Plan de empoderamiento económico elevará el rol de las mujeres indígenas

Actualizado
  • 22/08/2023 00:00
Creado
  • 22/08/2023 00:00
Este plan busca abordar las necesidades básicas de estas mujeres para que ellas se puedan capacitar, tener autonomía económica, mayor acceso a la educación y capacidad laboral, tanto en sus territorios como fuera de ellos
El Pemip incluye tanto a las mujeres que viven en las comarcas y territorios originarios, como a las que residen en las zonas urbanas.

Desde su aprobación, el Plan de Empoderamiento Económico de las Mujeres Indígenas de Panamá (Pemip) marcha sin muchos contratiempos.

Solo en abril pasado, las autoridades instalaron la mesa institucional, que será la encargada de aprobar y ajustar una agenda de trabajo para hacer efectiva la estrategia de género del proyecto.

El Pemip es la primera política pública de género indigenista, tanto para el país como para la región. Articula compromisos de diversos actores para avanzar hacia la plena inclusión y derechos socioeconómicos de las mujeres indígenas panameñas, partiendo de su protagonismo y autodeterminación.

La vigencia de la iniciativa es hasta 2025, e incluye tanto a las mujeres que viven en las comarcas y territorios originarios, como a las que residen en las zonas urbanas. Fue elaborado mediante un esfuerzo de articulación interinstitucional, público-privada, mundo indígena/no indígena. Lo lidera el Ministerio de Gobierno, en conjunto con su viceministerio de Asuntos Indígenas; el Comité Asesor de Mujeres Indígenas de Panamá (Camip) integrado en el Consejo Nacional de Desarrollo Integral de los Pueblos Indígenas de Panamá (Condipi) y constituido por lideresas delegadas de los 12 territorios indígenas del país y, en calidad de organizaciones observadoras, por las dos principales asociaciones a nivel nacional (Conamuip y Omiubp). A ellas se sumarán nuevas organizaciones y redes de mujeres indígenas involucradas en la agenda de empoderamiento económico .

Los trabajos se fundamentaron en un diagnóstico minucioso (cuantitativo y cualitativo), a través del mapeo de políticas y diálogos con los actores.

Hasta ahora, el plan ha sido aprobado por el Condipi, mediante su Resolución Nº 8, de abril 2021. Sin embargo, tras una entrega formal del documento al presidente de la República de Panamá, Laurentino Cortizo, Camip espera que se eleve a decreto ejecutivo para que así se convierta en la “primera política pública dirigida a las mujeres indígenas”.

“Tenemos ya este plan, pero ahora estamos empujando una agenda para que efectivamente se convierta en políticas públicas y que el presidente lo apruebe, a través de un decreto ejecutivo. De esta forma queremos sumarle importancia al Pemip para que no solo quede como un tema de trabajo de gobierno puntual, sino que esté en el marco de sostenibilidad para que sea esa política que aborde en plena participación efectiva a las mujeres indígenas”, dijo Sara Omi, coordinadora del Pemip.

Ejes

Según Omi, el plan busca abordar un contexto poblacional de las mujeres indígenas de Panamá para que exista cobertura de sus necesidades básicas, donde ellas se puedan capacitar, tener autonomía económica, mayor acceso a la educación y capacidad laboral, tanto en sus territorios, como fuera.

En materia de inserción laboral, dijo, el objetivo es cómo crearles oportunidades de contratación pública y privada, sin discriminación étnica ni de género, y que desarrollen empleos independientes a través de proyectos de emprendimiento. También se plantea su inclusión digital para que tengan mayor conectividad a menores costos de acceso y mayores capacidades de recursos y oportunidades.

Omi, quien también es coordinadora de las Mujeres Líderesas Territoriales de Mesoamérica, explicó que además quieren promover un cambio de cultura y desarrollo de servicios de cuidado con pertinencia cultural y de género, que contribuya a ampliar la autonomía económica y la calidad de vida de las mujeres indígenas. Y de igual forma, del conocimiento y reconocimiento para impulsar una mayor visibilidad social de sus realidades, sus saberes, aspiraciones, estereotipos y su lucha contra la discriminación.

