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Javier Gutiérrez: 'Viene una inversión de no menos de $30 o $35 millones en Panamá'
- 11/09/2021 00:00
- 11/09/2021 00:00
Javier Gutiérrez, líder de Celsia para Centroamérica conversa con Espacio Gente sobre la mirada de esta multinacional para acompañar y ejecutar una visión más “verde” desde sus prácticas y los productos que lleva al mercado de las energías renovables. Sobre Panamá, remarca que los esfuerzos se han centrado en reducir al máximo la presencia del carbón y la intervención medioambiental. “En este plan de descarbonización estamos tratando de cerrar, haciendo todo lo posible porque en el menor tiempo podamos tener una matriz más limpia y balanceada”, explica. También habla, con preocupación, sobre tareas pendientes como el impulso de la movilidad eléctrica, donde afirma que existe un “rezago” con respecto a otras latitudes, “aquí hay mucho por trabajar y ese también sería un impacto grandísimo en la sociedad”, pronostica. Celsia es la empresa de energía del Grupo Argos, con operaciones en Colombia, Panamá, Costa Rica y Honduras.
Definitivamente las energías renovables y particularmente las no convencionales son las que nos van a permitir cumplir con todos los compromisos fundamentales con nuestros hijos, nietos y con este mundo que estamos dejando. La verdad es que no hay otra forma sino cambiar la manera como estamos generando la energía, cómo la estamos distribuyendo, cómo la estamos transmitiendo para poder impactar menos este cambio climático y tener en cuenta que estos es lo que va a desacelerar este proceso que tiene tanto impacto para nosotros como sociedad y para las futuras generaciones.
Cuando entramos a Panamá a finales de 2014, a Centroamérica, con Panamá y Costa Rica y dimos un paso a Honduras, crecimos en una matriz en cuanto al portafolio de generación en térmicos, en el complejo de generación en Colón, donde teníamos carbón, búnker y diesel; plantas hidroeléctricas en la provincia de Chiriquí en la frontera con Costa Rica, y ahí un parque eólico en la provincia de Guanacaste; eso era básicamente lo que había en ese momento. A partir de eso empezamos a hacer reconstrucción de cómo íbamos a ir modificando nuestra matriz tanto en la generación y cómo iba a ser ese tipo de generación, es decir, una generación centralizada con unas plantas que se le entregan al sistema; por ejemplo, aquí en Panamá es a través de las tres distribuidoras que son Naturgy, Edemet y Ensa . A través de eso se centraliza una generación. Nosotros empezamos, como dije anteriormente, a cambiar la matriz y a mirar el tema solar y fotovoltaico; la generación pasó a ser no solo térmica hidroeléctrica en Panamá, sino también solar. Lo otro que tiene un impacto en la distribución es dónde entregamos la energía. En esta que recibimos a través de la generación centralizada pasamos a tener generación distribuida también, que estamos haciendo a través de fotovoltaico y del tema solar que es una energía renovable no convencional y que tiene impacto adicional, no solo como se genera, sino donde la estamos entregando, la cual se hace donde el cliente la genera, por eso es generación distribuida. Para hablarlo más parroquial o más aterrizado, es tener un panel solar en nuestra casa, en el centro comercial o un sistema fotovoltaico en una industria, comercio o en una bodega de distribución. Tenemos dos ganancias importantes: la primera es que estamos generado a través del sol energía renovable, estamos dejando de quemar fósiles o dejando de intervenir con otros tipo de afectaciones en el medio ambiente. La segunda es que estamos evitando la distribución y transmisión, sino que ese electrón está de una manera muy sencilla y simple llegando al sitio donde se está consumiendo; eso evita una cantidad de pérdidas en el sistema, evita que debamos tener más circuitos de distribución y de transmisión, hay una doble eficiencia, hay un impacto doblemente positivo tanto para el cambio climático, como para todo lo que significa tener muchas más redes de distribución y transmisión asociadas. Hoy tenemos generación distribuida en Panamá. Nosotros ¿hacia dónde vamos? En generación centralizada estamos haciendo un cambio en nuestra matriz, estamos cerrando el carbón; comprometidos con el cambio climático, en cómo aportar a la nación nueva generación estamos en un proceso de descarbonización de nuestro proceso de generación. En este plan de descarbonización estamos tratando de cerrar, haciendo todo lo posible porque en el menor tiempo podamos tener una matriz más limpia y balanceada; no necesariamente fuera del tema térmico, porque hoy todavía sigue siendo una necesidad en cuanto al balance de potencias y la necesidad de tener activos térmicos. En Panamá estamos cerrando lo que es la parte de carbón, nos quedaría algo todavía del parque térmico asociado al búnker, pero el carbón que tenía más efecto contaminante y más impacto está saliendo de la matriz. Segundo, nos estamos volcando a la generación distribuida y a la eficiencia energética. En generación distribuida estamos ampliando lo que es la matriz de paneles y de sistemas fotovoltaicos en comercios, industrias, residencias y adicionalmente estamos interviniendo con eficiencia energética que significa tener mejor iluminación, refrigeración invirtiendo en proyectos. Lo que se nos viene para lo que resta de 2021-2022 es una inversión de no menos de 30- 35 millones de dólares en estos temas de eficiencia energética y de generación distribuida en Panamá.
