El 'rafting', un deporte de aventura que adquiere popularidad en Panamá

El descenso por un río de montaña en un bote neumático (sin motor) –de gran resistencia a los golpes–, conocido mundialmente como rafting, es una actividad deportiva, recreativa y de referencia para el turismo de aventura.

En Panamá, por ejemplo, esta actividad acuática ha tenido un gran auge en los últimos años, sobre todo por los amantes de lo extremo.

Actualmente el istmo cuenta con varios ríos donde practicar rafting, ya sea en familia o con amigos, de tal manera que los más aficionados o quienes desean vivir una experiencia llena de adrenalina puedan divertirse, recrear y aprender a navegar en aguas no tan profundas pero con fuertes corrientes. Un escenario en el que destaca la belleza de los ríos de Panamá, que son fascinantes para este deporte tan recreativo.

Los ríos Chiriquí Viejo, Caldera y Fonseca, en la provincia de Chiriquí, se han vuelto populares entre principiantes, familias y aventureros ya que cuenta con fuertes corrientes ideales para practicar el descenso, especialmente para la temporada lluviosa (junio y noviembre), ya que las personas pueden encontrar rápidos de clase IV y V, porque en temporada seca (diciembre a mayo) las corrientes de los ríos disminuyen.

Sin embargo, esto no es impedimento para explorar en familia estos ríos rodeados de una exuberante flora y fauna, durante las vacaciones de verano.

En Panamá, el río Chagres, al poseer una corriente de agua continua se presta para hacer rafting de clase II (corrientes planas y lentas) y de clase III (rápidos de aguas blancas) en cualquiera de sus muchos afluentes. Una excursión por el río Mamoní en Chepo, Panamá este, puede ser una oportunidad propicia para probar por primera vez el balsismo, en cualquier temporada del año.

Este deporte también se puede efectuar en el río Grande de la provincia de Coclé. Las personas aquí tendrán la oportunidad de remar en rápidos clase II y III, además de nadar en placenteras y cálidas aguas.

No se requiere experiencia previa para el rafting ya que lo ideal es contar con guías profesionales que le instruyan, y la edad mínima permitida es de niños de 10 años en adelante.

Panamá también cuenta con el río Teribe, ubicado en Bocas del Toro, cercano a la frontera con Costa Rica; está compuesto por muchas curvas y rápidos, perfecto para esta disciplina extrema. A su vez está el río Cricamola, que tiene su nacimiento en la cordillera central de Panamá, siendo una ruta obligada del transporte de los indígenas Naso Tjër Di.

Sin duda, Panamá pese a ser un país con tan solo cuatro millones de habitantes cuenta con diversas riquezas naturales que se prestan para hacer este tipo de deportes acuáticos, que con el paso de los años ha tenido un gran auge.

Es importante, para la práctica del rafting, asegurarse de tener la protección adecuada: casco, chaleco salvavidas y zapatos de agua, porque la seguridad es primordial.

De acuerdo con el psicólogo Eliécer Pérez Rivera, los deportes extremos más allá de requerir buenas condiciones, son ideales para la salud mental porque ayudan al cerebro a disminuir neurotransmisores como el cortisol, presente ante situaciones de estrés.

“Esta práctica deportiva extrema previene patologías físicas que activan el sistema inmunológico, como el estrés, la depresión, el cansancio físico, y enfermedades como el alzhéimer, según dicen los estudios”, detalló a este medio Pérez.

Como deporte de competencia, el rafting es más que interesante.

Desde 2018 esta disciplina de aventura forma parte de la Federación Internacional de Piragüismo o Federación Internacional de Canotaje (International Canoe Federation, ICF, por sus siglas en inglés) como un deporte, que consiste en recorrer una cierta distancia atravesando puertas, que se ubican generalmente en zigzag.

Esta modalidad del rafting se practica río abajo (las puertas son verdes y blancas) o río arriba (puertas rojas y blancas). Ambos tipos de puertas no deben ser tocadas (esto implica penalización) y se encuentran colgando en el aire.

Cada recorrido debe tener entre 8 y 14 puertas. De estas, entre 2 y 6 deben ser contracorriente. Además, están distribuidas equitativamente en los extremos de la pista, tienen numeración y señalan hacia la próxima puerta que debe atravesarse.

Dicho todo esto, se puede decir que el rafting es una actividad deportiva desafiante y que produce gran adrenalina.