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El 2016, un mal año para los juegos de suerte y azar
- 29/12/2016 01:00
- 29/12/2016 01:00
El nuevo impuesto establecido a las apuestas en las máquinas tragamonedas tipo ‘A', las mesas de juego y las salas de apuestas de eventos deportivos pasó su factura en 2016. Así lo reflejan los números rojos que arroja esta industria en el presente año.
De acuerdo con las cifras de la Contraloría General de la República, en el periodo acumulado de enero a octubre de 2016, las apuestas en estos tres juegos se redujeron $192 millones, equivalente a una disminución de 9.5%.
En este periodo, las apuestas cayeron $128.7 millones en las máquinas tragamonedas tipo A (-7.3%), disminuyeron $60 millones en las mesas de juegos (-26.1%) y bajaron $3.3 millones en las salas de eventos deportivos (-11.4%).
Como resultado, el nivel de empleo en la industria de juegos de suerte y azar se vio afectado.
Según cálculos de la Asociación de Administradores de Juegos de Azar (Asaja), debido al nuevo impuesto se perdieron cerca de 1,300 empleos, equivalente a aproximadamente el 20% del personal que labora en este sector de la economía.
MÁS IMPUESTOS
Durante los últimos años, la actividad de los juegos de suerte y azar ha afrontado el incremento de impuestos y la imposición de nuevas cargas fiscales.
El primer aumento a la tasa que pagan las salas de máquinas tragamonedas Tipo A y casinos completos se estableció en septiembre 2009. Este incremento se aprobó de forma progresiva, aumentando inicialmente del 10% al 12.5% hasta diciembre de 2011 y posteriormente de 12.5% a 15% a partir de enero de 2012.
Luego, en mayo 2012, se produjo otra alza de los impuestos, aumentándose los porcentajes sobre los ingresos brutos que debía pagar esta industria.
La nueva normativa impuso una tasa de 18% sobre los ingresos brutos a las salas de máquinas tragamonedas tipo A, un 12% a las mesas de casinos completos, un 18% a las máquinas tipo A de casinos completos y 18% para la máquinas tragamonedas Tipo A del Hipódromo Presidente Remón.
Finalmente, en 2015 se estableció un nuevo tributo a esta industria, a través de un Impuesto Selectivo al Consumo (ISC) de 5.5%, el cual se impuso directamente a las personas que apuestan, y se aplica cuando las personas que asisten a estos locales cambian el efectivo por las ficha, para poder participar y jugar.
Por la forma que se instituyó este nuevo impuesto, este tributo lo deben pagar todos los clientes, tanto aquellos que obtienen ganancias de las apuestas como los que pierden debido a las mismas. De la imposición del ISC de 5.5% quedaron excluidas las apuestas en el hipódromo y las agencias hípicas.
La industria de los juegos de suerte y azar impacta económicamente a los hoteles y la actividad de bienes raíces, por el alquiler de locales para el desarrollo del negocio. También influye el turismo, el comercio y otras actividades económicas, por el consumo de bienes y servicios diversos, y la recaudación de los tributos y la seguridad social, por los impuestos y las prestaciones sociolaborales que le corresponde pagar.
En Panamá, la Junta de Control de Juego,s del Ministerio de Economía y Finanzas, es la encargada de dirigir, regular y reglamentar la explotación de los juegos de suerte y azar, y las actividades que originan apuestas en representación y en beneficio exclusivo del Estado.
La Junta de Control de Juegos debe, además, determinar en cada caso, qué juego es de suerte y azar o qué actividades originan apuestas o ejercen la actividad de explotación en forma directa o a través de terceros.