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- 03/11/2024 00:00
- 02/11/2024 17:02
Hasta el noveno mes del 2024, los activos, depósitos y cartera de crédito de la banca local del Sistema Bancario Nacional (SBN) y del Centro Bancario Internacional (CBI) de Panamá mantienen un crecimiento sostenido, revela el Informe de Actividad Bancaria septiembre 2024 de la Superintendencia de Bancos de Panamá (SBP).
Al cierre de septiembre de 2024, los activos de la banca local ascendieron a $ 135.607 millones, un aumento de 7,8% con respecto al año anterior, impulsado principalmente por la cartera de crédito neta, que alcanzó los $86.460 millones, un crecimiento de 9,0 % interanual. Dentro de esta cartera, el crédito externo creció 18,1 % y el interno se incrementó 5,8 %. Aquí los depósitos también registraron un aumento significativo, situándose en $95.075 millones (+8,1 %). “Este aumento refleja la solidez de la base de financiamiento del sistema, con un crecimiento del 12,6 % en los depósitos externos y un 6,2% en los depósitos internos, un indicador positivo de la confianza tanto a nivel local como internacional en el sistema bancario”, señala.
El patrimonio del sistema aumentó 12,4 %, situándose en $15,366 millones, lo que refuerza la estructura de capital del SBN, ofreciendo una base más sólida para absorber posibles choques financieros. “Este fortalecimiento en la base de capital es crucial para mantener la estabilidad y enfrentar futuros desafíos económicos”, acotó.
El CBI también “continúa mostrando un crecimiento sostenido”, con un aumento interanual del 6,9 % en los activos totales, que alcanzaron los $151.642 millones al cierre del período, un aumento interanual 6,9 %. “Este desempeño refleja la resiliencia operativa del sistema, apoyado por una expansión en los activos productivos”, apuntó.
Los depósitos también reflejan un crecimiento sólido del 6,8% en el período analizado. “Este aumento en depósitos y activos productivos subraya la confianza de los depositantes e inversionistas en el sistema financiero panameño, así como su capacidad para adaptarse a las condiciones del mercado y continuar atrayendo capital”, subrayó.
En el CBI, los activos productivos también son impulsados en gran medida por un aumento en la cartera de créditos neta, que totalizó $94.141 millones. Los activos líquidos se incrementaron en 1,1 %, indicando una estrategia de reasignación hacia activos de mayor rendimiento, dijo.
La cartera de créditos locales bruta del sistema cerró septiembre con $63.836 millones, un crecimiento de 5,4 % comparado con el mismo período del 2023, revela el documento. Y agregó que: “este desempeño positivo refleja una reactivación sostenida en la demanda de crédito, a pesar del menor desempeño macroeconómico, destacando la capacidad del sistema financiero panameño para adaptarse a un entorno de recuperación económica”.
En términos de nuevos desembolsos, las entidades bancarias alcanzaron los $18,875 millones en septiembre de 2024, un incremento interanual del 13,3 %. “El crecimiento en el volumen de créditos sugiere una expansión en la capacidad de financiamiento de la banca, respaldada por condiciones crediticias favorables y un optimismo renovado en las perspectivas económicas”, aseveró la SBP.
Así, la SBP destacó que la recuperación en la demanda de crédito ha sido impulsada por sectores con mayor participación en el CBI, con actividades financieras y seguros liderando el crecimiento con un 26,2%, seguido de la industria con un incremento del 16,4 %, y comercio, con un aumento del 8,2 %.
“Estos sectores han mostrado una fuerte demanda de financiamiento, lo que refleja una reactivación en la inversión productiva y una mayor actividad en el consumo”, afirmó la entidad reguladora.
Por su parte, el saldo de la cartera de la agricultura aumentó 11,6 %, consumo personal subió 4,1 % y el hipotecario se incrementó 2,5 %. Por el contrario, se contrajo la demanda de crédito en la ganadería -3,6 %, pesca -24,3 %, minas y canteras -30,9 %, y construcción -1,0 %.
En términos de perspectivas, según la SBP, la tendencia al alza en los desembolsos de crédito puede ser un indicativo de una aceleración en el crecimiento económico para los próximos trimestres.
Sin embargo, indicó que la sostenibilidad de esta tendencia dependerá en gran medida de la capacidad del sistema bancario para adaptarse a las fluctuaciones macroeconómicas, mejorar sus procesos internos de otorgamiento en base a valoraciones adecuadas de riesgo y seguir invirtiendo en la digitalización y eficiencia operativa.
En conclusión, señala que aunque la expansión del crédito sugiere un sistema bancario en recuperación y resiliente, la heterogeneidad sectorial indica que no todos los segmentos están evolucionando al mismo ritmo. “La capacidad del sistema para manejar esta disparidad será un factor crítico en la construcción de una base financiera sólida y en la optimización de la eficiencia operativa, lo cual es fundamental para mantener la confianza del mercado y la estabilidad en el mediano y largo plazo”, dijo.
