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Incertidumbre, informalidad y desconfianza en inversión lastran el mercado laboral panameño
- 13/11/2023 00:00
- 13/11/2023 00:00
Los resultados preliminares de la Encuesta de Mercado Laboral 2023 mostraron que la economía en su conjunto se sigue recuperando, sin embargo, no a la velocidad que se quisiera, ya que reitera de alguna manera ese patrón del comportamiento de la dinámica laboral: alto nivel de incertidumbre, informalidad y desconfianza para invertir en el país, explicó el consultor laboral, René Quevedo.
La Encuesta de Mercado Laboral, realizada del 13 de agosto al 9 de septiembre de 2023, por la Contraloría General de la República de Panamá, viene a actualizar los datos de abril de 2022.
Los principales indicadores dieron cuenta que la tasa de desocupación disminuyó 2.5% con relación a la cifra alcanzada en abril de 2022, cuando la misma se situó en 9.9%.
Es decir que para agosto de 2023 se registraron 155,625 personas desocupadas, mientras que en abril de 2022 el total de desocupados fue de 203,253 personas.
La población ocupada no agrícola incrementó a 81.089 personas. Asimismo aumentó la población en empleo informal en 27,249 personas, respecto a abril de 2022, cuando se registraron 737,922 personas en la informalidad.
Según la Contraloría, si bien es cierto los números absolutos indican un aumento en el número de ocupados informales, en términos relativos (o porcentuales), destacó que la tasa de informalidad registró un leve descenso de 0.8%, es decir, de 48.2% en abril de 2022 a 47.4% en agosto de 2023.
Para estos resultados preliminares, se encuestaron 15,326 viviendas del territorio nacional. El boletín completo de la Encuesta de Mercado Laboral, con los 39 cuadros oficiales para un análisis más profundo de la evolución del desempleo en el país, se publicará el 30 de noviembre del presente, anunció el director del instituto de Estadística y Censo, Samuel Moreno, en un comunicado.
Para Quevedo, la cifra todavía son consistente porque se ve las mejoras en la generación de empleo formal, sin embargo, se reportaron 737,922 informales, a raíz de que existe un alto nivel de incertidumbre en el clima para la inversión privada en el país porque los sectores que generan la mayoría de los empleos dejaron de ser atractivo, como es el caso del comercio interno, construcción, industria, turismo, logística y otras actividades de servicios.
Por ejemplo, explicó que si se compara las cifras, se podrá apreciar que en el primer periodo de octubre 2021 hasta abril de 2022 se generaron 2,000 empleos en un periodo de seis meses, con un promedio de 17,000 trabajos mensuales. Sin embargo, para abril de 2022 hasta octubre de 2023, se crearon 92 mil empleos, en un periodo de 16 meses, es decir, que se dejó de generar los 17 mil empleos mensuales del 2021, porque pasó a un rango de 6 mil.
Quevedo justificó que este escenario se contrasta con el Ministerio de Desarrollo Laboral (Mitradel) que pasó de tramitar 445,000 nuevos contratos en 2017 a 240,000 en 2022, una baja de 205,000. No obstante, para los primeros siete meses del 2023, el comportamiento fue de un poco más de 23,000 nuevos contratos laborales por mes, versus los 33,700 en el mismo periodo del 2019.
“El problema es que no estamos generando empleos formales en el sector privado de manera sostenible, particularmente, en aquellos sectores que generan la mayoría de los empleos”, criticó el consultor laboral, quien recordó que hasta abril de 2022, el 85% de los nuevos empleos formales que se estaban generando en el sector privado requería 13 o más años de escolaridad, lo cual es un indicativo que los nuevos empleos van a requerir cada vez más educación y competencia en manejo del idioma inglés y tecnologías.
Para Quevedo, la informalidad sigue siendo el gran protagonista porque guarda directa relación con el periodo del clima de inversión privada, que ahora se está viendo permeada con todo lo que está pasando con los cierres de calles en rechazo al contrato minero, que va a impactar a una mayor precarización porque los sectores más afectados son de negocios presenciales, que podrían quebrar y despedir a sus colaboradores.
Apeló a buscar un mecanismo para estabilizar la crisis social que vive el país, tanto político como económica, para así transmitir el mensaje de que “Panamá es un buen negocio para invertir”. “Hay que entender que esta incertidumbre en el clima de inversión también se traduce en incertidumbre laboral, ya que ahora existe una demanda laboral muy por encima de la oferta, particularmente de empleo digno. Tenemos que buscar un mecanismo para estabilizar la situación porque necesitamos inversión extranjera directa porque el sector privado depende de financiamiento, que, incluso, podría verse afectado si se da una pérdida del grado de inversión”, manifestó Quevedo.
El consultor laboral indicó que lamentablemente el rechazo social que existe es hacia una de las mayores inversiones extranjeras directas realizadas en el país. Detalló que hasta 2021, esta actividad representó el 24% del 70% del total de las inversiones extranjeras que llegaron a Panamá. El resto se dividió entre la Zona Libre de Colón (30%) y los servicios financieros (16%). “La minería ha logrado atraer más inversión que las generadas por el comercio interno, la industria, logística, construcción y turismo, junto. Necesitamos salir de esto de una manera constructiva. Estamos en un peligro de perder el grado de inversión que nos va a afectar a todos”, alertó.