos casi 120 estudios se enfocaron en una amplia variedad de temas, desde la demanda del mercado, hasta aspectos financieros y de impacto social.

Con los resultados preliminares, el entonces subadministrador del Canal de Panamá, Ricaurte Vásquez, empezó en 2002 a coordinar el equipo de siete personas que se responsabilizaría de armar la propuesta a presentarse en un referéndum nacional.

En un principio, el equipo estuvo liderado por el actual administrador de la vía acuática, Jorge Luis Quijano, pero posteriormente se hizo cargo Ilya Espino de Marotta.

Así, mientras que la propuesta se divulgaba a lo largo de todo el país, en la ACP se creaba la oficina que planificaría cómo ejecutar esa obra, en el caso de que la ampliación fuera aprobada. ¿Cuántos contratos se requerirían? ¿Qué tipo de contratos? ¿Cómo sería la estructura organizacional para supervisar la ejecución de la obra?

El reducido equipo humano se encargó de supervisar y coordinar a unos 120 colaboradores de la ACP que apoyaron la iniciativa, analizando todos estos aspectos, además de los ambientales, de seguridad, el control del costo, lo legal, el cronograma y hasta la documentación histórica.

Previamente, un grupo de ingenieros ya había estudiado en 1997 las fuentes de agua del Canal y la capacidad de la vía interoceánica, investigación que fue empleada por el grupo encargado de elaborar la propuesta de ampliación.

CAPACIDAD MÁXIMA

El exadministrador de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) Alberto Alemán Zubieta, en entrevista con este diario, recordó que en 1997 se realizó en Panamá, en el Centro de Convenciones Atlapa, lo que se llamó el Congreso Universal del Canal, en conmemoración de los veinte años de la firma de los tratados Torrijos-Carter.

‘Este evento contó con la participación de los usuarios de la vía acuática, quienes discutieron el modelo de gestión que manejarían los panameños cuando el Canal pasara a sus manos', explicó Alemán Zubieta.

Según el exadministrador, en ese momento se acababa de aprobar la Ley Orgánica para la administración del Canal, lo que permitió mostrar a los diferentes grupos interesados en el manejo de la vía los estudios realizados, que advertían que el Canal alcanzaría su capacidad máxima, de 330 millones de toneladas, equivalente a 14 mil tránsitos de alto calado, entre el 2009 y el 2012.

Posteriormente, se contrató a un grupo de expertos internacionales con el fin de que identificaran qué estudios se necesitaban para elaborar la propuesta de ampliación que sería sometida a los panameños en un referéndum.

‘Del 2002 al 2005 se perfeccionó la propuesta de ampliación basada en los 120 estudios, con un costo de $40 millones, a la que fueron incorporados los primeros estudios realizados, que reforzaron el modelo financiero', indicó Espino de Marotta, encargada de las obras de ampliación por parte de la ACP.

Espino de Marotta destaca que el plan maestro incluía diseños conceptuales, tanto del Atlántico como del Pacífico, hechos entre 1999 y el 2001.

Estos estudios analizaban modelos de esclusa de 1, 2 y 3 niveles, así como distintos tipos de compuertas. De este ejercicio se obtuvo el modelo de llenado y vaciado de las tinas de reutilización de agua, que fue probado por un grupo de ingenieros en Francia.

‘Cuando escribimos el pliego de cargos para que los contratistas pudieran licitar, tomamos la información que teníamos de esas experiencias, pero no hicimos un diseño, sino que dimos las especificaciones de los componentes del proyecto para que ellos lo realizaran', enfatizó.

Los estudios indicaban que el aumento de la capacidad del Canal mediante la construcción de un tercer juego de esclusas aseguraría un servicio de calidad y permitiría captar la demanda creciente de la travesía entre el Pacífico y el Atlántico.

Los factores que podían afectar la capacidad del Canal eran las dimensiones de las esclusas, el mantenimiento de las esclusas, el tamaño del buque, la mezcla de buques, factores climáticos y el tipo de carga.

Así fue como el equipo humano de siete panameños se encargó de preparar la ampliación, que está a punto de ser inaugurada, ‘pro mundi beneficio'.

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La oficina que preparó el plan maestro analizó los servicios y precios, la configuración de esclusas y canales, las reglas y restricciones operativas, las alternativas de agua, los patrones climáticos y las condiciones económicas y macroeconómicas.

La propuesta de ampliación del Canal garantiza que la vía acuática se mantenga como un negocio competitivo, con la capacidad de atender la demanda futura de sus servicios, asegurando así el crecimiento de los aportes al Estado.

La ampliación del Canal garantiza el crecimiento del conglomerado de servicios que se ha desarrollado por la actividad de la vía acuática y permite captar los crecientes volúmenes de comercio por la ruta de Panamá.

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