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Los avances de Panamá en la agrotecnología
- 14/08/2023 00:00
- 14/08/2023 00:00
Cada vez más agricultores nacionales se están abriendo paso al uso de la agrotecnología, también conocida como 'AgTech' o 'AgriTech'.
Los avances se dan desde el Instituto de Innovación Agropecuaria de Panamá (Idiap) que ha creado 60 proyectos para el mejoramiento genético, la liberación de variedades de semillas y granos, control biológico, cultivos protegidos y tecnología de manejo, por mencionar algunos.
Las investigaciones giran en torno a los rubros como el arroz, maíz, poroto, papa, camote, tomate industrial, cebolla, ají, pimentón, hortalizas, café, pastura para el ganado, soja, sorgos, plátano, cítricos, yuca y ñame.
“Todo se da con el fin de buscar bajar los costos de producción, mantener los niveles de rendimientos, rentabilidad y ganancias de los productores”, destacó Arnulfo Gutiérrez, director general del Idiap.
Una de las zonas que concentra la mayoría de estos trabajos es Ollas Arriba, de Capira. Gutiérrez explicó que cuentan con cría de ganado criollo bovino, a través de un banco de germoplasma. Cada animal, dijo, presenta características especiales, por ejemplo, ser tolerantes a las garrapatas, enfermedades y a la alimentación deficiente. “Esta reserva del ganado criollo bovino se debe a que es una raza que ha estado en el país, prácticamente, desde los tiempos de Cristóbal Colón y se ha reproducido con pocos insumos”, justificó.
Agregó que con los trabajos dentro de los núcleos genéticos se proporcionará semen a los pequeños ganaderos para que mejoren su eficiencia, lotes y sus indicadores reproductivos que se encuentran, actualmente, en índices “muy bajos” en el país. Esto también incluye a los ganaderos dedicados a la actividad lechera, incluso los de doble propósito.
“Queremos mejorar la genética para que los pequeños ganaderos puedan ser más rentables y puedan vivir de esta actividad. Tenemos la raza y vamos a empezar a producir esa genética a nivel nacional”, puntualizó Gutiérrez.
De igual forma existe otro banco de germoplasma para producir maíz criollo y guandú de palo. En el caso del maíz, el director general del Idiap manifestó que se encuentran en el proceso de liberar este año un híbrido para distribuirlo en el mercado comercial.
Entre sus más recientes proyectos se encuentra la apicultura, donde el Idiap gestiona tecnología de manejo, es decir, de genética para mejorar la productividad de las colmenas, a través del suministro de nutrientes para las abejas. Así mismo, del control de las plagas. “Nos enfocamos en la genética por el tema de consanguinidad, que es el cruce de abejas parientes, que es malo para esta especie”, dijo Gutiérrez.
Desde la estación experimental que pertenece al Centro de Investigación e Innovación en recurso genético y de biodiversidad, cuya sede está en Río Hato, el Idiap lleva adelante tres proyectos para el cultivo de arroz.
Gutiérrez señaló que con este trabajo generan nuevas variedades de semillas adaptadas a las variabilidades climáticas que tiene el país. Indicó que recientemente, el instituto liberó una variedad nueva llamada Idiap alanjeña, que se caracteriza por un ciclo corto de 105-119 días de maduración. Es de un metro de altura, la planta es verde y el grano amarillo pajizo. Además, es tolerante a las plagas y enfermedades.
Para crear la alanjeña, el Idiap hizo trabajos de investigación por 10 años, donde se hicieron pruebas de evaluación en ocho localidades arroceras para comprobar excelencia, estabilidad y adaptabilidad en diferentes ambientes. “La hemos recomendado con mucha responsabilidad para su cultivo a lo largo de todo el país y es producto del Centro de investigación e innovación, que está en Río Hato”, destacó Gutiérrez.
Hasta la fecha, el Idiap ha presentado más de 30 variedades de arroz liberadas, de las cuales hay vigentes ocho, ya que cada dos o tres años producen una nueva.
