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- 27/05/2024 00:00
- 24/05/2024 18:30
Se estima que en América Latina y el Caribe (ALC) hay cerca de 160 millones de jóvenes, en edades de 15 a 29 años. Una cifra que representa en 25% de la población en la región, según el informe ‘Inclusión y Juventudes en América Latina y el Caribe’, elaborado por el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF).
El escrito, publicado a mediados de abril, apuntó que uno de los desafíos más grandes que enfrenta la zona es la “precariedad laboral” y la falta de oportunidades de empleo digno que tiene este grupo etario.
Datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) muestran que, en la actualidad, hay cerca de 9.4 millones de jóvenes desempleados y otros 23 millones que no trabajan ni estudian.
Según el documento, este último grupo es consecuencia de las deficiencias en los sistemas de cuidado infantil y de la falta de políticas que le permitan a los más jóvenes trabajar, estudiar y cumplir con sus responsabilidades familiares y personales.
A esto hay que sumarle la informalidad laboral, la cual mantiene a más de 30 millones de empleados jóvenes sin gozar de las ventajas del seguro social. Aunque la informalidad laboral disminuyó un 10%, durante los últimos 15 años, todavía sigue representado un porcentaje promedio bastante elevado en los países de la zona (62.4%), destacó el reporte.
“A pesar del aumento de los niveles educativos y de ingresos de los jóvenes en los últimos años, la tasa de desempleo juvenil en ALC sigue siendo el triple que entre la población adulta y mantiene niveles preocupantes: en 2021 llegó al 19,2% contra el 7,3% de las personas adultas”, indicó CAF.
Esto fue más dramático en el caso de las mujeres jóvenes, quienes pese a tener mejores resultados educativos que los hombres, posee un nivel de desempleo mayor (23.9% frente a un 16.1%), motivado por la desigual responsabilidad en el cuidado del hogar.
Otro punto que condiciona la inserción laboral de las personas es la falta de flexibilidad en los empleos, ante personas que no cuentan con títulos académicos y que, producto de eso, terminan en una dinámica de explotación laboral, discriminación y falta de derechos laborales.
Desde la CAF consideran que, para hacer frente a la realidad del desempleo, es fundamental desarrollar el emprendimiento. “A pesar de que la juventud iberoamericana mantiene una predisposición favorable hacia el emprendimiento, la actividad empresarial de los jóvenes en ALC se caracteriza por la coexistencia de pocos emprendimientos de rápido crecimiento junto a muchos de subsistencia”, alegó la organización.
Se estima que casi el 72,6% de los jóvenes, de entre 18 a 24 años, ve en el emprendimiento una opción favorable como elección de carrera. Mientras que el 69.5% ve con buenos ojos a los emprendedores.
El informe puntualiza en que el problema es que todavía se siguen registrando barreras para su desarrollo: el acceso a financiamiento, la necesidad de mejorar de habilidades, la creación de redes y la superación de obstáculos regulatorios, son solo algunas de las trabas que se mencionan.
Información de la Encuesta del Mercado Laboral aplicada por el Instituto de Estadística y Censo (Inec), muestras que, para finales de 2023, el desempleo en Panamá era de 7.4%, con 155 personas desocupadas, en donde el 54% correspondía a personas entre los 15 y 29 años.
Datos de la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá (CCIAP) muestran que el empleo juvenil en el país debe reforzar cinco aspectos: la falta de talento y experiencia del recurso humano; la necesidad de dominar más de un idioma; la importancia que tiene el dominio de la tecnología; lo fundamental que es desarrollar mejores habilidades blandas; y una mejor preparación académica de los trabajadores.
“Si los jóvenes que ingresan al sistema laboral no cuentan con esos elementos, es necesario que trabajemos en el fortalecimiento de la educación dual (estudiar y trabajar en simultáneo) y para hacer esto necesitamos hacer una reforma en la legislación laboral”, resaltó Manuel Ferreira, director de Asuntos Económicos de la CCIAP.