En cuanto al saldo de la cartera de créditos locales de hogares, los de hipoteca residencial crecieron 3,8 %, totalizando $18.524.3 millones, consumo total aumentó 4,1 %, alcanzando los $14.041 millones. Dentro del segmento de consumo personal, el saldo de crédito de las tarjetas de crédito se incrementó 10,6 %, préstamo personal 2,0 % y auto 7,0 %. “Esta dinámica de expansión en el crédito a hogares puede estar impulsada por una demanda estable de financiamiento residencial, junto con un crecimiento sostenido en productos de consumo, particularmente en tarjetas de crédito, que experimentaron un incremento significativo del 10,6 % en el mismo período”, matizó.
La Superintendencia agregó que si bien el producto de consumo refleja un aumento en la propensión de los hogares a utilizar financiamiento a corto plazo, también plantea riesgos inherentes al sobre apalancamiento, especialmente en productos de crédito revolving, como las tarjetas de crédito que suelen tener tasas de interés más elevadas.
Indicó que la resiliencia de esta cartera dependerá de la capacidad de las instituciones para equilibrar el crecimiento del crédito con una gestión efectiva de los riesgos, maximizando la rentabilidad sin comprometer la estabilidad de sus balances. “Es fundamental que los bancos continúen diversificando sus carteras de crédito. Entre diferentes sectores económicos, se puede reducir la exposición a la volatilidad sectorial y asegurar una mayor estabilidad financiera”, apuntó.
Cartera de crédito CBI
La cartera de crédito del CBI, principal activo del balance creció 9,1 %, que representó un 161 % en el segmento externo y un 5,4 % en el componente local. Por el lado de resultados, al cierre del tercer trimestre, el CBI refleja un total de utilidades por el orden de $2.283 millones, con un crecimiento interanual de 9,2 %, de las cuales se generan un 45 % en la banca extranjera de licencia general, un 25% en la banca panameña privada, un 13 % es generado en la banca oficial y un 17 % en la banca de licencia internacional.
Este crecimiento en conjunto del CBI, según el reporte, se sostiene gracias al desempeño en el margen financiero, un incremento en otros ingresos operacionales del 14,5 %, y un manejo eficiente de los egresos generales, que crecieron sólo un 7,5 %, favoreciendo significativamente la eficiencia bancaria.
Explicó a “la mejora en la rentabilidad del activo se debe principalmente al aumento del 14,5% en los otros ingresos operacionales, alcanzando los $2,541.3 millones hasta septiembre de 2024. Esta estabilidad en el margen de intereses es un factor positivo, aunque será clave monitorear la evolución de las tasas de interés y su impacto en el costo del fondeo”.
Otros componentes importantes muestran que los ingresos operacionales experimentaron un crecimiento del 8,1 %. En septiembre de 2024, el CBI experimentó un crecimiento interanual de 6,8 % en el saldo de captaciones bancarias, alcanzando un volumen total de depósitos de $107.352 millones.
Precisó que este crecimiento se sustentó en dos pilares principales: un incremento del 6,2 % en los depósitos internos, que alcanzaron los $65,624 millones, y un aumento del 7,8 % en los depósitos de origen externo, que sumaron $41,728 millones. Países como Colombia, Ecuador y Venezuela representan una parte significativa de estos depósitos, con un 19 %, 7 % y 6 % respectivamente.
“Este flujo constante de depósitos internacionales demuestra que Panamá mantiene su reputación como un centro financiero regional estable y confiable, especialmente para clientes de América Latina y el Caribe que buscan resguardar sus activos en un entorno financiero seguro”, ponderó la SBP.
En su más reciente revisión de la plaza panameña, Fitch Ratings destacó una mejora en el entorno operativo del sistema bancario panameño, cambiando su perspectiva de “negativa” a “estable” y reafirmando su puntaje en “BB+”. La calificadora reconoció que “los desafíos enfrentados por el sector se han ido aliviando gradualmente, con un desempeño positivo en las métricas de crecimiento del crédito, calidad de los activos y rentabilidad superior a lo esperado, lo cual respalda la estabilidad del sistema financiero en Panamá”.
En cuanto al riesgo de crédito local, según los datos de la SBP, durante el período analizado se observó una leve materialización de riesgo, manteniéndose en niveles similares a los de hace un año. La cartera morosa y vencida representa en conjunto un 5,6 % del saldo total de la cartera, mientras que el índice de cartera vencida, respecto al saldo de cartera, fue del 3,2% en septiembre de 2024. La cobertura de la cartera vencida mediante provisiones permanece cercana al 100%, reflejando un enfoque prudente en la gestión del riesgo crediticio. En lo que respecta al índice de morosidad por sector, el sector de la construcción sigue siendo un área de especial atención, dado que mantiene un índice de mora elevado del 12 %.