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- 11/04/2022 00:00
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La tendencia alcista de los precios del combustible se mantendrá por los próximos cinco meses.
Una proyección de los precios del crudo, efectuada por la Agencia Internacional de Energía (IEA, por sus siglas en inglés), para el año 2022 revela que los precios del petróleo crudo mantendrá el aumento experimentado en el primer trimestre del año.
La organización creada en 1974 para garantizar la seguridad del suministro del petróleo pronosticó el aumento que experimentaría el producto en el primer trimestre del año. Además, proyectó que se mantendrá por los próximos cinco meses del año (entre abril y agosto), por encima de los $100 el barril (ver gráfica). Y, no es hasta septiembre y octubre cuando el crudo WIT experimentaría una ligera baja ($99 y $96).
De acuerdo a las proyecciones de la IEA, entre marzo y abril del 2022, el barril de petróleo del WIT (West Texas Intermediate), que importa Panamá, alcanza su precio más alto ($113.00), un monto que aún está alejado del máximo histórico experimentado en julio de 2008, que de $145.31.
El aumento del precio del petróleo crudo impacta los derivados (gas, combustible, kerosene, entre otros).
Durante la pandemia de la Covid-19, los precios del petróleo dejaron de ser una preocupación para los conductores y transportistas. Pero, ahora millones están notando la abismal diferencia.
El precio del barril de petróleo WIT pasó de $36.98 el 20 de abril de 2020 a los $108.50 en marzo de 2022.
Wolfram E. González, experto en temas de hidrocarburos, resaltó los tres principales factores que inciden en el alza del combustible.
Uno de ellos, las condiciones climáticas (huracanes). El mal clima puede afectar la producción y de igual manera el transporte.
La oferta y la demanda también inciden directamente en los precios del petróleo. En medio de la pandemia de la covid-19, en 2020, hubo un desplome de los precios dado la baja demanda. Pero, la recuperación económica y de la movilidad ha influido en el consumo. Aunque, aún los inventarios se encuentran deprimidos.
Y, por último, las condiciones geopolíticas.
El conflicto bélico en el que está envuelto un exportador importante de crudo ha sido un factor determinante en los precios.
Rusia, es el segundo mayor exportador de gas natural y por ahora ocupa el tercer lugar como exportador de petróleo del mundo.
El país es el proveedor del 40% del gas que usa Europa Occidental. Ocupa el tercer lugar de las importaciones de crudo de los Estados Unidos. Y, en estos momentos enfrenta restricciones internacionales contra su industria energética por la invasión a Ucrania. Esto no solo afecta su economía sino que también afecta los precios internacionales dada la ausencia de suministro ruso.
El escenario se complica cuando observamos que países como Nigeria, Venezuela e Irán tienen severos problemas en su planta de producción y restricciones de venta. “Eso afecta la balanza de manera negativa porque no hay en este momento cómo encontrar un reemplazo rápido y pronto al crudo que provee Rusia”, explicó González.
Otro punto importante que destacó el experto, es que dado que existe poca producción, el combustible está muy limitado principalmente el de los “destilados” (diésel, aceite de calefacción, kerosene y combustible de aviación).
La crisis de combustible terminado tanto en Europa como en Estados Unidos radica en los destilados. La razón primordial, es que los destilados, en especial el diésel, son combustibles industriales por lo que tienen mayor demanda que la gasolina.
Otra de las razones que afecta los precios es que los ejércitos los están acaparando ante una posible guerra.
Por la incertidumbre que existe sobre la guerra y, además, la situación de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), que no quiere incrementar su producción, no se prevé un descenso a corto plazo del precio del petróleo ni de los combustibles terminados, concluyó el experto.
Panamá es un importador total de combustible terminado. “De manera que estamos al vaivén de lo que ocurra en los mercados internacionales”, explicó González.
El experto recomendó usar de manera racional el combustible; planificar rutas y buscar estaciones con el combustible más barato.
Víctor Urrutía, ex secretario de Energía, aseguró que el alza del combustible no es sostenible. Y, lo peor es que nadie sabe que va a pasar, añadió.
Los transportistas han expresado su malestar y protagonizado protestas por el alza del combustible. Y, han solicitado al gobierno tomar acciones para amortiguar los efectos que está causando en el sector económico.
La sociedad civil, por su parte, ha propuesto reducir las jornadas laborales a cuatro y aumentar las horas diarias a 10 para enfrentar el alza de combustible.