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- 30/03/2024 12:45
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La decisión de la calificadora Fitch de degradar la deuda de Panamá a BB+, lo que supone la pérdida del grado de inversión, no sorprendió al mercado, ni tampoco a los economistas que venían alertando de este peligro y que vuelven a pedir, esta vez al Gobierno que asumirá en julio próximo, voluntad y compromiso con la disciplina fiscal.
En un reciente reporte, Fitch rebajó la calificación de Panamá a BB+ desde BBB- y le otorgó la perspectiva estable, esto último ante las “sólidas perspectivas de crecimiento a mediano plazo” del país centradas “en las actividades logísticas y el activo estratégico de Panamá, el Canal” interoceánico.
Así como Fitch fue la primera agencia en otorgar el grado de inversión a Panamá, lo que ocurrió en marzo de 2010 gracias a la tendencia positiva de las métricas crediticias desde 2005, como entonces argumentó, ahora también ha sido la primera en quitárselo, alegando los “desafíos fiscales y de gobernanza” agravados por el contexto social que llevó al cierre de una gran mina de cobre.
El economista y catedrático panameño Felipe Argote aseguró a EFE que la decisión de Fitch “no es ninguna sorpresa”, porque hace pocas semanas el Gobierno colocó bonos por 3.000 millones de dólares a una tasa del 7,98 %, cuando al inicio de la presidencia de Laurentino Cortizo, en julio de 2019, este cupón fue de 3,19 % y 3,8 % en una misión de bonos globales por 2.000 millones de dólares.
“Eso lo que te dice es que ya el mercado decidió que Panamá no tiene grado de inversión. Lo que está haciendo la calificadora es simplemente confirmar lo que el mercado ya decidió”, agregó el experto economista y empresario.
El decano de la Escuela de Economía de la estatal Universidad de Panamá, Rolando Gordón, afirmó a EFE que en este quinquenio “se han manejado muy mal las finanzas públicas”, con el aumento de la deuda, que ya roza los 50.000 millones de dólares cuando cerró en 2019 en 24.223,2 millones de dólares, como uno de los mayores problemas.
Las autoridades “no se atrevieron a hacer las reformas” necesarias en un contexto de baja recaudación de impuestos, un desempleo “que sigue alto” y de crisis en el seguro social, dijo el decano.
“Ahora falta ver qué dicen las otras calificadoras”, S&P y Moody’s, que también otorgaron el grado de inversión a Panamá en mayo y junio de 2010, respectivamente, aunque “lo más probable es que sigan” a Fitch, explicó Gordón.
El gobierno que salga de las urnas el próximo 5 de mayo “va a tener mucha dificultad económica y tiene que ponerse a trabajar rápidamente antes de perder la confianza del público”, dijo Gordón, que coincide con otros economistas en que entre los efectos de la pérdida del grado de inversión están el aumento del costo del dinero para el país y una caída de la inversión extranjera.
La banca panameña seguramente “va a tener mucha precaución porque (los intereses) ya están altos. Y es una banca que está ganando, así que de repente no matan a la gallina de los huevos de oro” con más subidas que afectarán más el crédito, añadió.
El economista Felipe Chapman dijo a “Noticias de 180 Minutos” que el próximo gobierno tendrá que tomar muy temprano decisiones difíciles e impopulares para enmendar el camino.
“El país necesita urgentemente decisiones de austeridad, de una gran disciplina fiscal, que significa ser mucho más eficiente en la recaudación de impuestos”, así como revisar los subsidios y el gasto, concluyó.
Fitch puntualizó en su reporte que “espera que la mayoría de los probables ganadores” de las elecciones generales del próximo 5 de mayo “hagan algunos esfuerzos para abordar” los desafíos fiscales, aunque matiza que una esperada desaceleración del crecimiento, un tenso contexto social y la fragmentación de los partidos puede limitar “el margen para una acción asertiva”.