El decisivo quinto partido

SAN ANTONIO. Mientras en el Heat de Miami se acelera el paso de su lujoso tridente en busca de un segundo campeonato consecutivo en la NBA, en San Antonio las interrogantes fluyen como una catarata.

LeBron James quería ponerse el equipo al hombro.

Pero Dwyane Wade y Chris Bosh le demostraron el jueves que eso no es necesario.

James es capaz de darle la victoria a Heat de Miami en muchos encuentros.

Él solo, sin embargo, no puede ganar el campeonato de la NBA.

‘No vamos a ganar la serie si yo, Chris y LeBron no hacemos aportes constantes’, sostuvo Wade.

‘Tuvimos el mejor desempeño combinado que hemos tenido en la serie. Fuimos agresivos de principio a fin. Ojalá suceda lo mismo en los próximos tres partidos’, destacó el jugador.

Y esta premisa le valió oro a Miami el pasado jueves.

Con actuaciones monumentales de los tres astros, Heat ganó 109-93 al Spurs y empató la serie 2-2.

Más allá de la actuación de James, Wade y Bosh, existe ahora un ingrediente no muy digerible en San Antonio, por el desempeño del argentino Manu Ginóbili en esta serie.

PREOCUPACIÓN

Ginóbili no está anotando. De hecho, no parece metido en los partidos.

En una final de la NBA en la que las individualidades pueden marcar la diferencia, LeBron James y Dwyane Wade dijeron presente en el cuarto juego de la serie, pero los Spurs siguen esperando a uno de sus grandes astros.

Y se están poniendo impacientes.

‘No está bien, no ha encontrado su ritmo ni su jue go todavía’, declaró el técnico de San Antonio Gregg Popovich.

‘Creo que es obvio que no se tiene la confianza de siempre y que sabe perfectamente que no ha rendido como esperamos ni como está acostumbrado a hacerlo. Pero es muy sencillo decir ¿qué hay que hacer para enchufarlo?, explicó.

Tal vez sea sencillo, pero el destino de la serie podría depender de que Ginóbili se enchufe.

El veterano de once campañas, todas con los Spurs, pareció muy incómodo ante las preguntas de los periodistas tras la pérdida del pasado jueves.

‘No soy alguien que anota 30 puntos por partido’’, declaró. ‘Estoy sorprendido. Ojalá pudiera anotar más. Pero no se me está dando. Tengo que ensayar otras cosas. Que mover la pelota. Si los tiros no caen adentro, tengo que pasarla. No forzar las cosas. No es eso lo que me piden’, señaló con evidente molestia.

EL DECISIVO

El encuentro de hoy es decisivo para que alguno de los dos equipos se impulse hacia el campeonato.

Miami quiere regresar a casa a ley de un triunfo para coronar, mientras que San Antonio quiere ganar para tratar de robarle el título a los campeones en la costa.

Hasta ahora, la profundidad en la banca de Miami está haciendo la diferencia.

Y Wade está danto el aporte necesario a la causa.