Los costos de los sistemas fotovoltaicos han disminuido de una manera exponencial; no obstante, comprarlos hoy día para que tengan un pay back en un año, no es posible. Lo que hacemos en Celsia es disminuir el tiempo de retorno de inversión mediante unos modelos de servicio con los que puedan tener el acceso a esa energía fotovoltaica. Lo que ofrecemos es que nosotros hacemos la inversión completa en todo el sistema fotovoltaico; pongamos un ejemplo: un cliente, como un centro comercial nos dice que quiere acceder a la energía fotovoltaica, y tener en su techo mis paneles solares y todo el sistema fotovoltaico. Nosotros hacemos toda la inversión; el diseño, la construcción, el montaje y nos quedamos operando el sistema, que es eficiente en energía. Se le propone al cliente que durante ese tiempo se le da la eficiencia energética en el cual tendrá unos ahorros versus lo que hoy está pagando en energía, y al tener esa diferencia de lo que sería el costo mensual, le pedimos un fee asociado a esa eficiencia energética que se le entrega, que va a ser menor a lo que mensualmente estaba pagando por energía, durante un contrato de equis años. Los costos tienen una variación que depende de cada proyecto, del consumo que va a tener y eso es muy variable, lo que hacemos es tener un modelo, por proyecto, no hay un costo ni valor específico, sino que cada proyecto tiene su particularidad; no es un tema masivo sino un B2B.
Digo con mucha tranquilidad y confianza que en el caso de Panamá así es. La Secretaría de Energía está haciendo un trabajo muy importante en cuanto a la política de largo plazo; su modelo transición energética es claro; la regulación que hay en Panamá brinda al privado una conexión; hay una armonía entre lo que quiere el privado en estos caso, en generación distribuida y generación limpia, y lo que es la regulación existente. De hecho, puedo mencionar que Panamá tiene una regulación excelente para el tema de la generación distribuida solar; aquí el tema del kilovatio por kilovatio funciona perfectamente, es de los más potentes en la región en cuanto a la regulación. Si la regulación, que tiene el caldo positivo, donde podemos acceder los privados a tener modelos de negocios que sean sostenibles y la Secretaria define las políticas alineadas con ese compromiso del cambio climático y de tener una matriz de transición energética, encontramos que sí hay una conversación entre las dos partes, el gobierno como tal y los privados. Adicionalmente quiero mencionar algo en lo que participa Celsia y el gobierno estaba también muy activo, como lo es el Consejo Mundial de Energía. Hay mucho por hacer, pero hay un norte, y vamos por un buen camino como sociedad.
Cada país tiene una velocidad y madurez diferente; incluso uno tiene, con respecto a la forma de crecer en industrias y comercio diferencias sustanciales. Honduras es un país con industrias de maquilas y de transformación, para lo que requiere unas grandes extensiones de bodegas para hacer esa transformación, maquilas en el norte, lo que es en la zona de San Pedro, del Valle de Sula, Choloma, esto requiere unas extensas bodegas donde haya baja transformación. Cuando uno va Panamá, este tiene un tema más asociado al comercio, es muy comercial; las realidades de infraestructuras son diferentes, la velocidad de aceleración de los sistemas fotovoltaicos en Honduras ha sido mucho más rápida en temas de fotovoltaicos asociados a la generación distribuida, que en Panamá. Pero al final del día, creo que sí tenemos el mismo norte; un poquito más acelerado en Honduras, haciendo el comparativo. Colombia también está ingresando y está poco rezagado con respecto a Honduras, pero digamos que ya se está metiendo en la velocidad que puede tener hoy Honduras en el tema de la generación distribuida. En Panamá estamos dando los pinitos; creo que el más rezagado en cuanto a esa receptividad y a la industria que tenga la necesidad en sí de tener esta generación distribuida ha sido Panamá, pero tenemos unos clientes muy receptivos, somos pioneros, líderes y seguimos impulsando ese cambio en cómo los clientes van a seguir transformándose en otra forma de tener la energía, nosotros los vamos a ayudar en eso.
Tenemos que seguir trabajando en la educación y la formación de las escuelas. Hoy nos quedan muchos temas por abordar, no solo el tema de generación, sino por ejemplo el de la movilidad eléctrica y masiva. Panamá tiene un reto o una grandísima oportunidad de mejoramiento en cuanto a la movilidad. El tema del metro debe seguir profundizándose; la movilidad masiva es una forma eficiente de contribuir a la desaceleración del cambio climático; no hay un consumo de combustibles, es mucho más eficiente la movilidad cuando se hace transporte masivo y no el transporte de manera individual. Ese es un primer paso, pero adicionalmente, si seguimos hablando del transporte y de los carros, tenemos que dar un paso rapidísimo a la movilidad eléctrica. Hay países como Noruega donde el 50% de los carros que están rodando son eléctricos. Nosotros hemos invertido en cargadores públicos en Panamá, en algunos centros comerciales, que hoy no tienen ningún modelo de negocio, básicamente es una forma de decir: “Aquí estamos, cuando tenga su vehículo va a tener dónde cargarlo”; seguramente esto se debe acelerar. Como sociedad ahí tenemos un faltante y un pasito de rezago con respecto a otras latitudes y debemos acelerar el tema de la movilidad eléctrica por el ruido, la combustión, la salud pública... todo esto es muy contaminante para los que respiramos. Aquí hay mucho por trabajar y ese también sería un impacto grandísimo en la sociedad.