La coordinadora del Pemip no obvió los temas de liderazgos de las mujeres indígenas dentro y fuera de las comunidades, así como su capacidad de incidencia dentro de las políticas públicas.

Agregó que este plan que no solamente es para trabajar en el marco territorial de los pueblos indígenas, sino también en el marco poblacional, ya que el último Censo Nacional arrojó que más del 60% de la población indígena está fuera de los territorios y ha emigrado hacia la ciudad de Panamá o algún otro punto de las provincias.

“Obviamente, sin la participación de nuestras mujeres lideresas, esto no sería posible. Por eso aquí están plasmadas nuestras aspiraciones, metas y sueños. Esperamos que esto tenga la plena aplicación efectiva para que podamos ir erradicando las brechas de desigualdades que existen dentro de los territorios”, puntualizó Omi.

Realidad

La coordinadora del Pemip indicó que si bien las estadísticas sitúan, tanto a las mujeres como a los pueblos indígenas, en la primera línea de vulneración en materia de pobreza, tampoco se han abordado elementos relevantes o soluciones concretas.

Resaltó que las mujeres indígenas vienen haciendo un trabajo dirigido a cambiar el rumbo de las estadísticas, como la creación del Pemip, solo que no ha sido visibilizado, como muchos otros trabajos.

“Justamente las iniciativas nuestras vienen desde siempre y es hasta ahora que hemos podido concretar las acciones para arrancar con pilotos que puedan convertirse en esa guía a nivel territorial. Hay que recordar que para tratar el contexto de los pueblos indígenas no hay que depender de un programa, sino que constantemente se deben generar esas herramientas que permitan superar las barreras que tienen las mujeres”, expresó Omi.

La abogada cree que este es el comienzo de una política nacional donde las mujeres se han congregado para poder combatir estas barreras “Abordar este plan ayuda a que podamos abrir el camino que se necesita para poder ir rompiendo las barreras de la discriminación, violencia, falta de acceso a la educación y oportunidades que tenemos en este momento. Siento que el plan es una oportunidad para que podamos ir buscando esas alternativas y estrategias para cambiar y mejorar las condiciones de vida de las mujeres indígenas de Panamá”, reflexionó.

Según el Ministerio de Gobierno, la gobernanza del Pemip 2025 le da una enorme riqueza, pero también una notable complejidad, ya que el plan no dispone de un presupuesto propio y sus recursos están asociados a los compromisos de cada una de las instituciones participantes. Esto supone que lo que resulta determinante para su éxito no es tanto la ejecución de planes operativos o la administración de fondos económicos, sino:

1) La capacidad de motivar y articular los actores e iniciativas, mediante la generación de una gran alianza interinstitucional y público-privada, a nivel nacional e internacional, basada en la cooperación y el trabajo conjunto.

2) La constitución de un espacio de intercambio, aprendizaje, coordinación y co-creación que posibilite el crecimiento y profundización de la alianza y sus resultados a lo largo del tiempo, entendiendo el plan como un proceso dinámico que irá creciendo progresivamente.

Para ello se pondrá en marcha –con carácter prioritario y en colaboración entre Camip, Condipi, Mingob, Fundación Indígena, BID y otras instituciones aliadas (Pnud, Instituto de la Mujer, etc.)– un proyecto de fortalecimiento que responderá a las siguientes medidas del plan: directorio de organizaciones y estructuras de mujeres indígenas; escuela de liderazgo para mujeres indígenas; participación de las asociaciones de mujeres indígenas en las agendas del desarrollo socioeconómico; evaluación de la trayectoria y establecimiento de hoja de ruta para el fortalecimiento integral del Camip y la Agenda nacional de mujeres indígenas.

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