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- 16/10/2018 02:00
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Un grupo de labriegos colombianos ha emprendido modestos proyectos ecológicos vecinales y de agricultura inteligente para traer de vuelta a los millennials al campo mediante planes centrados en producir más con menos y reducir así la pobreza.
GPS criollos, plataformas en línea y pastoreo de aves forman parte de las iniciativas de veteranos campesinos como Desiderio y Victoria, así como de muchachos como Germán y Juan Pablo, que buscan hacer rentables las labores agrícolas y frenar el éxodo juvenil.
‘Nos dimos cuenta de que los viejos nos estábamos quedando solos en las veredas (aldeas) y sin la salud para trabajar', dice a Efe Desiderio Gámez, de 67 años, al explicar cómo se convirtió en socio de sus vecinos en un plan de ‘gallinas felices', con el que, además de hacer más productivas sus parcelas, intentan mantener a hijos y nietos en el campo.
La cría de aves en el poblado de Chinavita, departamento de Boyacá (centro), forma parte de la iniciativa ‘Tejiendo Ruralidad', que cubre a 150 familias de cinco municipios de esa región, considerada una despensa agrícola de Colombia.
Sin embargo, Boyacá tiene un 13% de desempleo juvenil y de ese departamento salió el 30% del total de la migración de jóvenes en el país entre 2010 y 2015, según datos del gobierno regional.
La Pastoral Social de Duitama y Garagoa, promotora del plan, detectó que las principales inquietudes de los habitantes eran el éxodo a las ciudades, que redujo la producción por la ausencia de mano de obra, y la falta de asistencia técnica para superar la pobreza, que en Chinavita llega al 75%.
En esa zona, el ingreso promedio de una familia es de 200,000 pesos mensuales (unos $66), lo que es inferior en un 40% al total de los gastos, estima
‘Los muchachos se marchan para buscar mejores condiciones, por eso hay que tratar de hacer mejor todo aquí', afirma Victoria Talero, de 73 años, quien junto a su esposo, Efrén, de 88, mantienen solos su cultivo de hortalizas en Chinavita.
Datos divulgados por la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura con motivo del Día Mundial de la Alimentación (este 16 de octubre) indican que el 70% de las personas en condiciones de pobreza extrema en el mundo vive en las áreas rurales y la mayoría de ellos depende de la agricultura.