Así mismo, desarrollan variedades de café capaces de responder a un sistema de fertilización de manera eficiente y rentable. La mayoría de la producción se trabaja en Buena Vista, Colón, donde se encuentran las cuencas del Canal de Panamá.
Gutiérrez destacó que sobre este rubro cuentan con la colección más grande del país y que incluye granos desde la familia de los Geishas hasta los de tierras bajas de Colón.
Las investigaciones del Idiap también han permitido que la producción artesanal de camote haya pasado de tres hectáreas a más de 100 hectáreas en todo el país, permitiendo que los consumidores lo encuentren a precios accesibles.
Según Gutiérrez, los resultados son visibles desde los trabajos conjuntos que se hicieron con grupos de productores de Los Santos y Chiriquí. Actualmente, contó, ya existe la variedad de camotes C90 y C03, y muy pronto se liberarán dos más con biofortificado, que estarán disponibles antes de final del 2023.
Otras de las tendencias que se encuentra trabajando el Idiap tiene que ver con el control biológico, que supone la producción y suelta en masa de enemigos naturales, como parasitoides y depredadores, para combatir a los insectos causantes de plagas de manera respetuosa con el medio ambiente.
Hasta el momento, Gutiérrez adelantó que ya tienen identificados hongos e insectos que pueden ser controladores de plagas y pueden ayudar a disminuir la necesidad del uso de agroquímicos. Por ejemplo, se está tratando de controlar con productos biológicos la carga de agroquímicos en producciones de hortalizas en Tierras Altas, como son el brócoli, repollo, y la lechuga. “Estas son tecnologías concretas, pero estamos buscando tecnología de punta, incluso nanotecnología, para que estos bioproductos tengan una vida más prolongada en los sistemas productivos, de modo que puedan ayudar al productor a controlar las plagas para así bajar los costos de producción y ambientales”, sostuvo.
Los cultivos protegidos son otra tendencia. El Idiap ya cuenta con recomendaciones de cómo crear una estructura basada en las variabilidades climáticas, dependiendo del sitio donde se vaya a instalar, como dirección del viento, la intensidad de la luz y la temperatura y humedad promedio. “Tenemos la fórmula para hacer las mejores estructuras en Panamá con excelentes resultados ya demostrado en hortalizas en el Arco Seco”, señaló Gutiérrez.
Ante los problemas constantes en la producción de cebolla, el Idiap se encuentra generando también tecnología para que los productores mejoren los rendimientos y autosuficiencia en sus cultivos, así como también lo hacen con el ñame.
Además, por otra parte, llevan un proyecto con fondos internacionales para establecer medidas que permitan prevenir la entrada del Fusarium raza 4 Tropical, que es una amenaza para el plátano y banano, en el mundo.
Respecto a los cítricos, los investigadores se encuentran en la búsqueda para contrarrestar la enfermedad Huanglongbing, que ataca, principalmente, a la naranja, mandarina y toronja, provocando que sus árboles sólo produzcan dentro de cuatro años para después morir. Los trabajos que realiza el Idiap están basados en una técnica llamada “visión génica”.
También se realizan proyectos para crear productos biofortificados, que es el proceso que ayuda aumentar el valor nutricional de los cultivos alimentarios en la densidad de vitaminas y minerales en un cultivo. Por ejemplo, el Idiap junto a los productores ha logrado generar producciones de camote, frijol, arroz, zapallo, yuca y papa.
El director general del Idiap señaló que con el uso de la agrotecnología se valora cómo la agricultura debe manejarse de manera “inteligente” para lograr resultados “rentables”, tomando en cuenta que es una actividad que debe estar orientada al desarrollo y a la productividad para así no depender del apoyo del Estado para sobrevivir. “Debemos promover la productividad y eficiencia de los productores, eso es muy posible con la tecnología, ya que de esta forma no solo los ayudamos a ellos, sino también al medio ambiente y al consumidor”, concluyó.